3

1.6K 250 87
                                    

—¿D-disculpe?—solté con un nudo en la garganta, sin poder creer lo que sucedía.

El hombre frente a mí soltó una pequeña risa mientras negaba con levedad.

—Repito. Me llamo Reiner Braun. Ayer cruzaste con el semáforo en verde y casi te arrollo. Hubiera querido cerciorarme de tu estado de salud, pero saliste despavorido dejando tu cartera en la vía.

—L-lo siento. Casi le meto en un lío.— bajé mi cabeza como acto de disculpa— Por favor, perdóneme. Prometo que no tendrá otro susto por mi parte.

—Tranquilo.—posó su mano sobre mi hombro, ante lo que temblé—Sólo ten  ten más cuidado. Si vuelves a hacer eso, las consecuencias podrían ser peores.

—Lo sé.— mi mirada seguía clavada en el piso ansiando que el hombre se fuera— Oiga. ¿Cómo me encontró?

—Tienes tus documentos en la billetera.

Palmeé mi frente internamente. ¡Era obvio! ¡Buena esa, Bertholdt!

—Me atrevería a decir que tu imprudencia fue por mera distracción, pero vi algo más. ¿Por qué ibas así? Estabas algo...— buscó   las palabras— ensimismado y decepcionado. Perdona que me meta y pregunte lo siguiente. ¿Sucedió algo antes?

—N-no. Creo que tiene razón en lo primero. Distracción, eso fue.— mentí.

—He tratado con mucha gente en diferentes situaciones como para saber cuándo no me dicen la verdad— sentí un escalofrío en mi espalda— De igual modo, lo comprendo totalmente. Apenas sabes mi nombre. No te genero confianza.— pareció  detenerse— Por ahora.

—¿Eh?— me sorprendí al escuchar aquello último. No cualquier persona llega hasta tu residencia con más intenciones aparte de devolverte lo perdido.

—¿Te gustaría ir a tomar un café?

—¿Qué?— mis ojos casi se salen de sus órbitas. Quién es este chico y por qué quiere que hagamos tal cosa. ¿Quiere que sea su amigo o qué?

—Dije que...

—Entendí lo que dijiste.— le corté— Es sólo que, no lo sé. A duras penas hemos intercambiado palabras.

—Y es por eso que quiero que tengamos una charla amena mientras disfrutamos de un buen café. Mira, me has causado mucha curiosidad. Fácilmente pude venir y dejarte tu objeto; no obstante, estoy aquí, gracias a ese cuestionamiento que me dejaste desde ayer.

Este sujeto insiste en compartir conmigo. Me da un poco de inseguridad acceder, o sea, me propuse ser más sociable y abrirme a la gente, pero él no es siquiera un estudiante. No sé en qué ambiente vive su cotidianeidad.

—No te presionaré.— dijo aquel ante mi silencio— Pero tampoco me iré sin más. Ten.— me extendió lo que parecía una tarjeta de contacto— Cuando te sientas preparado llámame, por favor.

Tomé el delgado y liviano papel entre mis dedos. Pude ver en su rostro una sonrisa comprensiva, aunque sus ojos suplicaban por una respuesta positiva de mi parte.

—De acuerdo.— contesté confiado como nunca. Al parecer esas dos palabras bastaron para que su mirada se tornara serena.

—Entonces me retiro. Un gusto haberte encontrado, Bertholdt.— comenzó a despedirse, llamándome por mi nombre, el cual deduzco que vio en mi carnet. Extendió su mano.

—Muchas gracias por traer de regreso la cartera, y nuevamente perdón por lo de anoche.— tomé su mano extendida devolviendo el gesto de despedida.

—No tienes por qué seguir preocupándote por eso. Olvídalo; más bien piensa en lo que te dije. Estaré esperando tu llamada.

—Oh, s-sí, claro.

—Hasta entonces, Bertholdt.

—Hasta entonces, Reiner.

Y con escuchar esas últimas palabras salió del lugar. Por mi parte quedé ahí sosteniendo la tarjeta; fue entonces cuando me percaté de que aún no leía su contenido.

En la parte superior se leía "Titanium Real State". Con que una inmobiliaria, ¿eh?

Más abajo figuraba el nombre Reiner Braun, y en el siguiente nivel, con letra pequeña pero de gran importancia fue impreso Founder & CEO.

Tal como lo pensé, ese hombre proviene de un ambiente totalmente diferente al mío. Podría decirse que hasta más complejo.

¿Por qué adentrarme en ese terreno?

It can't be (ReinerXBertholdt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora