capítulo 1

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Estaba anocheciendo en algún lugar de Japón, mientras que nuestro querido y diabólico quarterback de los sakyodai se dirigia a su casa, luego de pasar todo el día planeando estrategias y artimañas para el próximo partido que tendría lugar en 2 semanas más.
Como siempre había salido de los últimos, eso no lo había cambiado desde cuando estaba en los daimon devil bats y bueno a ser verdad, seguía siendo el mismo; mentiroso, tramposo, mal hablado, orgulloso y apasionado por el fútbol americano igual que siempre. Estaba pensando en que tenia que hacer para que el equipo mejorara aún más cuando en la periferia de su visión lo distrajo.
La maldita manager estaba discutiendo con dos tipos que se veían como delincuentes mientras al mismo tiempo cubría a dos niños detrás de ella.
- ya les dije que ni ellos ni yo les daremos dinero- les decía mamori, mientras intentaba mantenerse serena, no quería exaltarse y provocar una mala reacción en aquellos tipos a los cuales no conocía y que podrían volverse violentos.
- quítate mujer! Esos mocosos nos tienen que dar dinero, sus madres probablemente les den dinero y ellos no tienen en que gastarlo, por eso es mejor que nos los entreguen, les daremos un buen uso ja.
-claro un buen uso...solo lo gastaran en cosas malas y además no les pertenece.váyanse!-
Los niños se resguardaban detrás de ella muy asustados de aquellos hombres que hace pocos minutos los habían abordado, y que por un milagro por el cielo habían sido defendidos por esa linda Oneechan que aparacio de repente.
- mira ya nos hartamos- se acercó uno de los tipos que tenia el cabello negro, era solo un poco más alto que mamori, y le agarro un brazo - si quieres dejamos en paz a los niños, pero tú te vienes con nosotros a divertirte preciosa-
El otro hombre que acompañaba al primero de cabello negro, sonrió y se aproximó un poco más, él había estado mirando a la chica de pies a cabeza desde que había llegado a interrumpirlos, le gustaba de sobremanera la idea de llevarse a la chica y dejas esos mocosos ahí... aunque si o si se llevarían el dinero, o sino de que manera iban a poder comprar alcohol y drogar a la chica?
"Si tan sólo tuviera mi escoba en estos momentos... podría defenderme..."
Pensaba mamori mientras que tironeaba su brazo para zafarse del firme agarre del tipo que la tenía atrapada, cuando sintió como algo la liberaba de la nada
- kekeke que manera de perder el tiempo maldita manager- hiruma había agarrado al tipo que afirmaba a mamori y ahora le apuntaba con su ak47, el otro chico luego de superar la sorpresa de que apareciera alguien de quien sabe donde y más aún con un arma. Intento adelantarse hacia Yoichi con claras intenciones de golpearlo, no sabía quién era ese tipo con aspecto de demonio que se atrevía a estropear sus planes, pero antes de que siquiera alcanzar a lanzar un puñetazo, hiruma con una rapidez inhumana lanzó hacia atrás al otro chico con fuerza y colocándole en la frente su arma
- Hola Ken, si sigues hinchádome las pelotas puedo humillarte por tu cobardía...¿Cómo mierda puedes ser tan marica para acosar a una chica en vez de decirle directamente que la quieres? Estoy seguro que shizuko se sentiría muy decepcionada si se entera que la sigues todos los días a todas partes... aunque también yo creo que se decepcionaría si un tipo horroroso como tú le dice que se siente así hacia ella ...kekekeke- hiruma se burló
El chico llamado Ken quedó estático ¿quién era ese tipo que sabía tanto de él? Nunca lo había visto en su vida! No tenía idea, pero de algo si estaba seguro, no se arriesgaría con alguien así, no sabía de qué podría ser capaz ese rubio.
Mientras el otro tipo que había sido arrojado lejos, se levantó con mucha dificultad, se sacudió su ropa y se posicionó a modo de pelea esperando algún movimiento de ataque por parte del rubio.
- no, nos vamos- le dijo el pobre Ken deteniendo cualquier acto suicida que quisiera cometer su compañero, ya que sintió miedo hacia el famoso quarterback. El otro cuando vio al rubio apuntándole con el arma, decidió correr con su amigo y alejarse lo más rápido posible de ese tipo loco.
Hiruma se giro y vio a mamori la cual le había dado la espalda y revisaba a los chicos en busca de cualquier herida
- gracias Oneechan- dijieron los pequeños a coro, abrazando a la chica.
Yoichi frunció el ceño, mocosos precoces como se les ocurría pegarse tanto a la maldita manager, por otro lado fue Él quien los salvo! Esa maldita mujer no habría podido hacer nada sola! ... o si?
"Está maldita chica siempre se entromete en todo, que habría hecho si yo no hubiese aparecido? Se las habrían llevado esos imbéciles?..." hiruma no quiso seguir pensando en esa dirección, le provocaba algo muy extraño en el pecho.
- denle las gracias a ese Oniichan también niños, fue por su ayuda que todo salio bien- les dijo mamori con una dulce sonrisa.
Hiruma reprimió un escalofrío, los chicos giraron con duda en su cabeza y pusieron su mirada en el tipo que tenia aspecto más de demonio que de persona e intimidaba aún más que los otros dos. justo cuando abrieron la boca para soltar un agradecimiento, Yoichi se adelantó
- ni lo sueñen malditos niñatos! Y tú maldita manager no des ideas estúpidas a estos mocosos!-
-mooo hiruma kun no puedes aceptar el agradecimiento de estos lindos niños?
- pues no!- dijo él con una mueva de desagrado
Los niños al escuchar que eran lindos se sonrojaron y miraron a mamori con rostro soñador. El rubio al notar esto se sintió molesto, no sabía la razón, creyó que solo se molestaba por la tremenda estupidez de los críos, así que simplemente ignoro el sentimiento.
- dónde viven niños?- les pregunto suavemente la chica
-a dos calles más de aquí- respondió uno
Mamori asintió y les tomó la mano a ambos pequeños
Hiruma abrió un poco más los ojos ¿ que hacía esa mujer? También los quería ir a dejar a su casa?- es que no recordaba en qué problemas se pudo haber metido sólo por querer ayudarlos y aun así quería seguir?? Estaba loca?
- también los quieres ir a dejar? Es tarde!- le reprochó el quarterback
- pues por lo mismo hiruma kun, les puede ocurrir algo malo de camino de vuelta a su casa- dijo y comenzó a caminar.
La chica miraba de reojo al chico, "realmente le quiero agradecer por ayudarme pero se va a molestar si lo digo, además creo que ya perdí la oportunidad... ahora se irá" pensaba con tristeza mamori
Pero luego de caminar un poco escucho cerca de ella el sonido que hacen los globos de chicle al explotar, se giró y vio que hiruma la seguía aunque apartado de ellos, los niños no se habían dado cuenta de la presencia del chico mientras le hablaban felices a mamori.
Yoichi la miró y la ignoro, pero siguió caminando detrás de ellos.
"Tal vez quiera decirme algo que se le haya olvidado sobre el partido que se viene ... aunque a él NUNCA se le olvida algo relacionado con el amefuto ni con nada en realidad..."
Llegaron a la casa de los niños a salvo, quienes vivían uno al lado del otro, afuera de sus casas estaban sus madres que preocupadas habían salido a buscarlos, por lo tarde que ya era para andar en la calle. Los chicos al verlas, corrieron hacia ellas. Al notar que una muy dulce y linda chica los había acompañado se le acercaron a agradecerle lo mucho que había hecho por los pequeños. Mamori sonrió mientras les decía que no había sido nada y se despidió pronto de todos.
Hiruma se había apartado un poco de la escena perp observaba muy atento todo. Esa chica era una estúpida ¿Cómo le decía a esas mujeres que no era nada, y él también era, lo era aún más estúpido por seguirla, pero de verdad era tarde y como empezaban a bajar mucho las temperaturas, pues se encontraban en invierno, no había mucha gente en las calles, y le podía pasar algo a la chica, no era que a él le preocupara o algo así, pero si a la maldita manager realmente le sucedia algo le afectaría al equipo. Le costaba admitirlo pero ella era muy eficiente en lo que hacía y si ella no estaba, él tendría más trabajo que hacer, y ya tenia bastante. Además el resto del equipo se quejaría de la ausencia de ella sobretodo el odioso de Agon que iba a las prácticas sólo para poder verle las piernas - y todo el resto del cuerpo- que por el hecho de mejorar más
Mamori se acercó a él con timidez
-¿ Qué quieres decirme hiruma kun?- el susodicho la miro molesto, aún con el pensamiento de la desagradable mirada del maldito rastas hacia la chica.
-nada- le contesto enderezándose de la pared en la que se mantenía apoyado
La chica lo miro dudosa, ¿de verdad no quería decirle nada? Y si era así ¿por qué la siguió entonces?
-maldita manager! Deja de verme tan sorprendida y mueve tu trasero a tu jodida casa, no me hagas perder más el tiempo-
Anezaki no podía sacarse la sorpresa de encima, la acompañaría a casa? En serio!?
-kekeke que graciosa tu cara, tr quedaras fea si sigues estando tan sorprendida, solo lo hago porque si te pasa algo, esos malditos que tengo como compañeros de equipo armarían un escándalo-
Mamori se sintió un poco decepcionada pero había sido culpa suya, como se le ocurría pensar si quiera por un instante que el rubio estaría preocupado por ella, era impensable, él sólo vivía por el amefuto, esto lo hacía solamente, como él había dicho, por el equipo. Era lo único que le importaba a ese demonio, ganar y para ello necesitaba que todo estuviera bien.
La chica asintió y se dispuso a caminar. Hiruma la veía de reojo, se notaba cabizbaja. Habían sido sus palabras que la habían afectado? Él sospechaba desde deimon los sentimientos de la manager hacia él, pero no se encontraba muy seguro del tema puesto que él no era muy conocedor de esas cosas cursis; no le interesaban, no había sentido la necesidad de comprenderlos antes, pero ahora le gustaría saber que mierda era lo que la había deprimido de esa manera... y a la vez no quería, no quería sentirse responsable del decaimiento de la chica, no quería inmiscuirse más con ella. Cuando empezó a sospechar de la actitud que ella tenía con él, no le molesto la idea de que lo quisiera de esa forma, es más, le agradaba un poco como ella se preocupaba por él y lo ayudará en todo lo que podía, y no sentía la necesidad de evadirla mucho. Sin embargo, ahora tenía ganas de alejarse, sentía que de a poco la situación se le escapaba de las manos, y eso es intolerable para el quarterback demonio.
Caminaron unos minutos en silencio hasta que finalmente visualizaron la casa de la chica, ella a pesar de lo apenada que había sentido al saber la motivación por la cual actuó el chico, se le fue pasando la tristeza y le vio el lado bueno a la situación, estaba a solas caminando con el rubio en una linda, aunque helada noche, y mantenían un silencio que no era incómodo pero si inusual entre ellos, porque siempre al estar juntos o estaban discutiendo o hablaban sobre las estrategias de los partidos. Sonrió
Yoichi quien la estaba mirando, se extraño " y ahora por qué la jodida manager sonreía? No había estado hace sólo unos momentos triste? Entonces mis palabras no habían tenido nada que ver con ese repentino decaimiento? Que mujer más voluble!"
A pesar de sus pensamientos, el chico creía que era mejor así a t tener que verla apenada.
-hemos llegado-
Hiruma ya lo sabía, era obvio que él conocía dónde vivía ella, así como también sabía donde vivía prácticamente cada uno de los estudiantes de sakyodai, pero conocía aquella dirección desde hace mucho tiempo. El chico se iba a girar para marcharse, puesto que ya había hecho lo que tenía que hacer. La voz de anezaki lo detuvo.
-Ehh...hiruma kun gracias por traerme casa... y por haberme ayudado antes con esos chicos- le dijo en un tono suave, mientras se iba sonrojando. El rubio la miró, y algo dentro de su pecho se removió, fue una pequeña sacudida...

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora