Deidara Dolittle

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A Sasuke la lluvia antes le daba lo mismo, antes, por que ahora también la odiaba por qué no habían llevado a Naruto a causa de eso y encima el novio de Itachi le había cambiado el nombre.

Kyubi le había dicho vía skype a Itachi y luego como todo bárbaro qué era el rubio levanto frente a la cámara a su pequeño gatito mostrando a su dueño sus partes nobles. Naruto se removió avergonzado y a Sasuke le sangró la nariz.

Luego el rubio argumento que la lluvia lo mantenía en casa y que por eso no podía salir y le prohibió a Itachi salir con ese clima.

¡Pero si era una jodida lluviecita!

Sasuke miraba las gotas resbalando por el cristal, el cielo totalmente gris, así como su alma — según él — la neblina cubriendo gran parte del vecindario. Sasuke cerro los ojos y morfeo se lo llevo de a poco.

El sol era tan bonito que a pesar de tener los ojos cerrados logro sentir una oleada de calidez sobre su cuerpo, quizá hasta una caricia de sus rayos sobre sus orejitas. —Despierta ttebayo~~—

Sasuke abrió los ojos y el sol lo recibió con un abrazo, todavía medio atontado se recostó sobre su hombro.

Entonces en sol un beso le dio.— te quiero Suki

Sasuke abrió los ojos con ese dulce Suki que enfatizó la "iy el sol deje de serlo cuándo despertó y se encontró con Naruto.

Su corazón brinco de gusto y de un salto se colocó sobre él, le dio muchos lenguetazos mientras Naru reía, y sin darse cuenta al final terminaron con las naricitas juntas, Naru cerro sus ojos azules y Sasuke se acercó, lento, despacio, agitado, nervioso, seria su primer beso, su primero y seria con el gatito mas bonito del mundo, sintió que están cerca ...

¡Sasu, ven a comer! — grito Itachi

Y Sasuke despertó. Y por supuesto se enojo. Y la historia de Sasuke terrorista ya la saben.

Naruto daba vueltas por todo el departamento el tifón era bastante fuerte y le preocupaban bastante los gatos mas pequeños de callejón donde el solía vivir, el había pasado ya por dos tifones y no le daba miedo, sabia cuidarse y necesitaba salir, verificar que sus pequeños amigos estaba bien.

—¡Meowww! ¡Meowww! ¡Meoww — maullo lo mas fuerte que pudo, necesitaba salir, ayudar a sus amigos.

Deidara lo levanto a la altura de su rostro y le hablo.

—Creo que estas muy nervioso hm, y creo saber por qué — le dijo en tono comprensivo — eres un gato callejero ¿no es así? Itachi me lo dijo — Deidara mantenía conversación con él mientras lo cargaba con un brazo y con el otro buscaba algo en el closet — yo también era algo así como callejero, con amigos de dudosa reputación, pero conocí a Itachi y bueno mirarme ¡aqui esta! — el rubio saco un impermeable con un compartimientos delanteros, colocándolo a él en el que estaba frente el pecho — vas a ir aquí — señalo su pecho— hasta la casa de Itachi y ya estado ahí me guías hasta donde antes vivías.

Deidara se sintió idiota por todo que estaba haciendo, pero el instinto le dominó.

—¡Rayos! Sí esto funciona me haré promoción como el nuevo doctor Dolittle japones.

Los dilemas de un gato gruñón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora