capítulo 4

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En la entrada de Sakyodai se encontraba Mamori junto a Yamato y Jumonji

-Así que vino Musashi san?- le preguntaba el rubio a la chica haciéndose el sorprendido

-sí y pidió hablar a solas con Hiruma…-

-y lo van a esperar para saludarlo no?- consultaba Takeru

-yo sí, quiero hablar un poco más con él, hace varios meses que no lo veía- respondió la manager

-yo también lo esperare- decía el defensa

-qué lástima, a mí también me hubiese gustado esperarlo pero me surgió algo de último momento y debo irme- se disculpaba Yamato – creo que no podré cumplir con lo que dije ayer Anezaki-san, quedará para otra vez-

-sí, no te preocupes, me puedo ir sola-le respondió con una sonrisa Mamori

-pero que dices Anezaki yo también te puedo ir a dejar! Y en motocicleta… aunque pensándolo bien, les tienes miedo no?-

Takeru observaba la situación analizándola. “Así que ese chico le gusta la manager mmm…” Se despidió-mientras aun pensaba en la situación-con una leve inclinación de cabeza.

-mmm si, le tengo un poco de miedo, pero me da curiosidad también…jaja que indecisa soy-

-pero Anezaki -san te prometo que andaré lento, así no tendrás miedo. Confías en mí?-

-está bien acepto, pero por favor Jumonji kun no te vayas rápido-

-ajjaja así que convenciste a Anezaki en ir en moto?-dijo apareciendo de la nada takekura

-hola Musashi que te dio por venir a vernos?-hablo el de la cicatriz

-unos temas que tenía que hablar con el orgulloso de Hiruma-

-por tu cara creo que no te fue muy bien-

-pues tienes razón, es que es un cabeza dura-

Hablaron un rato entre los tres, poniéndose al día con lo que más podían. También Jumonji le hablo a la chica que al día siguiente iba a ver una fiesta para celebrar que la siguiente semana comenzaban los torneos de Amefuto.

“mmm una fiesta…no soy muy buena para esas cosas pero podría ayudarme a distraerme… Además mañana se van mis padres temprano y estaré sola cuando llegue de la universidad…”

-lo pensare Jumonji kun-

Musashi los miraba, él opinaba que ellos dos se veían bien  juntos y hasta que podrían funcionar las cosas entre ellos, pero estaba seguro que Hiruma amaba a la chica y también estaba completamente seguro que él no se volvería a fijar en una chica nuevamente. Mamori era perfecta para él, sin embargo Jumonji no era tan complicado como el demonio, se enamoraría de verdad de otra chica, no tenía por qué ser una mamá gallina a tal grado de enfrentarse repetidamente con la nueva torre de control de Sakyodai.

Al final Takekura se fue al trabajo de su padre y para seguir ayudándolo y el rubio se llevó en moto a la chica

A Mamori le gusto la sensación del viento contra ella, era adrenalina pura, pero sin tener un miedo excesivo  puesto que el defensa había cumplido con su palabra y no había subido mucho la velocidad.

El último día de la semana había comenzado normal para la manager; se había levantado, bañado, arreglado, compartido un deliciosos y nutritivo desayuno con sus padres -se aprovecharon de despedir- y había salido rumbo a Sakyodai, pero cuando iba camino a la universidad sintió una sensación extraña, como de ser observada… Ella no era alguien que se asustaba fácilmente, siempre sus preocupaciones eran más por el resto, tampoco se consideraba una mujer histérica que agrandaba los problemas, por lo que mantuvo su tranquilidad y se dedicó a analizar la situación, tal vez sólo eran imaginaciones suyas … y si no era así, puede que no fuera algo tan malo.

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora