CAPÍTULO 34

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Habían pasado un par de mes desde que Camila salió del hospital, y su vida había vuelto a la normalidad de cierta manera. Parecía que todo iba de maravilla, lo único que no le gustaba era el hecho de que el tiempo que compartía con Lauren era menos que antes, pues parecían que eran consumidas por sus respectivos empleos. Habían ocasiones en las que sólo llegaban al departamento para dormir o comer, todo se había vuelto tan monótono y distante entre ellas. Camila se había dado de esa rutina tan aburrida, mientras Lauren solo se preocupaba por esforzarse y trabajar el doble para alcanzar su meta y cumplir con ofrecer todo lo que tuviera.
Sin embargo, Camila sentía que la ojiverde solo se alejaba más y más, incluso, empezaba a creer que la ojiverde preferia pasar el tiempo en la empresa que a lado suyo; así que propuso que por lo menos un día a la semana saldrían temprano de sus trabajos para pasar tiempo juntas, lo que Lauren aceptó sin dudar.

Si te he dado todo lo que tengo...‐  Cantaba la chica de ojos marrones, mientras se dirigía al departamento con ramo de girasoles para su novia–Hasta quedar en deuda conmigo mismo..Y todavía preguntas si te quiero
Tú, ¿de qué vas?

La ojiverde sonrió al escucharla cantar mientras abría la puerta.

Hey! -Saludó la castaña al entrar, buscando a su ojiverde. -¿En dónde estás, amor de mi vida?

-¡Estoy en la cocina, mami!– Gritó mientras picaba algunas verduras.

–Oh, por Dios. Que delicioso huele–Comentó la castaña entrando a la cocina, morando que la otra estaba de espalda–Uh,¿cómo está la novia más hermosa del mundo?–Dejó un beso en su hombro, llamando completamente la atención de la ojiverde.

–Hola, mi amor -saludó con una sonrisa, antes de darle un beso en los labios -no lo sé, ¿cómo estás? Tú eres la novia más hermosa del mundo, mi bonita -dejó hacer lo que estaba haciendo, para poder admirar a su chica.

–Traje esto para ti – Lauren suspiró aun más al ver aquel ramo tan bonito.–¿Te gusta?

–Cielo, por supuesto que si ¡Me gustan mucho! Gracias, amor -dio otro  pequeño beso a su novia.-Los pondré en el jarrón, es que están tan preciosos los girasoles, me encantan.

–Yo los pongo, no te preocupes.–Dijo antes de dar la media vuelta, dirigiéndose al comedor.

-¿Cómo te fue hoy? -preguntó la Ojiverde mientras guisaba el arroz cubano con pollo que tanto le gustaba a Camila.

-Hoy no hubo tanto movimiento, sólo atendí algunas citas-regresó a la cocina, mientras se alzaba el cabello en un moño - Ya sabes... algunos con alergias, gripe, llené algunos formularios, etc,etc. –añadió, mientras sacaba una botella de agua del frigorífico - ¿Y a ti? ¿Qué tal te fue hoy? -preguntó antes de beber de la botella.
Ella realmente estaba interesada en escuchar a Lauren, pues un amigo le había comentado que gracias a la ojiverde habían aceptado el contrato con la compañía de su padre hace un mes.

-Muy bien... Solo... solo estuvimos analizando algunas propuestas para invertir en una nueva constructora -comentó encogiendo los hombros, intentado restarle importancia-Sería una buena inversión para tu padre. Uhm... Me pasas la salsa inglesa, amor, por favor -Pidió señalando el frigorífico.

-uhum... –Comenzó a buscar mientras se sentía confundida al respecto– Y... ¿Qué sucedió con el contrato principal? Ya tiene un par de meses ¿Aún no tienen respuesta?– Dio una mirada a la ojiverde; quien seguía trabajando en lo suyo.

–No, aun no sé nada– se limitó a contestar. No quería entrar en esa conversación hasta llevar a cabo su plan, quería tener todo listo antes de la propuesta. –Cariño, me urge la salsa.

ELLA ES MI CHICA; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora