Renuncio a Ti

Parte 45

~*~

Key juraría que la única sonrisa que vio fue la que surgió cuando lo vio abrir la ventana del auto y sentir la brisa fresca en el rostro.

- ¿Cuántas veces lo hicieron?

Una pregunta que los envía al pasado, en el que nunca quisieron hablar del tema porque antes se acostaba con muchos y eso era algo triste de lo que no hablaba nunca, porque Taemin se sentía demasiado utilizado y no soportaba hablar del tema. Pero ahora sus ojos brillaban de una forma diferente, con algo de ilusión y un poco de tristeza que podía ver en su mirada.

- Muchas – responde por primera vez, sonriéndole a ese Key que le miraba con cariño – dios... fue tan maravilloso – cierra los ojos al recordarle las tantas veces que después de hacerlo se quedaban en la cama, mimándose y dándose atenciones que jamás antes había recibido, piel a piel se quedaban mirando unas películas de acción que eran mucho más importantes que levantarse.

- ¿Lucido? – pregunta Key temiendo que el tal Minho fuera un patán más con el que Taemin pasó los últimos meses.

- Muy lúcido – contesta sonriendo y recordando más cosas que le hacían doler el corazón por haber sido tan estúpido, arrepintiéndose y deseando haberle dicho al menos un sincero 'te amo' antes de no volver a verlo jamás – no sabes todo lo que hice para seducirle... - ríe a punto de quebrarse.

- ¿¡TU!? – chilla Key completamente incrédulo, sin importarle perder la vista del camino y dejar que el auto hiciera lo que quisiera por unos segundos.

- Sí, me puse toda mi lencería, como él lo llamaba, hasta lo inimaginable – contesta riéndose de todo lo que tuvo que hacer y lo único que lograba era verlo reírse como si hubiera escuchado el mejor chiste del mundo – y siempre se reía de mi – mientras reía las lágrimas volvían a adueñarse de sus ojos, cayendo inevitable y dolorosamente – él nunca quiso sólo sexo conmigo y yo lo utilice como si no valiera nada... - se arrepentía de haberlo hecho creyendo que valdría la pena, pero al final no fue así. Terminó encantándose con ese amor que él le profesaba y al final terminó más que flechado por ese amor sincero – sé que le hice daño, mucho y sé que no lo merezco, pero lo necesito...

- Bebé, no llores – ruega Key conmovido hasta donde no se imaginó al verlo así, pasando increíblemente de un estado de ánimo contento a uno triste y nostálgico, en menos de un segundo.

- Quisiera verlo una vez más – suspira mientras limpia sus lágrimas – y decirle que de verdad me enamoré de él... que quiero algo serio con él... que me arrepiento de haber jugado con sus sentimientos...

...Yo quiero algo serio contigo, no busco pasar la noche contigo, porque de haber sido así te aseguro que ya hubiera pasado...

Recuerda lo que Minho le dijo aquella vez, cuando pelearon en el almuerzo de su primera cita, las palabras que lo dejaron sin habla, sin saber qué responder. Las que le daban sentido a cuando terminaba riéndose cuando intentaba seducirle sólo para pasar la noche.

- Tranquilo, no sabemos nada con exactitud, no pienses que es el fin del mundo, porque quizás viajó y volverá pronto...

- Se fue, incluso dejó su casa sin dejar ningún recado.

Key le mira preocupado, nunca antes lo había visto tan afectado, ni siquiera cuando le contó que Jinon quería vivir con él y con Jessica, lo vio reírse y luego volver a su estado taciturno, como si se hubiera enterado que su programa favorito no se transmitiría a la hora que le dijeron. Estaba seguro de que estaba afectado, pero no era nada comparado con haberse dado cuenta de lo tarde que era para hacer algo por ese amor que, como lo predijo, estaba ahí, fuerte, arraigándose cada vez más en ese débil corazón.