capítulo 11

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-adentro. Pasa. Has comido?- Pregunto sonriente ella

-ehh… no. Permiso- el muchacho observaba todo con precaución- hiii!- exclamó asustado cuando vio al perro que solía perseguirlo para morderlo en cada práctica.

-tranquilo Sena. Cereberos no te perseguirá aquí. Cierto Cereberos?- La chica le hablaba suavemente al perro mientras lo acariciaba. Aunque el animal miraba fijo al pobre chico no se lanzó al ataque.

El rubio había salido de la cocina y miraba cómo su maldito perro, que DEBERÍA hacerle caso sólo a él, ahora también escuchaba a la maldita manager.

Sena se giró y vio al demonio, de inmediato lo saludo.

-ven siéntate, traeré los platos- decía Mamori sin percatarse mucho de la tensión que tenía su amigo de la infancia.

-Lo invitaste a almorzar jodida manager?- preguntaba el quarterback un poco irritado, la verdad, no tendría por qué asombrarse, era obvio que ella lo invitaría, pero de alguna manera prefería comer a solas con ella. Cuando pensó esa estupidez, su rostro hizo una leve mueca de enojo que el pobre chico notó y le provocó un ligero escalofríos.

-claro que sí. Siéntense, de inmediato traeré los platos- dijo yéndose a la cocina, antes de entrar les sonrió, el menor le devolvió el gesto y fue a una silla, en cambio Hiruma aún miraba a la chica, y ésta aprovecho de dirigirle una advertencia con sus ojos azules. Youichi se dio cuenta del mensaje y le dio la espalda.

Ya acomodados en la mesa, Mamori trae el primer plato  y se lo pone delante del castaño.

-gracias-

-no hay de qué, si quieres más me dices- la chica fue por otra bandeja

El rubio miraba por donde había desaparecido Anezaki “por qué mierda le sirve primero al jodido enano en vez que a mí?”refunfuñaba mentalmente por no ser la prioridad de la chica.

La castaña volvió rápidamente y le dejo el plato al capitán.

-y cómo te fue allá en EE.UU?- pregunto antes de irse de nuevo.

-bien, era principalmente buscar unos documentos firmados que me pedían en Enma-

-ahh y has visto a Suzuna?- Mamori se sentó junto a Hiruma y en frente de Sena. El rubio se encontraba en la cabecera de la mesa.

-ehh sí…- le contesto un poco sonrojado

Anezaki quería saber más, sin embargo, probablemente el menor no quería decir nada delante del demonio, por lo que lo dejo pasar.

Comenzaron a comer.

-que esta rico el yakisoba Mamori-neechan – la alaba el castaño

-gracias Sena-

El quarterback a pesar de no comentar nada, estaba de acuerdo con el chico.

Siguieron comiendo mayormente en silencio, aunque a veces comentaban noticias sobre el Amefuto. Mamori quería explicar la situación pero no estaba segura de cómo comenzar. Sena comenzó a hablar con el rubio sobre el partido que tendría lugar el sábado.

-Hiruma san si dices que no será un partido complicado…por qué está Mamori-neechan aquí?- pregunto finalmente el menor con miedo por si había hecho enojar al mayor y le comenzara a disparar éste sin piedad…

El aludido lo miro serio y miro a la chica, ella suspiró y le comenzó a explicar todo al chico, iniciando por el viaje de sus padres, las rosas negras…todo. Al terminar el castaño tenía un rostro muy preocupado.

-y no tienes ideas de quién podría ser?- le pregunto sin mucha esperanza a la chica

Ella negó con la cabeza

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora