Naruto estaba de cumpleaños. Hoy ya era todo un gato de ocho meses y Deidara decidió organizar una mini fiesta para su retoño, así que semanas antes compro aperitivos para gatos, comida y golosinas especiales y de regalo entregaría a cada gato una caja de cartón y de sorpresa para Naruto decidió junto a Itachi ir en busca de sus amigos del callejón incluido el perro y el mapache.
Todo tenia que ser perfecto. Deidara estaba consciente de que en cualquier momento Kyubi presentaría su celo, la edad en meses estaba en los libros, mismos que indicaban que en los machos era controlable y en las gatas significaba que están en la edad promedio para engendrar cachorros. Y el no sabia lo que sucedería con su mascota, por que existía la opción de que manifestará celo como gata y celo como macho. Por ello deseaba que su mascota la pasara bien sin importar nada más.
El día por fin llegó.
Naruto vio un banner con su foto fuera del jardín.
—¡Sasutemenovio hay una foto gigante mía en el jardín! — grito por toda la sala
Sasuke guardo algo bajo el sofá. Su regalo.
—¿En serio? ¡Salgamos a ver! — Naruto acepto y salieron por la puerta de mascotas.
—Te dije que los animales son inteligentes, esos dos saben lo que esta pasando, ¡ah! Nuestros niños crecen tan rápido — Deidara se limpio dos falsa lágrimas.
Itachi se río por lo tonto que a veces era su novio.
En el jardín. Sasuke miraba embelesado la imagen de su novio. En tamaño humano era lo doble de bonito. Se puso celoso. Ahora los gatos del vecindario y colonias aledañas sabrían de su novio. Eso no le gustaba. Frunció el ceño.
—¿Por qué pones esa cara temenovio? Solo pones esa cara cuánd...oh — Naruto sonrió hasta volver sus ojos rendijas — ¿estas celoso temecito?
Sasuke bufo un par de veces antes de responder.
—¡Pues claro! ¡Ahora todos verán lo guapo que eres,verán tus ojos azules y, y tu color tan bonito, y querrán venir y hablar contigo y... Ash!
— Tonto. Creo que se te olvida que somos novios. — Naruto se acerco y repartió un par de lamidas sobre el rostro de Sasuke y continuó y luego ronroneo. Las pupilas de Sasuke se dilataron al percibir un ligero olor entre dulce y seco.
Naruto se detuvo cuando sintió que estaba sobre Sasuke y que comenzaba a oler a lluvia, a tierra húmeda.
—M-mejor volvamos adentro. — Naruto corrió hasta desaparecer de la vista de Sasuke.
El temenovio debía cuidar un "poquito más" a su dobe en aquella fiesta.
ESTÁS LEYENDO
Los dilemas de un gato gruñón.
AksiSasuke es un gato negro que odia salir de su cómodo hogar, odia salir al sol, odia mojarse y definitivamente odia que toquen sus cosas. Todo eso cambiará cuando conozca a Naruto un gato rubio de brillantes ojos azules, juguetón, embustero, mal habla...