CAPÍTULO 1

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 Los  Ángeles , California.

Desperté al escuchar la estúpida alarma del reloj que estaba a mi lado.
Me sentía realmente cansada que solo estiré la mano para apagarlo, seguido, me envolví con la sabana y le di la espalda.  

-Solo un rato más...-murmuré para después quedarme adormilada.
No sé si fue mi subconsciente el que de pronto me hizo recordar el porqué había puesto mi alarma.
Así que de pronto reaccioné  y casi salté de la cama.

—¡Oh Dios! ¡Perderé mi vuelo!—Grité y corrí al baño para ducharme lo más rápido que mi mente y cuerpo me permitían, y es que era un completo zombie, no podía con el sueño que tenía ahora mismo.

—¡Despierta, Camilita!-Palmeé mis mejillas— Vamos, mija. un día más a mi vida, una nueva oportunidad de hacer la diferencia—Animé mientras lavaba mi cabello con mi shampoo favorito.
De pronto me quedé pensando en qué hoy, después de tantos años regresaría a Miami, a mi ciudad. De donde salí casi huyendo del maltrato de mi madre, después de todo este tiempo lejos... hoy la volveré a ver, pero esta vez será diferente porque ya no soy aquella chica tonta e indefensa.

El vivir con mi padre estos cinco años, me hizo cambiar, pude ver las cosas diferentes; ahora más que nada quiero demostrarle a mi madre que nunca fui "una hija de papi" "una buena para nada", pero sobre todo quiero demostrarle que no le tengo odio alguno, no le guardo rencor.

Llevaba semanas ideando las posibles escenas en las que me encuentro con mi madre después de tanto tiempo, pero honestamente no sé cual será su reacción, no sé si me permita estar con ella ahora que le han detectado cáncer.

—¡Buen día, princesa!— El grito de Matt interrumpió mis pensamientos, y mi ducha también. Me apresuré a vestirme para salir a recibirlo, más bien a recriminarle sobre las semanas en las no supe nada de él.
Vaya novio que tengo.

Al salir de la ducha lo encontré sentado sobre mi cama,y al mirarme se puso de pie para acercarse a saludarme.

—Hola preciosa—dijo envolviéndome  un abrazo, para después intentar besarme pero enseguida me aparté.

-Iuhg-Sentí su aliento alcohólico- ¿Estuviste bebiendo? ¿Qué haces aquí?- pregunté un tanto confundida, y apartándolo para evitar que me besara.

- Salí a beber con unos amigos, el tiempo pasó muy rápido que cuando pude darme cuenta ya eran las seis, así que saliendo vine aquí... pensé en acompañarte al Aeropuerto-Contestó no muy contento por el rechazo.-Estoy intentando arreglar las cosas.

-¿Arreglar las cosas?-Negué con una sonrisa incrédula- Vienes ebrio y...

-No estoy ebrio, solo bebí un par de copas, carajo. Estoy bien y tú sólo estás siendo grosera conmigo- Solté una risita.

-Grosera, claro- Murmure en lo bajo, mirando que su rostro se tornaba aún más serio.- Matt, hace días que no sé nada de ti. Luego vienes y esperas que te trate como si nada- dije  molesta ante la situación.

Realmente no entendia el porqué acepte ser su novia, no lo queria, tal vez hubo un poco de atracción al principio y me dejé llevar por su apariencia física.
Es que él es un chico apuesto, demasiado atractivo que cualquier chica caeria rendida a sus pies con una sonrisa. Si, su sonrisa coqueta mientras te miraba con esos bonitos ojos azules como el cielo y ni hablar de su cuerpo atlético. Era el chico perfecto para la mujer equivocada.

—Lo sé, lo siento. Tenía cosas importantes que hacer— pasó ambas manos en su rostro, alejándose un poco de mí, y conociéndolo diría que se estaba fastidiando.

-¿Acaso yo no soy importante?- pregunté un tanto molesta, porque la fastidiada de la relación era yo, no él...¿o si?. No importa, hace dias que estaba buscando el pretexto perfecto para terminar lo que teniamos, y es que odiaba que fuera tan celoso, tanto que me prohíba salir con mis amigas y eso si que no me gustaba.

ELLA ES MI CHICA; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora