capítulo 10

635 35 7
                                    

Se estaba por levantar a buscarla cuando escucho la puerta, abrirse y luego cerrarse. Sintió unos bultos detrás de su espalda, se dio vuelta y vio que la castañeaba acomodaba las cabeceras de su cuarto en el centro, para separarlos. Aún continuaba con las mejillas sonrojadas.

-qué mierda haces?-

-pues es obvio Hiruma kun, pongo estas almohadas para conservar mi integridad y poder casarme, si no lo hago, no lo podré hacer y dejare de ser una mujer respetable-

-kekeke estas jodidamente loca maldita manager si piensas que te hare algo, no estoy interesado-

Ella se acostó – pues de todos modos debo hacerlo, te dije que quiero conservar mi integridad de mujer-

El capitán puso sus ojos en blanco sin querer discutir más.

Los minutos pasaban y la chica estaba superando los nervios por la situación, había dejado de tiritar y sus músculos pudieron relajarse. Sentía el aroma de Hiruma en la cabecera y comenzó a ganarle el sueño.

El rubio también había dejado de tener frío, pero aún no conciliaba el sueño. Se había girado y puesto los brazos detrás de la cabeza, en su típica postura para dormir pero nada pasaba. Pudo saber cuándo la castaña se había logrado dormir por su rítmica y suave respiración.

“de verdad fui un jodido estúpido por si quiera considerar que ella pudo haber estado con un hombre. Se volvió loca sólo por tener que dormir conmigo…”

Miraba el techo evitando que sus ojos se posaran en la mujer que tenía al lado. Cuando quedo estático. Mamori se había girado y abraza al demonio, se había puesto casi encima de la almohada que había colocado en medio. Hiruma giro la cabeza y la observó que la chica estaba completamente dormida. El demonio con un brazo intento empujarla hacia un lado, pero esta acción fue peor. La chica se revolvió quitando por completo el cojín y se acercaba cada vez más al rubio.

Youichi la miraba espantado. “ que me jodan! Ella pone las almohadas para que YO no me acerque y ella se duerme, manda al carajo la división y se me pega como lapa!” el  chico se movía intentando separase de ella y al mismo tiempo intentando que no despertara la chica. Pasaron unos minutos y el rubio se rindió

“que mierda es igual de insistente que despierta”. Mamori lo abrazaba y el capitán la miraba “parece un jodido ángel cuando duerme. Ah? Qué mierda pensé ya! Realmente me pongo estúpida con ella!...Pero de algún modo esto no se siente mal…oh desprende el olor de mi shampoo…hubiese sido mejor que hubiera estado usando el de ella…”Hiruma se había dado un pequeño palmetazo en el rostro

“no pienses en más estupideces y duérmete”  Se repetía el chico hasta que por fin lo logro.

A la mañana siguiente el demonio fue el primero en despertar, se sentía aún adormilado pero podía sentir algo calentito y muy suave junto a él, se apretó más a ese bulto que respiraba muy cerca de su cuello. Al analizar su pensamiento abrió los ojos buscando eso que le hacía sentirse tan bien. Con sorpresa se dio cuenta que el bulto tan suave era la maldita manager, quien estaba apoyada en su brazo y para colmo, él la envolvía con el otro.

“cómo mierda hemos llegado a esta jodida posición?!  Cómo coño la llegue a abrazar?”

El capitán se encontraba muy confundido, pero aun así no se había movido, puede que para no despertar a la chica o quizás porque se sentía muy cómodo.

-joder- exclamaba Hiruma no muy alto mirando hacia el techo. Mamori se revolvió en los brazos del rubio, rozando sin querer sus pechos en el torso del chico. Youichi volvió a abrir más de lo normal sus ojos“esos fueron…lo que creo no? Las mujeres no duermen con sujetador?... mierda! No pienso quedarme a su lado o puede que vuelva a reaccionar como un estúpido depravado…”

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora