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• DÍA #195 •
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No soñaba seguido y si lo hacía por lo general no los recordaba; él era de ese tipo de personas. Aún así al abrir los ojos sintió que estaba viviendo uno. El sol rebotaba sobre su cabellera que caía en su frente y mejilla. Reposaba sobre la camilla con los brazos usándolos como almohada y un hilillo de saliva recorría su boca como ya había visto antes, y aunque le daba asco seguía viéndose hermosa. Movió los dedos de la mano derecha, pero como allí reposaba el suero le era imposible alcanzarla; entonces quitó la vista de ella y la plasmó en su nuevo brazo. Movió el índice con mucho esfuerzo y apareció un suave corrientazo. Era extraño. Era extraño tenerlo de regreso después de tantos años.
Era como tenerlo y no tenerlo a la vez. La prótesis era real, pero no era el original y eso lo hizo recordar por qué lo había perdido y no sintió rencor o remordimiento, ni nostalgia u odio, o el merecer no tenerlo. Simplemente ya no estaba el propio y el nuevo no estaba del todo mal, pero al intentar moverlo una segunda vez fue torpe y casi imposible pues sentía que el levantar sólo el meñique le llevaba toda la fuerza.
— Buenos días, Sasuke-kun. —la puerta no hizo ruido, pero la voz de Sakura fue tan estridente como una bomba. Era la primera vez que la veía desde la operación y se veía animada de poder visitarlo en sala general después de la rápida recuperación en cuidados intensivos. Hinata levantó la cabeza de golpe y limpió su boca rápidamente. Sasuke observó en Sakura un brillo de molestia dirigido a Hinata y el semblante frío de antes emergió en su rostro. — Vine a revisar el progreso. Si eres tan amable de salir por un momento, Hinata. —ella asintió adormilada después de darle un saludo rápido con la cabeza a Sasuke con la misma sonrisa de los días pasados Cuidados Intensivos. Una vez solos, el aura de Sakura cambió a una más feliz y amable.
— Sakura —llamó tranquilo pero completamente despierto ya que la anestesia había desaparecido de su sistema; sentía el dolor de la operación. Ella terminó de tomar las medidas de los monitores, revisar el goteo de la medicación y se aproximó a él con una sonrisa. — Tú no me gustas. —expresó seguro, descaradamente distante y mirándola a los ojos con firmeza— Estoy interesado en Hinata. —La alegría en su mirada jade se oscureció y salió de la habitación en silencio, sin mirarlo y con el lápiz en su mano partido a la mitad.
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Después de que Sakura dejó el cuarto pasaron varios minutos hasta que Hinata regresó a la alcoba con el rostro limpio, pero aún adormilado. Llevaba una bandeja con jugo y algo que parecía puré de frutas junto a un vaso con agua. Ella seguía animada y eso le dio a entender que Sakura no le había reclamado nada por sus repentinas palabras. — Buenos días, Sasuke-kun. —comunicó dejando la bandeja sobre una mesita mientras levantaba la camilla con un control al costado. Luego acercó la mesita hacia él y tomó la compota amarilla con la cucharita.
— ¿Qué crees que haces?
— Tu desayu... —respondió. Era su primera comida sólida después de la intervención— ¿Por qué? ¿No quieres? ¿Te duele el estómago? ¿Quieres que llame a Tsunade-sama?
— No. —contestó rodando los ojos— Puedo comer solo.
Ella parpadeó tranquila, miró su nuevo brazo —un tercio más delgado que el derecho— y luego dejó la papilla en la mesita. Hinata permaneció sentada a su lado, mirando y no mirando a la vez su actuar. Sasuke levantó el brazo derecho como de costumbre, pero un segundo después realizó una mueca de dolor.
— Te duele, ¿verdad? No me molesta darte de co... Puedo acomodar la camilla más arriba. —agregó rápido por su mirada— ¿Necesitas que llame a Tsunade-sa...?
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Camino ninja del sentimiento
FanfictionDespués de dos largos años de viaje, Sasuke regresa para cumplir con la última disposición del Concejo de Ancianos: casarse por conveniencia. Cuando le dijeron que la Heredera Hyuga era la designada le dio igual, al fin y al cabo su vida ya no tenía...