Capítulo 62

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Un resplandor cálido se daba el lujo de ingresar por la ventana, misma que aparentemente había olvidado cerrar la tarde anterior. Nada menos que eso fue el motivo de su repentino despertar tan temprano en la mañana de sábado. No es que las nueve con treinta y tres minutos fuera un horario extremadamente temprano, pero, para él que ese día era el único que podía darse el lujo de dormir por más tiempo, lo parecía.

Un suave gruñido de pereza se escapó de su boca, seguido de un bostezo nada disimulado. Como si eso fuera un llamado para el contrario, pronto sintió sus brazos abrirse camino con total despreocupación hacia su cintura, donde se asentaron con fuerza, y sin demorar mucha en su accionar, terminaron arrastrándole sin problema con toda intención de posicionarlo más cerca del cuerpo propio. -Aún es temprano para ti~ -Soltó el aún adormilado menor, afianzando más el agarre, terminando por colocar su espalda contra el pecho.

Era extraño.

Él solía ser quien acunaba a Jungkook en un abrazo por la espalda, acurrucándolo en su pecho, pero ahora era al revés. Ahora era él quien se veía envuelto con la calidez de otro cuerpo, sintiendo la perezosa respiración ajena escaparse acompasada detrás suyo para terminar chocando de lleno con su nuca.

Era tan extraño. No en un mal sentido, claro estaba. Sólo lo era.

-La luz me despertó. -Le hizo saber. No se movió ni dijo más, disponiéndose a dormir un poco más ahora que la luz ya no le daba en la cara debido a su desplazamiento de lugar.

-Pobrecillo hyung, interrumpieron tu sueño de belleza. -Aclamó con picardía dejándose oír libre en su tono de voz a pesar de lo ronca que aún sonaba. Trató de disimular el cosquilleo que le produjo la cercanía, dándose cuenta que fue en vano en cuanto el menor comenzó a dejar besos suaves y esporádicos en esa zona para luego comentar: -No sabía que eras tan cosquilloso~ -Los besos prosiguieron, volviéndose más vagos, lentos y delicados, terminando por ser apenas caricias que Jungkook le propiciaba con los labios a su desprotegido cuello. Con cada uno le robaba un pequeño temblor, un espasmo involuntario que le hacia al otro saber lo sensible y poco acostumbrada que estaba esa zona de su cuerpo al contacto, cosa que le sacaba una sonrisa de diversión pura.

-Suficiente, hora de levantarse. -Cortó el mayor, llevando su mano a la nuca y cubriéndola con velocidad y prácticamente huyendo de la cama. -Iré a bañarme -Al ver como el contrario comenzaba a levantarse también, clarificó: -Solo.

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-Dije específicamente solo, porque quería evitar esto. -Soltó al aire el mayor, viendo de soslayo como su menor se terminaba de desvestirse, pasando a hacerle señas perfectamente claras de que, en interpretación, "se corriera y le diera espacio para meterse en la tina también". Se limitó a suspirar y hacerse hacia atrás, separando sus piernas para hacerle un lugar al menor entre ellas, pues era algo rutinario el que este se recostara contra su pecho en la tina antes de que las cosas terminaran de la manera más obvia.

Pero no esta vez. Pues Jungkook aclaró rápidamente: -No así, muévete hacia adelante, hoy yo me encargo~ -Tal vez en otro momento le sonaría extraño o reclamaría, pero ahora no parecía tener ganas de hacerlo. Con una tranquilidad natural se desplazo lo suficiente para que el castaño pudiera acomodarse. No pasó mucho antes de que el susodicho lo tomara por los hombros y lo recostara contra su pecho, pasando luego a envolverlo con sus brazos en un suave abrazo cálido. Pronto sintió la barbilla ajena posicionarse en su hombro izquierdo y un susurro en su oído. -Se siente bien, el agua caliente en los músculos cansados quiero decir. -Asintió sin pensarlo mucho; los minutos pasaban en silencio pero con pequeños movimientos de parte del menor, el cual no era capaz de dejar sus manos quietas por mucho tiempo y jugaba con ellas en su piel, dejándolas libres para trazar figuras amorfas sobre su antebrazo y parte de los hombros, pasando luego a asentarse firmes en los últimos nombrados. -Están rígidos, ¿Puedo?

Trophy - YoonKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora