Parte 36

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~*~

Pero no iba a rendirse de ninguna forma.

- Hablemos, por favor – Taemin entra y se sienta en una silla justo a su lado, creyendo que esta vez sería como las anteriores; que sería perdonado y luego de un par de rabietas y unos besos todo quedaría en el completo olvido.

- Terminamos ¡ok! No hay nada más de qué hablar, así que hazme el favor de salir de aquí, porque no estamos en ninguno de tus lugares favoritos para que hagas lo que te da la gana.

De alguna Minho forma había perdido el control y todo lo que ello conllevaba. Porque en su interior sentía que agonizaba y que su corazón traicionero continuaba latiendo tan fuerte que se avergonzaba de ello, porque era como él mismo se pisoteara la dignidad y hasta su estúpido orgullo.

Taemin se sorprende por esa forma tan fría de hablar, lo que decía y lo que significaba, sabía que se lo merecía, pero de todas formas dolía. Dolía cuando no era broma y cuando le miraba de esa forma en la que le hacía sentirse demasiado estúpido, como si fuera un chiquillo demasiado infantil e inmaduro.

- Quiero que me escuches, luego...

- Profesor Choi – fulmina con la mirada a la estúpida que lo interrumpió al entrar de forma torpe a la sala, pero no puede hacer nada para continuar hablando – disculpe la molestia, pero le traje algunos de los programas de los años pasados, la directora quiere que los revise por si algo le parece interesante y luego podríamos reunirnos para organizar todo.

- Muchas gracias... ¿podría explicarme? Pasa que tengo algunas dudas...

- Sí, claro.

Minho agradece que haya sido interrumpido, incluso rezaba en su interior para que esa profesora no se fuera, para que Taemin termine aburriéndose y se marchara después de aventarle los papeles que estaban sobre la mesa, porque eran lo único que podía ser lanzado. Pero aunque la charla se extendía él sólo estaba ahí, cabizbajo, en completo silencio, como si fuera un chiquillo regañado y que se sentía culpable.

Esa actitud le hace preguntarse si Taemin quería demostrarle que realmente le importaba, pero cuantas veces más tenía que repetirse la misma historia para que decida dejarlo por completo y olvidarse de ese amor que imparable continuaba haciendo latir a su corazón.

Por qué a veces Taemin le trataba tan bien, para al segundo siguiente despreciarle como si no valiera nada. Tantas idas y venidas que le desgarraban.

Minho no seas tan idiota, no lo perdones.

Se repetía mil veces, mientras pretendía parecer interesado y muy concentrado en lo que hablaba con su compañera de trabajo.

Hace todas las preguntas posibles para retrasar el mayor tiempo posible el tener que quedarse a solas con ese Taemin que estaba destruyéndole por completo. Sin embargo el tema de conversación termina y se despide de ella que sujeta su cartera y sale del lugar.

Ve que Taemin gira la cabeza para ver salir a la profesora que lo interrumpió y su corazón se detiene al ver su cuello marcado; una marca entre roja y morada, incluso tenía marcas de dientes en ella, era tan notoria, era como la clave para terminar fuera de sí, riéndose escandalosamente de sí mismo, sintiéndose patético.

Taemin se sobresalta al escucharle reír como psicópata, le mira asustado y en sus ojos puede ver que algo había ocurrido en esos escasos segundos en los que se giró para ver si al fin los dejaban solos.

- Min... hablemos, lo siento, no fue mi intensión... lo olvidé... estuve con mis amigos... - inventa una débil excusa para ser perdonado, aunque esta vez Minho parece demasiado herido y con ganas de herir.

Renuncio a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora