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-Reiner, yo te apoyaré.

-Gracias, Bertholdt. La verdad es que pensé que saldrías corriendo o te decidirías por evitar mi compañía.

-Primero era tu problema, pero ese hombre me ha visto contigo así que esto también es asunto mío. No te garantizo un gran respaldo o una protección, pero estaré contigo en ésta situación.

-Y yo prometo que no dejaré que ningún movimiento de Zeke te afecte.

-Está bien.

Un silencio incómodo hizo presencia.

-Oye. Te dejó pensando, ¿cierto?

-Eso creo. Esto no es para nada normal.

-Bertholdt...- el rubio intentó acercarse a lo que me alejé por simple reflejo. Me transmitía un poco de inseguridad, más al tener en cuenta la clase de problemas (además del ya contado) que puede acarrear.

-¿Bert?- una voz conocida llamó nuestra atención, de modo que la seguimos encontrándonos con Marco, quien venía con Jean. -Sí eres tú, no esperaba verte por estos lares... Aguarda- paró de forma abrupta al reparar en mi compañía. -¿Quién es él?

-Marco, él es Reiner Braun, un amigo; Reiner, él es Marco Bodt, mi más cercano en la vida universitaria.

Ambos hombres se saludaron a través de una estrechada de mano. Jean no se veía interesado en lo que ocurría; por el contrario, se notaba que ansiaba irse.

-Así que... ¿Se conocen desde el primer semestre?- el rubio sacaba conversación.

-Exacto. A Bert siempre se le ha dificultado hacer amigos, por lo que he sido su apoyo a partir del primer instante en el que tuvimos contacto- el pecoso era el que tenía la palabra. -Y ahora que lo pienso, ¿dónde se conocieron?

-B-bueno, resulta que...- empecé.

-Nos chocamos saliendo de un bar- se apresuró a mentir el hombre a mi lado. -Entonces se le cayeron sus documentos, él siguió de largo, y al otro día vine hasta acá para devolverlos. ¿Algo más?

-¡Oh! ¡Te recuerdo! Yo sí decía que te me hacías conocido- el pecoso continuaba la charla con entusiasmo sin siquiera reparar en la hostilidad de Reiner. -Tú lo mandaste a llamar aquella vez en la primera planta de las estancias.

Braun no hizo más que un leve asentimiento. En su postura se reflejaba la incomodidad.

-No tienes por qué ser así. Apenas lo conoces, y te puedo decir que es un gran chico- susurré sólo para los dos.

-No me genera confianza- me respondió con el mismo tono bajo.

-¿Es enserio? Míralo. ¿A caso tiene cara de matón?

-Ese no es el caso...

-No lo trates así, por favor.

-Está bien- se resignó antes de volver su atención a la pareja frente a nosotros. -Oigan, estaba a punto de proponerle a Bertholdt que me acompañara a mi próximo viaje a Hamburgo. Habrá una convención de grandes emprendedores y anhelo su presencia; aunque de los tres días que dura el evento, sólo uno podrá entrar conmigo, por lo tanto me gustaría extenderles la invitación considerando la amistad que a ustedes les une y de esa manera Bert no se quedará solo.

It can't be (ReinerXBertholdt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora