Con velocidad en sus dedos, tecleaba y tecleaba sin parar. Tenía en su escritorio la agenda de tres semanas para transcribir y debía presentar los protocolos de reunión para esa misma tarde. Estaba perdido, pues si a eso le sumaba los reportes atrasados de los tres días anteriores podía dar por sentado el hecho de que ese día no se iría a casa temprano.
-Al diablo -Soltó al aire junto con un suspiro largo. -Ni que tuviera algo que hacer. -Seguido, tomó su celular y abrió la aplicación de mensajes con la idea de hacérselo saber a su hermano desde ya, para que este fuera tomándole gusto a la idea de cocinarse solo y no esperarle, mucho menos, mandarle mensajes queriendo saber donde estaba pues lo distraería. Pero no contaba con que al abrirlo tocara la pantalla de más y terminara por abrir una conversación equivocada, mucho menos que fuera la de Seokjin.
Su garganta se secó obligándolo a tragar y soltar un suspiro pesado. El último mensaje ahí escrito era uno suyo diciéndole al castaño el número de su departamento y en que piso quedaba para que este fuera. Quería golpearse a si mismo al recordar como resultó todo y su cobardía como para no enviarle nada más al mayor ni contestarle sus llamadas durante todo el fin de semana inmediato y los últimos tres días.
-Jimin, ¿Tienes un segundo? -Su suerte parecía ir en decline pues ahí tenía en la puerta de su oficina a la última persona que necesitaba en ese momento. -Prometo ser breve señor suspiros -Se burló Namjoon, suspirando al segundo cuando no le respondió nada. -Juro que es por tu bien... Sólo venía a decirte que tienes unos pequeños errores en los papeles que me presentaste ayer, son sólo typos pero creí que querrías corregirlos antes de llevárselos a Yoongi y el resto de la junta directiva mañana en la mañana -Hubo una pausa prolongada en la que ninguno dijo o hizo nada, preocupando al más alto. -Jimin, ¿Estás bien? -Se limitó a asentir; sabía que debía tratar de sonar convincente, pero ya no tenía fuerzas para ello cuando llevaba varios días haciéndolo y su cansancio mental le había comenzado a pasar factura a su cuerpo luego del insomnio. Eso, y que en verdad era pésimo mintiendo cuando Namjoon se acercaba a su rostro para verlo a sus ojos mientras le decía: -No, no lo estás y ahora mismo me vas a decir porqué.
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-Él es un idiota -Escuchó decir al mayor, negó rápidamente, terminando por refregar su mejilla contra el pecho del pelinegro pues aún seguían abrazados y demasiado juntos. -Si lo es.
-Que no -Lo cortó. -Él no tenía porqué corresponderme, yo fui atrevido e hice mi movimiento sin consultar ni tener en cuenta lo que pensaba, sólo porque creí tener indicios de que yo le gustaba cuando probablemente estaba siendo amable y lindo conmigo porque es una buena persona que es amable y lindo con todos sus amigos -Explicó con tranquilidad en su voz pero con el peso acrecentándose en su pecho. Sintió como el mayor lo separaba a la fuerza y tomaba su rostro con su diestra del mentón, forzándolo a alzar la mirada y apretujando sus cachetes.
-Pues entonces debió habértelo dicho con delicadeza -Hizo amago de querer safarse para clarificar que de hecho había tenido bastante tacto al apartarlo pero el contrario siguió hablando sin darle oportunidad. -También debería haberse quedado a explicarte porque no podía corresponderte, ¡No me imagino ninguna razón existente para que alguien se resista a estos cachetitos lindos y esa sonrisa de ángel tuya! ¡Es inconcebible!
Jimin sonrió. Sabía que lo decía para subirle el ánimo y la autoestima, pero a su vez se sentía mal, porque era consciente de lo que se escondía detrás de esas palabras. -Gracias Nam, tus consuelos me sirven, aunque me siento mal de que nos hallamos retirado de la oficina tan temprano cuando-
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Trophy - YoonKook
De TodoJeon Jungkook es el nuevo vecino, un vecino perfecto, si le preguntaban a los demás residentes. Siendo un joven de tan sólo 21 años logró lo que la mayoría solo soñaría; se abrió paso en el mundo del espectáculo como modelo predilecto de su patrocin...