Sasuke es un gato negro que odia salir de su cómodo hogar, odia salir al sol, odia mojarse y definitivamente odia que toquen sus cosas. Todo eso cambiará cuando conozca a Naruto un gato rubio de brillantes ojos azules, juguetón, embustero, mal habla...
Naruto desaparecía todo el día y volvía por la tarde noche.
Sin avisar a su teme novio.
A veces cuándo Sasuke despertaba el rubio ya no estaba en casa, a veces hasta le ganaba a Itachi y Deidara en salir a trabajar. Su desayuno quedaba servido y quedaba intacto hasta la tarde.
Sasuke preguntó la primera semana que era lo que hacia fuera de casa tanto tiempo y por que no lo llevaba con el, pero Naruto le dijo que eran cosas que no podía saber y qué no le diría nada.
Sasuke sintió que el corazón se le rompía cada qué lo veía llegar, comer y dormir, el minino rubio ya ni siquiera jugaba con los juguetes o con su regalo de cumpleaños. Aquella ratita de peluche quedo olvidada.
Sasuke se acostaba lo más cerca que podía del rubio aprovechando que caía rendido, buscaba su olor pero desde hace dos semanas el Anís había sido suplantado por el olor a basura y perro.
—¿ya no quieres que seamos novios dobe? — susurraba bajito, sin obtener respuesta y con los sentimientos atorados en la garganta.
Sasuke abrió los ojos muy temprano y vio a Naruto sentado viendo los primeros rayos del sol atravesando las cortinas de la ventana, moviendo las orejas. Cerro los ojos de golpe cuando Naruto se levantó.
Sintió sus pasitos pisando la alfombra y su cuerpo caliente recostarse muy cerca de él. El corazón de Sasuke brinco de gusto.
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—Novio — el rubio susurro mientras lamia la oreja del felino negro.
Abrió los ojos y dio la oportunidad de que lo sucedido fuese explicado por iniciativa del rubio y no por exigencia suya.
—Hola novio — le respondió y le dio empujones suavecitos con la cabeza.
Naruto salto sobre él —Vamos a jugar teme.
Sasuke lo tumbó y comenzaron a rodar hasta las escaleras, luego corrieron hasta la alfombra ahí continuaron rodando y robándose besitos de vez en cuando.
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Desayunaron juntos, jugaron juntos, y tomaron un baño de sol juntos. Para Sasuke estaba siendo el día juntos. Y eso le gustaba.
Naruto por otro lado estaba haciendo tiempo.
Tiempo, por qué no sabía como explicarle a su teme novio celoso donde anduvo todos esos días y el resultado de aquellas escapadas.
Pero el tiempo se iba rápido y él debía aprovechar que Deidara y Itachi no estaban.
