Los dilemas de un gato gruñón.

Día 55

Luego de celebrar en Ichiraku y de hacer la presentaciones con Ayame y su padre Itachi y Deidara prometieron volver, ahora sabían del aprecio de esa chica hacia el gato rubio quien para ese momento se encontraba con dos tazones de ramen en el organismo y con clara evidencia que estar apuntó de estallar.

Deidara lo despertaba en el camino por qué le preocupaba que el tamaño de su panza le obstruyera la respiración. Algo que Sasuke le agradecía por que el también estaba bastante preocupado.

Naruto ni en cuenta con su preocupación el iba con panza llena y corazón contento.

El día 55 llego.

Día y noche el minino negro se pasaba dándole mimitos al futuro "mami" de sus bebitos, el lado hostigoso se había activado después de la ecografía y es que Kakashi le subió el ego hasta las nubes con su "bien hecho campeón, eres digno de pertenecer a esta familia, sí ya decía yo que lo modocito era pura pantalla"

Sasuke se tomó literal lo de campeón, iba y venia con la comida, con mantas y todo lo que Naruto podía hacer por su cuenta, pero el gato negro insistía en que era demasiado para el y sus seis crías.

Por eso, Naruto espero a que su esposo de quedara dormido para escapar.

¡Necesitaba un respiro!

No lo pensaba abandonar, no, claro que no, solo iría a caminar a mover la grasa acumulada de tanto tragar y estar acostado.

Hizo un puchero de solo imaginarse gordo, no quería verse en un espejo o cualquier cosa que pudiera reflejarlo y dejarlo con  traumas, estaba seguro que ahora mismo era un bola de grasa.

Miro la puerta de mascotas tan cerca y medio cálculo con sus bigotes si su enormidad podría pasar a través de la abertura.

Y sí, de milagro paso.

A penas puso un pata fuera, inhaló todo lo que pudo y un suspiro escapo desde lo mas profundo de su ser. Olía a tierra, a flores, a perro. Camino despacio, estirando cada articulación, sintiendo el frío sobre su cuerpo, avanzó hasta el jardín y se recostó justo donde el sol ya daba sus primeros rayos. Y sin mas se quedo dormido.

Sasuke abrió los ojos por qué dejo de olfatear el aroma de Naruto cerca suyo, camino sin preocuparse, esperando encontrarlo en la sala.

Pero no. Ni rastro.

Quizá en la cama con Deidara.

Se asomo y de un salto trepo hasta la cama. Maullo.

Itachi lo tomo con una sola mano y lo bajo luego de murmurar,un aquí no está y seguir durmiendo.

Sasuke no insistió. Ahora si comenzó a preocuparse.

Fue al baño, quizá Naruto estaba en la tina o en la alfombra.

Entro despacio, quizá rogando encontrarlo ahí. Pero no. No estaba.

Trago saliva e hizo lo que todo "campeón" haría.

Quedarse en shock viendo a la nada.

Deidara entro al baño rascándose la espalda, con el cabello albororado y con ganas de usar el baño. Miro a Sasuke y sonrió de lado.

—Te abandonó por que no lo dejas respirar —el infierno estaba asegurado para el. Sasuke lo miró asustado y luego salio corriendo.

Deidara lloro por el ataque de risa.
Lamentó no haber tenido su celular y haber grabado la reacción del futuro padre

Sasuke atravesó la sala y tropezó con la rata de cumpleaños de Naruto.

La miro y corrió hasta cruzar la puerta de mascotas. El sol golpeo sus sensibles ojos, los cerro mientras olisqueaba buscando a su esposo.

Naruto abrió de nuevo los ojos al sentir la tensión de Sasuke, bostezo y uno de los gatitos dentro de él pateó. Naruto abrió los ojos impactado.

—¡Sasuke! —el grito seguro lo escuchó hasta Akamaru.

El gato negro sintió que se volvía blanco de puro susto. Corrió hasta dónde sus orejas detectaron al rubio.

—¡Que paso! ¿Te duele algo? ¿Donde?

—Se movió...

—¿Que? ¿Quien?

—Uno de nuestros bebés...

—Oh...

Naruto miró al gato negro y amenazó —Te prohíbo desmayarte Sasuke teme

Sasuke movió la cabeza afirmativamente y se acerco hasta la panza de Naruto —¿P-puedo tocar dobe?— pregunto emocionado

—Sí — y con eso, Sasuke se acerco despacio y posó una acolchonada pata sobre la inflamada panza, espero paciente. Naruto miraba expectante.

Y la magia sucedió. Una, dos, tres veces, muchas...

Naruto gordo.