Renuncio a Ti

Parte 25

~*~

Minho.

Tragó con dificultad al verlo besar a la misma chica de pelo largo con la que lo vio cuando había decidido pedirle su amistad.

¿De verdad, todo, tenía que ocurrir ese día?

Justo cuando quiso llamarle para pasar la noche a su lado, justo cuando sentía que lo necesitaba para olvidar todo y olvidarse de su patética vida.

Y quería llorar, pero no dejaría que nadie lo viera hecho pedazos.

Sin importarle nada cruzó la calle, no le importó que le bocinaran y le gritaran que estaba loco. No le importó porque fue una pésima idea irse de compras, aunque solía funcionar cuando se sentía triste y junto a Key salían de compras.

Pero terminó por sentirse estúpido.

Tuvo que tomar un taxi que lo llevara rápidamente a casa.

Cuando cerró la puerta dejó que algunas lágrimas cayeran libres, porque ya no lo podía aguantar. Porque incluso su 'amigo' tenia mejores cosas que hacer.

Por lo que fuera, quería despertar en algún momento de ese mal sueño, de esa pesadilla donde perdió cada esperanza que alimentó durante tanto tiempo, donde vio a su amor comprometerse públicamente con alguien más, con su peor enemiga.

Pero sus sentimientos no contaban. Nunca contaban y al universo parecía importarle poco que sufriera de esa forma, que su amor jamás fuera correspondido y siempre terminara con el corazón destrozado.

El haber abandonado sus sueños por estar ahí, persiguiendo al amor de su vida, no parecía suficiente como para merecer un poco de felicidad. Nada parecía suficiente y empezaba a cansarse de ello.

Sin embargo, los golpes en la puerta de su casa hacen que se sobresalte.

- ¡¡TAEMIN!! ¡SE QUE ESTAS AHÍ! ¡ABRE LA PUERTA!

Era él.

Minho.

- ¡JURO QUE VOY A QUEDARME HASTA QUE ABRAS! ¡ASÍ SEA HASTA MAÑANA! LEE TAEMIN... ¡ABRE!

No tenía idea de cuánto tiempo estuvo pensando mientras lloraba acurrucado, apoyado en la puerta de madera de su sala. No supo cuánto tiempo estuvo perdido en sus lamentos que no escuchó que llamaban a la puerta, menos escuchó que tenía varias llamadas perdidas y algunos mensajes.

"eres un estúpido! Como se te ocurre cruzar la calle de esa forma!!?!?! Abre la puerta y te haré entrar en razón! Estúpido!"

No era para nada cariñoso.

"llevo quince minutos golpeando, pero no me iré, me quedaré hasta que me dejes explicarte..."

Era tan testarudo. Justo como cuando lo conoció, cuando fue su guardaespaldas y no le importó enfrentarse a Jinon, alguien tan altanero como él.

"por favor déjame explicarte..."

"abre! No seas tan terco!"

"no me obligues a meter tu puerta a la fuerza! Te lo advierto!!"

Ese había llegado hacia como una hora y ahora escuchaba sus gritos tan fuertes que estaba seguro sus vecinos llamarían a la policía en cualquier momento.

Ni siquiera pensó en sus opciones, tan sólo se puso de pie y abrió la puerta, caminó lo que restaba del pequeño patio, sujetó la perilla de la puerta que Minho tanto quería que abriera.