Capítulo 29

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-Jimin... -Dijo sacudiendo el cuerpo del más bajo con un intento de suavidad fallido. -Jimin... tienes que despertar... -Después de los segundos sin respuesta, su paciencia se esfumó. -¡Levántate de una vez flojonazo, te dije que no te durmieras en el viaje! -Le gritó Jungkook sin una pizca de delicadeza en el oído.

-¡Ahhh! ¡No hagas eso mocoso! -Un agitado Park se levantaba de un salto de su asiento designado en el tren. -¡Pudiste haberme provocado un paro cardíaco! ¡¿Dime que harían tú y tu esposo sin mi si me muero?!

A medida que la gente volteaba a ver a ambos jóvenes con miradas desaprobatorias y cuchicheos juzgatorios, éstos agachaban cada vez más la cabeza y se sonrojaban de la vergüenza subiendo sus respectivos barbijos para cubrir mejor sus rostros, decidiendo por mutuo acuerdo pedir las debidas disculpas y tomar sus pertenencias rápido para irse de allí lo más pronto posible.

Con valijas cada uno en mano, caminaban en silencio, leyendo los carteles y señales que indicaban las salidas de la estación, el camino a las escaleras para subir a la ciudad. Para salir a Busan.

-Y bien... ¿A dónde vamos? -Preguntó el menor observando la afluencia de gente caminando fuera del recinto, pasando a unirse a la enorme multitud que transitaba por la calle.

-Disculpa pero... ¡¿Me trajiste a Busan y no sabes donde ir?! -Le gritó Jimin, tomándolo del cuello de la camisa para ponerle a su altura en un intento de intimidarlo. -¿Eres idiota o te le caíste a tu mamá de pequeño?

-¡Deja de insultarme! ¡Creí que tu sabrías dónde ir porque eres su asistente! -Se defendió pobremente Jeon, mientras sujetaba las manos del de cabello naranja, buscando que le soltase a la brevedad. -¡Se supone que tu organizas sus viajes y todo, ¿No?!

-¡Sí! Pero este viaje fue solicitado por la sucursal de Busan, ellos se encargaron de proporcionar la estadía para Yoonie, ellos nos llevarían al hotel y nos dirían todo cuando llegáramos...

-Oh.

-¿Oh? ¿Sólo eso vas a decir? -Gruñó molesto el de menor estatura. -¿Si te das cuenta que estamos perdidos a las ocho de la noche, sin un lugar dónde pasar la noche? ¿Tienes idea de lo ocupados que deben estar los hoteles de la zona a ésta hora?

-Shhh~ estoy pensando. -Exclamó Jungkook, rogando por silencio a su acompañante, una muy mala idea por cierto. -¡Auch! ¡¿Por qué ese pellizco?!

-Por idiota, ¡tal vez te de otro por estúpido!

Con una mueca de dolor puro y quejidos de niño llorón, Jungkook tuvo una idea, o más bien, recordó algo que era útil para el momento. -Jimin... ya sé donde ir. -Tras decir eso, apartó al mayor y caminó hasta el límite de la acera para atraer la atención de algún taxista que pasara por allí. En cuanto logró que uno de ellos le hiciera señales con las luces indicándole que estaba disponible para él, buscó a su mayor y las maletas para abordar el vehículo. -Buenas noches señor, por favor llevenos al setecientos setenta y siete de la calle Soshi-Dong, esquina con Wansan. Es algo lejos, en el límite con Yeonje-Gu. -En cuanto vio al conductor observarle por el retrovisor con la ceja elevaba, forzó una sonrisa que terminó por verse como una mueca nerviosa. -Pero si nos lleva allí le pagaré bien y tal vez podamos convencer a mi amigo aquí de que le de una gran propina.

Una sonrisa forzada por un codazo de Jungkook más tarde, partieron a dónde sea que el menor había dicho.

~☆~☆~☆~

-Jeon Jungkook, te juro que si no llegamos en diez minutos a destino me haré un par de zapatos con la piel de tu espalda. -Comentaba casualmente Park luego de una hora de estar sentado en ese automóvil. -Dijiste "Algo lejos", no en la otra punta de Busan.

-No es mi culpa que nuestra ciudad sea ridículamente grande, poblada y haya tanto tránsito, cállate por favor. El señor conductor se bajará y nos dejará aquí si te sigues quejando. -Un suave "Uh-huh" de dejó oír produciendo una risilla maliciosa de parte del azabache.

-Muy maduro Jeon, seguro logras tu objetivo pronto. -Soltó sarcástico causando un puchero pronunciado en el rostro ajeno. -De todos modos, ¿Dónde estamos yendo? ¿No deberíamos buscar a Yoongi hotel por hotel o al menos buscar la compañía y que allí nos digan?

-No creo que eso sea viable, además, ¿A ésta hora no estaría cerrado ya? Sería inútil ir si no habrá nadie que nos diga dónde está. -Tras decir esto, su vista se perdió en la vista de la ventana, más bien en el exterior de ésta. La panorámica comenzaba a resultarle familiar, las calles se entrecruzaban junto con los locales y casas que entretejían un paisaje conocido, para luego dar paso nuevamente a ese sentimiento que se había instalado en su pecho cuando tuvo el momento de reminiscencia durante el almuerzo de ese mismo mediodía, una nostalgia fría que aplacaba todo en su interior y a la vez que empujaba dejando libres todos esos sentires que él creía encerrados en su interior. -Es aquí... estamos cerca. -Alcanzó a decir captando la atención del pelinaranja, quien siguió la mirada de éste hasta la ventana, admirando también y captando el momento justo en que una edificio escolar se aparecía en la escena.

-¿Estamos yendo a...?

-Esa era mi escuela. -Dijo señalando el edificio, sin haber escuchado siquiera lo que el otro preguntó. -Fui aquí hasta los trece años. Eso fue hace tanto pero aún así el lugar está igual ¿Puedes creerlo?

Nadie respondió, nadie dijo nada. Jimin no podía, no cuando la voz de Jungkook al decirlo sonaba casi quebrada y dejaba en el aire un sentimiento de tristeza, sin dejar bien en claro porqué.

Diez cuadras pasando un puente que capturó la atención del mayor por lo bonito que era, el vehículo se detuvo y el conductor bajó para sacar las maletas. En cuanto el pelinegro pagó y Jimin dio su propina quedaron solos en la acera.

-Hyung, quédate aquí. -Dijo con voz serena y mirada relajada, caminando a la cerca de la casa contigua a la que llevaba el número que Jungkook había dado de dirección. Sólo allí, cuando éste se alejó, Jimin se dio cuenta de algo. Le había llamado "Hyung" no "Enano" "Torpe" "Molestia" o "Idiota", sino que le había tratado con respeto, algo raro para ser ellos dos. Devolviendo su atención al menor en cuanto oyó que golpeaba la puerta de esa casa, vio cuando una señora en sus sesentas atenderlo. -Buenas tardes señora, tal vez no me recuerde pero... HwanMin noona me dijo que le dejaba a usted la llave de la casa para que la limpiara y bueno... yo vine a visitar y no tengo donde pasar la noche por eso me preguntaba si...

-¿Eres... Jungkook? -Preguntó la sorprendida mujer abriendo sus cansados ojos de par en par al ver bien al muchacho, que ahora había bajado el barbijo a su mentón. Llevándose la mano al pecho la mujer dejó escapar un resuello antes de pedirle que esperara allí en lo que iba por la llave.

-Jungkook, no es que no me guste el lugar pero, ¿Dónde estamos y quién es esa señora?

-Jimin... -Hizo una pausa breve, la cual aprovechó el mismo para tomar aire. -Bienvenido a la casa de mi madre.










Chan chan chaaaan~

Se acerca cada vez más el clímax de esta historia y hasta yo me estoy emocionando 😥
Como siempre, gracias por leer y ojalá hayan disfrutado mi escrito ♡

Trophy - YoonKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora