Renuncio a Ti

Parte 23

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- Así que son tus admiradoras... - murmuraba para sí mismo, pero Minho le escuchó.

- Ya te dije mil veces que no, que son compañeras de trabajo – rodaba los ojos al verle con cara de preocupación – son profesoras...

Para cuando se giró al escuchar ese oppa, se encontró con el grupo de las tres profesoras que estuvieron acosándole durante todo el día. Porque incluso se sintió observado desde los edificios.

- Profezorras, dirás – Taemin hablaba haciendo un puchero, mirando hacia adelante, para no ser tan obvio, intentando hacer como si verlas a las tres dejar un beso en la mejilla de Minho al despedirse, no le hubiera afectado. Como si ser ignorado por ellas no le hubiera afectado. Como si ver a Minho regalarles esa enorme y hermosa sonrisa encantadora no le hubiera afectado.

- Tonto, deja de estar así – se quejaba Minho mientras iba caminando a su lado, en dirección hacia el primer lugar donde comerían algo, aunque ya llevaban un buen rato caminando y no había nada – mejor discúlpate mil veces, porque no te pienso perdonar que me hayas tirado la puerta de esa forma.

Taemin olvida sus celos por un momento y recuerda a lo que fue, y no precisamente a odiar a las profesoras por estar besuqueando a su amigo, sino a disculparse por actuar de esa forma.

- Deberías entenderme, estaba molesto y asustado... - susurra bajito, como suponiendo que Minho no le creerá.

- ¿Así? – pregunta mirándole – ¿acaso yo te eché refresco y te lancé palomitas? – Taemin se detiene y se queda parado, no responde hasta que ve a Minho detenerse y girarse, avanzar unos pasos hacia él y mirarle, esperando una respuesta a esa pregunta tan obvia.

- Yo... - se acerca a él. Termina con el pasito que los separaba y le mira con ojos de cachorrito extraviado – lo siento... no debí hacerte eso...

En ese momento lo puede ver, puede ver en sus ojos que pasó una noche igual de tormentosa que él.

- ¿Crees que es suficiente? – pregunta Minho y luego se muerde la lengua. Porque no quería que Taemin tomara más importancia de la que en realidad ya tenía - y...ya... - su respiración se aceleraba cuando le ve acercarse lentamente – de...deberías tener tu traje de Elvis – termina a duras penas cuando lo ve tan cerca, cerrando los ojos...

- ¿Y, con esto no es suficiente?

Taemin preguntó, al mismo tiempo en el que pegaba sus labios a esos que tanto le llamaban y le quitaban el aire de una forma que no sabía cómo describir, que hacían que sus piernas temblaran de una forma que no conoció antes. De verdad, estaban tan buenos que en ese momento no le importa suspirar cuando se separan y vuelve a robarle el aire sin pensarlo dos veces.

Besa lentamente, deleitándose con el sabor y el tacto de sus labios. Besa sin pensar en nada más que en vivir ese momento. Besa sin darse cuenta de que estaba atándose un poco más a él. Besa sin darse cuenta de las huellas que dejaba en su corazón que contento se grababa ese momento.

Minho se aleja un poco y al abrir un poco los ojos se da cuenta de que el mundo vuelve a girar, que en algún momento al besarse se abrazaron y ahora estaban apoyándose en la baranda de ese pequeño puente, aun abrazados, aun tan cerca, mirándose.

Acaricia un poco su cintura y ve esa sonrisa formarse en sus labios, en esos que vuelven a robarle un casto beso que le deja con una respuesta clara a esa pregunta.

Más que suficiente. Pensó mientras le robaba otro besito y juntaban sus frentes.

- Creo que un par de sesiones más y podría pensar en perdonarte.