ELLA ES MI CHICA; CAMREN

CAPÍTULO 3

POV LAUREN

Me hubiera encantado despedirme de Camila y de Dinah, pero ellas simplemente se fueron mientras estaba distraída saludando a Joe.

Parecía que habían huido, o no lo sé, quizá Camila estaba exhausta después de todo lo que le había sucedido. Al menos, quería pensar eso y no creer que se había aburrido de mí tan pronto.

Sonreí recordando lo linda y adorable que era; realmente me gustó mucho conocerla, era tan genuina y divertida a pesar de todo lo que le había sucedido. Sin duda era un chica tan linda y valiente.

-Lau ¿Qué pasa? estás muy callada- comentó Joe mientras conducía el vehículo.

-uhm... nada, solo estoy agotada- dediqué una linda sonrisa al castaño.

-Entiendo. Oye... has pensado en lo que te he dicho desde que te fuiste a Los Ángeles?- entusiasmado sostuvo mi mano, y aunque me sentí un poco incómoda no quise apartarlo.

-Joe, no quiero hablar del tema por ahora. Tú sabes perfectamente que yo te quiero como amigo. Eres y serás siempre mi mejor amigo, y te quiero, te amo mucho, pero no de la forma en la que tú deseas. De verdad lo sien...

-No te disculpes, está bien. Yo lo sé y el día que cambies de opinión aquí seguiré esperándote – Dio una dulce sonrisa, aunque en su mirada había tristeza y decepción por mi rechazo. Aquello me hizo sentir un poco mal, pues este chico era increíble.
Joe es muy atento, romántico y muy apuesto.
Es un chico alto, con un cuerpo atlético, piel blanca, cabello castaño, labios no muy gruesos, cejas abundantes y unos ojos verdes muy bonitos.
Es muy lindo, cualquier chica se volvería loca con un chico como él, cualquier chica, menos yo.

-¿Tienes hambre? Puedo...puedo llevarte a cenar si quieres- Ofreció entusiasmado.

-No, sólo quiero ir a casa a descansar – la sonrisa en su rostro se deshizo nuevamente – pero... si quieres podemos salir mañana en la noche ¿te parece?– sonreí y lo abracé, para hacerle sentir bien.

-Me parece perfecto. Podríamos ir a un lugar muy bonito, es un Restaurant-Bar con música Latina en vivo. ¿Quieres ir?, o... a otro lugar que quieras- decía con una enorme sonrisa, tal vez algo esperanzado.

-si, me parece bien – sonreí – Joe sabes que te quiero, ¿verdad?

-Lo sé, Lau- me dio un beso en la mejilla.-y yo te quiero a ti, más de lo que te imaginas.

Llegué a casa de mis padres, rezando para que estuvieran dormidos y no se dieran cuenta de mi presencia. Era mejor pasar desapercibida, no habría peleas y ni palabras que me hicieran daño. Sobretodo después de la última pelea que tuvimos; ellos no toleraban la relación que había entre Vero y Lucy, tampoco la amistad que tenia con ambas,pero ni siquiera me importaba lo que opinaran, yo siempre defendería a mis amigas.
Mi relación con ellos era difícil, siendo honesta, no quería venir a Miami, pero tampoco podía dejar de ver a mis hermanos; ellos me necesitaban. Mis amigas y ellos eran la único bueno que tenía, los únicos que me mantenían y me animaban a seguir luchando para llegar a mi meta.

Después de tumbarme un rato en la cama entré al baño para ducharme. Necesitaba una buena ducha después de todo.
Cerré los ojos, disfrutando del agua que recorría mi cuerpo, sintiendo que me relajaba tanto. Permanecí por un momento de esa manera, hasta que de pronto recordé la sonrisa de Camila otra vez. Quizá porque era demasiado adorable y divertida, era de esas personas que son difícil de olvidar.

*
-¡Ojitos!-Escuché un grito entre sueño y seguido sentí un gran peso encima de mí.

-Mierda- Gruñó en el intento de levantarme de la cama, pero no pude hacerlo.