capítulo 3

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Por otro lado Hiruma aún trabajaba en algunas cosas que le quedaban, se estaba demorando, ya que su mente se dirigía a la maldita manager. ¿Qué tenía que hacer con ella? Pareciera que fuera un jodido papá para la mamá gallina! Eso era intolerable! Mañana mismo buscaría una solución a ello, porque claro, aún estaba en contra que la chica se fuera sola tan tarde.

Al día siguiente todo transcurría normal en Sakyodai, en el club, Hiruma le dio las tareas a Mamori antes de que llegara el resto de los integrantes, ella reviso detenidamente los documentos que le había pasado el rubio.

-¿Solo esto? ¿Nada más?- le pregunto extrañada la chica

-sí, eso y nada más maldita manager agradécelo! podrás irte temprano hoy -

Mamori pensó contenta "podría pasar a comprar algunos pastelillos antes de irme a casa"

-Gracias, Hiruma kun, pero si necesitas alguna otra cosa me dices y te ayudaré-

-aja- le contesto el rubio sin siquiera mirarla.

Terminaron las prácticas y Hiruma se fue al club a terminar el montón de trabajo que tenía por delante, todo por haber disminuido las tareas a la maldita manager y de esta manera hacer que ésta se fuera temprano. Mamori entró y ordeno el lugar rápidamente como siempre y se despidió del rubio.

Había pasado hora y media desde que Hiruma había quedado sólo trabajando en el club.

"Que silencio, usualmente la maldita manager está haciendo sonidos al comer esos jodidos pastelillos o el sonido que hace el lápiz contra la hoja o sus estúpidas pero necesarias preguntas. Que imbécil soy, como mierda me acostumbre tanto a su presencia?"

Claro ella llegaba temprano a acompañarlo y también se iba tarde para ayudarlo en lo que más pudiera, pero el jodido invierno se estaba metiendo en su rutina.

Siguió trabajando 2 horas más antes de irse a su casa.

Mamori había ido a comprar sus deliciosos pastelillos y en su camino a casa se encontró con Yamato.

-Hola Mamori-san, que haces por acá? No tendrías que estar en el club con Hiruma?- le pregunto Takeru acercándose a ella.

-si eso debería estar haciendo, pero Hiruma kun me pasó pocas tareas hoy, así que termine temprano-

-De verdad? Bueno me alegro por ti, siempre tan ocupada ayudando a ese demonio-

-si siempre estoy muy ocupada, pero me gusta ayudarlo, igual él hace mucho para el equipo-le contesto con un pequeño, casi imperceptible sonrojo.

Yamato la observo con atención ¿acaso la chica sentía algo por ese demonio? Naa tendrían que ser imaginaciones suyas.

-te acompaño a casa?-

-ehmm si, gracias- le sonrío la chica, se fueron todo el camino contando historias que les habían ocurrido en sus antiguos equipos, se rieron mucho.

-Gracias Yamato kun-

-No hay problema, si vuelve a ocurrir el milagro de que Hiruma se apiade de ti, cuenta conmigo para traerte a casa, así me sigues contando las cosas divertidas que ocurrían en deimon - levantó el brazo a modo de despedida y se fue.

Mamori entró y como llegaba temprano, sus padres se sorprendieron pero estaban felices de verla, solo faltaban 2 días para que se fueran a su ansiado paseo. La chica se sentía extraña al estar tan temprano en su casa pero ocupó su tiempo productivamente, estudio y se durmió temprano.

Al día siguiente -ya era jueves- Mamori iba saliendo de su clase cuando sintió que algo chocaba violentamente contra ella.

-lo lo siento- se escucho una voz masculina

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora