CAPÍTULO 12

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POV LAUREN

No sé en qué momento me quedé dormida, me sentía tan exhausta despues de haber trabajado 36 hrs seguida en el restaurante. Era realmente agotador hacerme cargo yo sola de la limpieza general, además de ser camarera para cubrir a los inútiles que no llegaban a trabajar. Pero así debía ser, para ello me pagaban.

Dios santo, ni siquiera me di cuenta cuando la película había terminado y tampoco sentí cuando Camila se fue de mi lado.

-¿Camila...?-pregunté estirandome sobre una manta en el piso.
Di un enorme bostezo mientras me levantaba, y al hacerlo escuché unos ronquidos fuertes que me hicieron sobresaltar.
Eran las chicas, quienes también se habian dormido; Dinah tenía la mitad de su cuerpo encima de Vero; apuesto a que Vero se estaría asfixiando.
Ambas roncaban muy fuerte, yo sólo sonreí al mirar al par de bobas.

-Camila...-Llamé en voz baja para evitar que las otras despertaran.

No puedo creer que me haya quedado dormida a mitad de película.

Salí de la habitación para buscar a Camila, pensando que estaría en la sala o en la cocina.

Iba caminado por el pasillo para llegar a las escaleras, pero, al pasar por una de las habitaciones escuché unos sollozos.
Me acerqué a la habitación y pude notar que la puerta estaba entreabierta, me atreví a asomarme para saber si era Camila quien lloraba.
Y si, era ella. Estaba sobre la cama sentada, abrazando un retrato. La habitación parecía ser de una niña, era color rosa lleno de muñecas, juguetes, dibujos, etc.

No sabía si entrar a consolarla o darle su espacio, pero ella se veía realmente mal.

-Tal vez deberías entrar- susurró Dinah atrás de mí, haciendo que sobresaltara del susto.

-Mierda, me asustaste - hablé demasiado bajito alejándome de la puerta.

-Tal vez deberías ir con ella, necesita de alguien ahora- me dio una media sonrisa.

-pero...¿Por qué no vas tú? tú eres su mejor amiga, yo...yo no sé qué hacer-
Señalé, honestamente siempre he sido demasiado torpe para expresar las palabras.

- Yo ya sé que es lo que le pasa ahora, ya la he escuchado muchas veces. No estoy reprochando ni nada de eso, solo que pienso que sería un poco adecuado que ella lo platicara con alguien que no sea yo. Pienso que se desahogaría un poco más. Así tú la conocerías y entenderias muchas cosas... como el hecho de que no haya visto nunca peliculas infantiles- Dio una suave sonrisa, y a mi me dejó desconcertada.

-Bien... Sólo no quiero invadir su privacidad-dije tímida.

-No lo harás, ella necesita de alguien ahora. La privacidad la necesita cuando está enojada, créeme. Así qué anda... ve- me empujó hacia la puerta.

-Está bien- giré a verla y me dedicó una sonrisa alzando su pulgar en señal de aprobación.

-Ve...- Animó, empujando de nuevo.

Abrí más la puerta y entré, en cuanto lo hice Camila levantó su mirada hacia mí.
Tenía sus ojitos rojos e hinchados, aquella mirada me había hecho sentir mal, era como si me doliera verma de esa forma.

-Hola- sonreí con timidez.

-Hey- contestó limpiando sus lágrimas con la manga de sus blusa y me sonrió.-pasa...- cerré la puerta y me dirigí a ella.

-¿Estás bien?- me senté a su lado, estaba dispuesta a escucharla así como ella lo hizo conmigo antes.

-Te mentiría si te digo que estoy bien-me sonreía tristemente- pero también lo haría si te digo que estoy mal, porque estás aquí conmigo- no dudé en tomar su mano y sonreí como boba ante sus palabras.

ELLA ES MI CHICA; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora