Parte Final

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~*~

Un momento tenso, en el que Minho cree que la puerta no se abrirá y que toda su valentía y todos sus esfuerzos de quedarse allí se irían al diablo, pero el sonido seco de la puerta abriéndose nuevamente hace que termine cuando ve ese rostro un poquito rellenito y sonrosado por el clima cálido que asentaba tranquilamente.

Taemin.

Dios.

Estaba con kilos demás, lo podía notar por sus mejillas algo regordetas, de las que siempre le escuchaba quejarse cuando comía comida chatarra. Después de comerse todo y culparle porque se vería gordo.

Tenía un aspecto adorable con esa camiseta algo ancha que cubría y disimulaba el bulto que suponía, según su cuenta, tenía alrededor de cinco meses; y sobre todo esos kilitos demás que le hacían ver demasiado adorable.

Y por enésima vez en su vida siente que se derrite ante él, ante Lee Taemin que quebrantaba los límites de la belleza que alguna vez formó en su mente. Y una vez más siente el big bang sucediendo en su interior, destruyéndolo todo con su fuerza abrumadora, haciendo polvo su valentía y deshaciéndose de su coraje para enfrentarle, arrastrando por los pisos su dignidad junto a su tonto orgullo que le impedían creer en aquella confesión.

- ¿A qué viniste?

Su voz lo saca de su alucinación y apresuradamente responde para no espantarlo.

- Tenemos que hablar...

Taemin siente cómo sus ojos se aguan rápidamente, pero presiona con todas sus fuerzas la puerta para conseguir algo de coraje y enfrentarse a él.

Porque todavía dolía, a pesar de que los meses habían pasado.

Sus palabras todavía estaban clavadas en su corazón. Aunque también estaba seguro de que Minho continuaba odiándole por haberle tratado tan mal.

- ¿Viniste a decirme puta otra vez?

Taemin ataca dolido, sin saber lo que en ese momento quería. Con su orgullo dominando por el momento, porque su corazón se derretía al ver a Minho con el cabello recién recortado, con esas pintas que siempre le parecían demasiado para un simple profesor.

(Aunque nunca se lo dijo, nunca le dijo nada de lo que intentaba negar las veinticuatro horas.)

- ¡No! – Minho le mira horrorizado, porque de todo lo que imaginó, nunca pasaron por su mente esa pregunta y ese reclamo – yo...

- Porque te lo digo por última vez Choi, sólo me acosté contigo. ¡Porque sí me comporte como una puta en el pasado, pero ahora ya no lo soy y es por tu culpa!

Minho no quería pensar en nada, menos sentir, pero cómo evitarlo, si escucharle hablar demás, atropelladamente y diciendo cosas incoherentes siempre fue parte de ese encanto que todavía funcionaba en su corazón.

Mi culpa.

Piensa intentando no sonreír demasiado, intentando recordar que habían muchas razones por la que no debía estar sintiendo nada, menos que se veía maravilloso tal como estaba, que a pesar de estar molesto sus dulces ojos continuaban brillando.

- Lo siento – se disculpa mirándole a los ojos, el mismo momento en el que Taemin hacia un puchero, aguantándose el llanto – no debí tratarte de esa forma – esas palabras resonaban en ambos corazones, que vivían una felicidad efímera, tan delicada que la briza más débil podría llevársela lejos si algo salía mal.

Renuncio a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora