Han pasado dos semanas y Reiner todavía se muestra reticente a darme una explicación de lo sucedido.
Los primeros tres días le escribí, pero nunca recibí la respuesta a mi pregunta. Desde entonces, se limita a saludarme y a tratar de llevar la conversación hacia otros temas, a lo que yo me niego inmediatamente.
Hoy no era la excepción. Su saludo figuraba en la pantalla del celular; no obstante, no pienso hablarle. Me estoy cansando de esperar el por qué encontrarnos con aquel hombre provocó tal reacción.
-¿Por qué estás tan ido, Bertholdt?- Armin me sacó de mi estado ensimismado. Al frente, el profesor de la clase de taller aplicado desarrollaba el tema del cual no tenía ni idea por andar en las nubes.
-N-no es nada, Armin. Bueno, nada grave.
-Ya veo. Pensé que tendrías la mente cansada.
-Eso también- reí antes de centrar mi mirada a la lección.
Olvidé la presencia de mi celular. Quizá era hora de rendirme y dejar que Reiner me diga las cosas por voluntad propia. Después de todo, no sé si todo se deba a algún aspecto o vivencia de su pasado; si es así, prefiero darle su espacio y esperar.
"-¿Por qué no contestas? ¿Te decidiste a ignorarme?"
El rubio acababa de mandar un nuevo mensaje ante la ausencia de mi respuesta. No me convenía que me cogieran con las manos en la masa y todavía quedaba una hora de clase, por lo que volví a pasarle por alto con el compromiso de contestarle después.
-¿Quieres que trabajemos juntos?- Arlet me dirigía la palabra nuevamente, sólo que en ésta ocasión buscaba mi compañía para equipo de trabajo. Gustoso acepté.
El resto del tiempo nos concentramos en una actividad propuesta para calificación inmediata. El tercer y último corte del semestre se acerca, lo cual es sinónimo de mayor esfuerzo y menos holgazanear. Lo que quiero decir es que a estas alturas, distracciones y salidas deben quedar relegadas.
-Creo que hemos terminado- concluí. -¿Lo entregarías al profesor?
-Claro, ya regreso- afirmó mi compañero yéndose con las hojas donde estaba resuelto el trabajo.
Mi celular vibró dándome aviso en cuanto a uno de mis chat.
"-Bertholdt, ¿es porque no te he dicho lo que quieres escuchar?"
Suspiré y acto seguido tecleé:
"-No, no es por eso. Estoy estudiando, Reiner.
-Oh, lo siento. Sigue en lo que estabas.
-Ya terminé. No hay problema. Con respecto a lo otro, aceptaré que me lo digas cuando mejor te parezca. No te presionaré.
-¿Y si hoy me parece mejor?
-Lo hubieses dicho desde un principio.
-Eso pretendía, pero no contestabas.
-Vale, vale. ¿Dónde y a qué hora?
-¿No puedes recibir visitas en tu habitación?
-¿Qué?
-Sólo juego jajaja. Hablaremos en algún lugar del campus. Espérame en la entrada de la universidad a las 5pm.
-Entendido. Nos vemos entonces.
-Bien, no se te olvide. Recuerda que sé dónde está tu cuarto.
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It can't be (ReinerXBertholdt)
FanficBertholdt Hoover, un estudiante de sexto semestre de medicina residido en Berlín. Para su desapercibida existencia todo parece ir bien, pues estudia lo que siempre le gustó; mejor aún siendo becado en la Universidad Libre de Berlín, no obstante su t...