Los dilemas de un gato gruñón.

Cinco Narus y un Sasukin

Primera parte.

Tres meses después de consumar su amor, Naruto y Sasuke practicaban sobre una pasarela llevando canastillas sobre sus hocicos simulando llevar los anillos de boda de sus amos. Ah ja, sí, ellos tendrían esa importantísima tarea de llevar las alianzas que condenaría a aquellos dos a vivir juntos por la eternidad.

Naruto llevaría el anillo de Itachi y Sasuke el de Deidara.

Toda se llevaban muy bien, y realmente se amaban. Sasuke olvido las venganzas contra Itachi bueno en realidad Naruto le prohibió cualquier despliegue de violencia contra su amo.

Naruto aprendió a condicionar.

"Si lo atacas, no hay love"

"Si desprecias mi ramen, no hay love"

"Sí eres grosero, no hay love"

Sasuke aprendió a obedecer.

Y por supuesto hubo exceso de love.

El minino negro pensó que obedecer nunca antes se había sentido tan bien.

Itachi ya no sabia si esos dos habían dejado de ser gatos para convertirse en conejos, Deidara le dijo que el sexo era como el bicarbonato, "una vez que lo tomas, repites", y ahí estaba lo extraño, por qué, sí Naruto cumplía todos los requisitos para ser como una gata y el era descendiente de un macho capaz de llevar vida en vientre gatuno,entonces ¿por qué no estaba ya esperando sasukitos? ¿La vida como conejo no estaba resultando?

Y aquí entra Deidara.

El rubio lo  llevo dónde Tsunade, y se llegó a la conclusión de que el gen se había perdido en Naruto, podía pasar por los celos pero no dar vida.

Sasuke no había pensado en esa posibilidad, la noticia le hizo reflexionar. De haber tenido la posibilidad le hubiese gustado tener muchos gatitos parecidos a Naruto.

Naruto por otro lado sintió un poco de pena, el era un gato " niñero" convivir con la camada de Iruka le gustaba y llego a pensar que el podría ser "mamá", pero así como la pena llego se fue, Naruto no era de estar girando sobre emociones tristes, el era alegre y así debía ser, si no podía dar vida por algo era.

Luego de ensayar por casi dos horas y ya bastante cansados se fueron a tomar una siesta.

Sasuke se acomodó aun lado del rubio y fue el primero en empezar a soñar.

Naruto estaba descansando entre las flores de un enorme jardín y las mariposas amarillas revoloteaban sobre el sin molestarlo. Sasuke camino despacio hacia él, estaba a pocos pasos de lograr su objetivo cuándo de pronto vio salir de entre las flores a cinco gatitos rubios que corrían hacia él. —¡Papi, papi miauw! ¡Sasu junior no esta siendo justo y nos quiere robar nuestras flores!— Sasuke paso saliva y miro hacia atrás ¿el era a quién llamaban? ¿En verdad tenía a esos bellos gatitos? De pronto el gatito que iba mas atrás que los otros rodó al ser tacleado por una manchita negra