Los dilemas de un gato gruñón.

Especial de Navidad.

Deidara se coloco un gorro rojo con un enorme pompón en la punta, al rubio le gustaba la navidad y ahora que su familia era grande mucho mas, un mes atrás se había casado con Itachi  y ahora eran formalmente esposos, había sido una boda muy bonita, con Naruto y Sasuke vestidos de traje y los mininos tirando pétalos de rosa.

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Mikoto y Fugaku estarían con ellos en la fiesta de navidad y los padres de su esposo aprendieron a convivir con la familia gato. Los mininos eran tan adorables que conseguían de inmediato el cariño de la gente.

—Daisuke lleva los juguetes de los mininos a la otra habitación por favor — Itachi vio al pequeño niño tomar con dificultad el tronco escalador — No subas escaleras por favor — pidió finalmente antes de dejarlo solo en la sala.

Daisuke tenia solo cinco años y el orfanato les había concedido llevarlo a modo de prueba a su hogar. Ellos habían solicitado la adopción pero al ser una pareja homosexual debían pasar por mas filtros que una pareja hetero.

Al memos tenían la oportunidad de tenerlo a prueba.

El pequeño niño de ojos negros y cabellos del mismo tono, había sido rescatado de su hogar luego de que un vecino reportara el maltrato hacia el pequeño niño.

Cicatrices en sus brazos, en cabeza y piernas adornaban al pequeño Daisuke.

Deidara fue quien lo señalo en cuanto les presentaron a los niños que podrían tomar en custodia y es que Naruto en cuanto vio al niño se acerco a el y ronroneo por largo rato en sus piernas.

Los demás niños eran lindos pero el único triste, tímido y con los ojos opacos era él.

El corazón de Deidara se estrujó y decidió llevarlo a casa.

En cuanto Daisuke puso un pie en la casa, fue recibido por once gatos, quienes maullaba dándole la bienvenida. El niño se agachó y trato de acariciarlos a todos pero sus pequeños brazos no se lo permitieron. Algo que los gatitos decidieron resolver trepándose sobre él.

Las carcajadas del pequeño Daisuke provocaron que la pareja decidiera luchar por él.

Mermelada y Capuchino eran los mas traviesos con Daisuke, esperaban a que el pequeño niño pasara cerca de las escaleras para saltar sobre su cabeza, Naruto y Sasuke eran protectores con el nuevo humano de la familia, si Dai se aproximaba a la cocina Sasuke le daba pequeños cabezazos para que se alejara o si Dai intentaba coger los cereales de la alacena era Naruto quien los empujaba evitando que el pequeño trepara por las sillas.

Peperoni, Momo,Sasu Jr, Ichi,Susu y Mandarina al ser mayores, jugaban con el para evitar se aburriera e hiciera cosas peligrosas mientras Deidara preparaba la comida.

—Papá ¿puedo comer ensalada de manzana? — Daisuke jamás había probado algo tan delicioso, había sumergido un dedito y el sabor simplemente inundó sus papilas gustativas, provocando la necesidad de comer de aquello tan rico.

—Es para la cena de esta noche cariño — Deidara miro la carita llena de decepción del pequeño pelinegro. Sonrió. — pero lo mantendremos en secreto, anda, ve por un vaso y una cuchara.

Daisuke coloreo sus mejillas de carmín y corrió por los utensilios, se paro de puntas para tomar el vaso mas grande pero sus estatura le impedía alcanzarlo, aun si estiraba los dedos.

Ichi que veía atento al niño rodó los ojos y con andar presuntuoso fue por un pequeño banco especial para subir y no resbalar en el proceso.

Ichi estiro los deditos pero no logro siquiera acariciar con la yema de los dedos el vaso,bufo cansado y decepcionado.