Parte 33

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Cada día, entre caprichos y discusiones, entre momentos dulces y divertidos, sus sentimientos se hacían demasiado inmensos como para poder ignorarlos, aunque eso intentaba el mismo número de veces que respiraba, pero siempre era un fracaso tras otro, porque ese rostro y esa personalidad tan alocada siempre terminaban poniendo de cabeza su mundo completo, pisoteando esas supuestas ganas monstruosas que siempre tenía de ganar en lo que fuera. (O simplemente sabía que era una pérdida de tiempo intentar olvidarle)

- Es la enésima vez que suspiras en menos de quince minutos – estaba ahí Jiwon haciéndole pisar tierra, porque Minho se sentía flotar – creo que marcaste record – relaja los ánimos y Minho le sonríe apenado.

- Perdón – se disculpa por estar así, tan lejano y perdido en su mundo de fantasías y preocupaciones – no puedo evitarlo – hace una mueca de disgusto – esto me tiene de cabeza.

- No sé si valga tanto la pena esforzarse – dice ella suspirando y desviando la mirada hacia su pequeña taza de café.

- ¿Lo dices por Sehun? – pregunta Minho y no sabe cómo descifrar la mirada de su amiga.

- No es exactamente él, creo que ahora el problema soy yo – la intensa mirada de Jiwon no puede ser descifrada por ese Minho que tenía los ojos vendados por la preocupación, por insistir con esa relación que, sabía, no tenía futuro, como no tenía nombre y no le era permitido pronunciar ese 'te amo' que tanto deseaba decirle al oído – por mis constantes temores de ser abandonada o cosas así – dijo ella resignándose y diciendo cosas que en realidad si existían, pero que eran lo de menos, porque alguien más le rondaba la mente y ese era el verdadero problema, alguien más que sin querer se hizo un lugar extrañamente importante en sus pensamientos.

- No es que lo apoye, pero quizás deberías tener un poco más de confianza – ahí estaba hablando ese Minho que apenas y entendía como rayos estaba sobreviviendo de esa forma, pero aun así sentía que debía ayudar a su amiga – no puedes desperdiciar todo tu esfuerzo como si nada.

Ella le mira sin poder entender en lo que se había metido al creer que realmente valdría la pena, que jugar con sus sentimientos había hecho que algunos más nacieran sin que se diera cuenta de ello, sin poder evitarlo.

Porque el amor era impredecible y aunque hubiera jurado que amaba y amaría por la eternidad a Sehun, esos nuevos y recién descubiertos sentimientos por Minho hacían que perdiera su fe en aquel amor que antiguamente profesaba desapareciera como si nada.

Ahora no sabía que rayos hacer con esos sentimientos que constantemente crecían en su interior por ese chico que inesperadamente le ayudó a encontrar algo que realmente dejó de significar lo que significaba antes. Ahora se preguntaba si alguna vez él se daría cuenta de sus sentimientos.

- Cierto – mentía. La verdad era que aunque se hubiera esforzado tanto, hacia unos días que se dio cuenta de que ese amor desgastado ya no significaba nada – no por nada hicimos que te odiara tanto y quiera matarte cada que te ve.

- Gracias por preocuparte por mi seguridad física – bromeó Minho.

- ¡Me preocupo mucho! – se queja ella – por eso me esforzaré.

- Así se habla – chocaron las palmas como si estuvieran hablando de ganar algún partido. Y eso era lo que más le gustaba de Minho.

- ¿Y? – pregunta ella mirándole como si nada, como si no le afectara hablar del tema – no creo que hayamos venido aquí sólo para hablar de Sehun – Minho le sonrió apenado – porque te recuerdo que lo odias.

Renuncio a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora