capítulo 33

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Hoolaa! Cómo están??! Yo aquí intentando estudiar xD
Volví cn un nuevo cap!
Q tengan una linda semana todos, recuerden la estrellita sk les gusta.
Un beso ♥♥♥

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-qué haces? No vayas!- exclamó como último esfuerzo para detenerlo

-Cereberos!- llamo el capitán a su perro guardián y le ordenó quedarse con la chica -no hagas tanto escándalo maldita manager. No me demorare- de camino tomó una de sus tantas armas y salió.

Anezaki contuvo el aliento intentando escuchar algo. Pero no oía nada anormal-

Después de un rato volvió el rubio molesto

-viste algo?-

-se escapó- era obvio que eso ocurriría si se había demorado tanto en ir! Malditas hormonas! Maldito instinto! Fijo su mirada en la castaña, quien miraba hacia las cortinas cerradas, deseando poder ver a través de ellas, hacia el patio, y aún más allá. Había comenzado a temblar más su atención no se desviaba, él no estaba seguro si era por el frío o el miedo.

-no entrará. Ni él ni nadie- dijo con seguridad el quarterback.

Mamori lo miró, con duda en su mirada.

Tenía incertidumbre y miedo por ella y por el amable demonio que la protegía. Aun asintió.

Youichi se percató que no estaba totalmente convencida, se agachó y la levantó del frío mármol. Ella se sorprendió y solo atinó a mantener cubierto con la tela de algodón.

-qué haces??!- preguntó avergonzada

-pues te llevo al baño. No creo que te vistas cuando todavía jabón y shampoo en el cabello-

-puedo ir yo sola-

-sí, pero te demorarías una eternidad. Entre avanzar un par de pasos y resbalarte, y sabes que yo también debo bañarme aún? Así que no te quejes maldita manager-

La ojiazul guardo silencio, tenía razón el capitán.

Entraron al lugar y Hiruma la depósito suavemente en la ducha. Su piel estaba muy helada. Probablemente se enfermaría si continuaba así, por lo que el rubio abrió la llave de agua caliente y dejó que cayera encima de Anezaki, quién tenía la cabeza en todas partes.

Qué hacía Hiruma allí con ella? Quién era el desconocido? Aún se encontraba afuera? Observando? Era peligroso?

Youichi notó que la chica aferraba la toalla en ella pero sus pensamientos no estaban allí.

Qué podía hacer para distraerla y qué se sintiera más tranquila?

Y había otra cosa que le perforaba la cabeza, no importaba cuanto lo intentaba ignorar, y era que sentía que se estaba aprovechando un poco de la castaña...No, claro que no lo estaba haciendo. Ella estaba "cubierta", aún si no lo estaba completamente, aun así si la tela se pegaba a su cuerpo.

-estarás bien sola? Le preguntó el rubio

Pero no recibió respuesta.

Suspiro

Era claro que no la podía dejar sola, y también sabía que necesitaría otra toalla seca. Dejo la llave de agua en su soporte y fue a la puerta.

-d dónde v vas?- sonó la voz temblorosa de Mamori "acaso volverá a buscar a esa persona?"

-voy por unas toallas- le avisó él

-e está bien-

Hiruma se apresuró en su tarea. Al volver miró dónde poder dejarlas

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora