—¿Qué pasa, Kate? —la chica había pasado toda la tarde mirando el vasto mar, sin iniciar una conversación con nadie. Tampoco había comido y claramente eso llamó la atención de los demás, de los cuales solamente Aang decidió ir a hablarle. El muchacho tragó saliva, tratando de aclararse la garganta—. Has estado aquí toda la tarde. Sola.
—He estado pensando una y otra vez las palabras que me dijo Kyoshi las veces que entré en estado Avatar —contestó después de un rato, sin mirar al chico—. De cómo debo cumplir mi destino a costa de la muerte de gente inocente. Yo no quiero eso.
Él sonrió, acercándose un poco más a ella. —Tú no eres alguien capaz de matar porque te lo ordenen...
—Tú no sabe eso, Aang —afirmó la chica, girándose para enfrentarlo—. Me dijeron que tenía que matarte, y yo no lo dudé ni dos veces —ante la mirada de perplejidad del chico, Kate continuó—. Kyoshi contactó conmigo hace unos meses, en uno de mis sueños. Suponía que también lo habían hecho contigo —tragó saliva—. Me dijo que, si quería lograr mis objetivos, tenía que matarte para así tener tu poder... pero no pude hacerlo. Simplemente no pude.
Él no dijo nada, simplemente se quedó observándola con los ojos fijos en los de ella. Kate comenzó a sentirse nerviosa. Prosiguió hablando. —Tú peleas por lo mismo que yo: derrotar al señor del fuego. Seguir adelante aún cuando nuestros pasados no sean los mejores. No deberíamos estar en contra, deberíamos trabajar mano a mano.
Volvió a haber un silencio. Kate se puso nerviosa. —¿En serio pensabas matarme? —preguntó Aang, arrugando la frente—. ¿Viniste con nosotros solo para cumplir ese propósito?
—Al principio era así, pero te prometo que mis pensamientos cambiaron después de conocerlos —aseguró la chica, apretando los labios—. No quiero hacerte daño, Aang.
—Yo confiaba en ti, Kate —el pequeño se vio repentinamente triste y decepcionado. Algo en el pecho de la muchacha apretó con dolor. Era la primera vez que él la miraba así—. Mientras yo te invitaba a entrar a mi mundo, ¿tú planeabas asesinarme?
Kate apartó la mirada, rascándose el brazo. —Es complicado, Aang. Yo solo quería salvar al mundo... Como decía mi destino.
—¿Matándome lo ibas a lograr? —preguntó Aang, alejándose de ella.
—Aang, sé comprensible... —trató de hablar la chica, pero fue interrumpida por el muchacho.
—A mi también me dijeron que tenía que matarte —se sinceró, apretando la mandíbula—. Pero borré esa opción de inmediato. Pensaba conocerte e intentar unirte a mi lado, Nunca pensé eliminarte —Aang bajó la vista hacia sus pies—. Y pensar que te creía. Ahora entiendo el por qué eras fría conmigo y con Katara y Soka no.
Hubo un largo silencio antes de que ella se volviera a acercar a él, hablando con voz débil y temblorosa. —Tengo miedo Aang —se confesó por primera vez a alguien—. No quiero enfrentarme al señor del fuego sola, tal vez por eso nunca te maté. Por eso dudaba. No por el hecho de que fueras tú.
—Yo también tengo miedo, Kate —dijo el chico, sintiendo cierta tristeza mezclada con desprecio—. Pero no por eso planeaba matarte...
—¡Ya basta! —gritó la chica, llamando la atención de los hermanos, quienes no estaban muy lejos de ellos, mirando lo que ocurría. Kate intentó calmarse, pero pareciera que no podía—. Sí, planeaba matarte, porque soy una maldita asesina desde que tengo casi diez años. Pero, ¿sabes qué? Esta es la primera vez que dudé en hacerlo. Porque sabía que no era mal chico, que eras querido y que tarde o temprano caería en tu encanto, porque así eres tú. Adorable. Estuve peleando contra las crecientes pesadillas y pensamientos sobre el señor del fuego que no podía pensar claramente. Estaba asustada. ¡Estoy asustada! Realmente no soy tan valiente como parezco Aang, te lo aseguro. No soy el héroe que toda mi rebelión piensa que soy. No solamente porque haya matado a alguien, sino porque no me puedo controlar. Mis emociones me dominan, al punto que cometo actos que me llevan al borde de la muerte. Esta cicatriz y la de la espalda son prueba de eso —dijo, levantando su mano derecha—. Y tal vez me haya arrepentido de muchas cosas en mi vida, pero de seguro el hecho de conocerte no fue una de ellas. Me cambiaste. Me confundes y me atraes. ¡Espíritus! Nunca pensé que diría esto, pero mi mente no deja de tenerte a ti como el centro de sus pensamientos. Tal vez una vez quise matarte, pero te aseguro que esas ideas ya no rondan por mi cabeza. Aang yo...
El chico se paró ligeramente en puntillas para alcanzar el rostro de la chica y darle un beso, tratando de responder a sus dudas e inquietudes con ese acto. Kate se quedó quieta por unos segundos mientras procesaba lo que acababa de suceder. Acaba de decir que quería matar a Aang. Acaba de sincerarse y declaró sus sentimientos. Estaba besando a Aang. Y no le disgustaba.
Los dos chicos se separaron lentamente para intentar recobrar el aliento. Asombrados el uno del otro. ¿Qué había sucedido? La cabeza de Kate daba vueltas sin parar. Estaba cada vez más confundida. —Lo siento Kate, yo... —trató de decir Aang, buscando alguna explicación, pero no encontraba ninguna razonable. Se había arrojado por impulso a los labios de la chica, pero no parecía haberle molestado para nada. Él no se sentía enamorado de Kate, solo curioso y algo confundido—. Yo no quería....
—No digas nada. Entiendo —dijo la chica, con el corazón algo dolido. Sentía que estaba siendo rechazada por él, y no quería seguir escuchando lo que tenía para decir. Que se arrepentía de lo que había hecho. Dio un paso atrás, lejos de él—. No me sigas, por favor...
Y antes de que pudiera darle una respuesta, Kate salió corriendo del lugar, pasando por al lado de Katara y Soka para luego seguir su camino, sin ninguna pertenencia salvo un mapa con lugares marcados.
Kate pensaba darse un tiempo antes de volver con ellos, antes de enfrentar su destino. Sentía que la única forma de escapar era volver a sus orígenes, pero este viaje no era más que un enredo donde más de uno va a caer.
Perdón por tardar, pero ha sido una semana realmente intensa hablando en lo académico. He estado muy ocupada y realmente ahora mismo debería estar haciendo otra cosa, pero tenía que terminar este nuevo capítulo. Pensaba hacerlo más largo, pero me di cuenta que sería muchísimo más largo de lo que suelo hacerlo, por lo que lo dejé aquí... ¡Espero les haya gustado!
¿Kate realmente abandonó porque no sabía que hacer, aún cuando sabía que Aang sentía lo "mismo" que ella por él? ¿O era porque tenía miedo de aceptar que se estaba enamorando de alguien que no era el chico que dio la vida por ella, el amor de su vida?
¡Nos leemos en el próximo capítulo!
¡No olviden votar si les gusto! ;)
Caty
[Nueva Edición 26/08/2018]
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El Secreto Avatar
Fanfiction¿Qué estarías dispuesto a dar por amor? ¿Tú vida? ¿Tú cuerpo? ¿Matarías por él? Aang no estaba muy seguro de eso, pero Kate sí. Ella estaba dispuesta a dar todo lo que sea necesario para vengar la muerte de aquellos que alguna vez quiso, incluso si...