capítulo 44

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👀 hola...estoy aquí por fin! Y con un nuevo capítulo y una buena noticia...se acabaron mis prácticas! Así q ahora sí o sí podré engancharme más en la historia....
Ojalá les guste 😘😘😘

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Sus manos comenzaban a tensarse por sus ganas de recorrer su cuerpo,  ya pesar de intentar contenerse, no lo logró. Despacio sus dedos se fueron escurrieron por su cintura y  espalda. Se devoraban sus bocas con energías.
El quarterback se moría de ganas de despojarla de sus ropas, no obstante, su conciencia le recordaba que era muy pronto, que no debía reclamarla todavía, que se comportara con más delicadeza y dejara pasar unos días por lo menos…pero esa locura desenfrenaba que lo controlaba cuando tocaba a su manager se mezclaba con tantas sensaciones extrañas, que no lograba ponerle nombres, o sólo no quería hacerlo…sin embargo, la palabra más simple que lo describía…era…perfecto…sentía todo perfecto junto a ella.
Para Anezaki, quien también se sentía inundada de un sentimiento especial, se podía comparar tal vez con una gran armonía.
Se continuaban besando con intensidad, el capitán fue a besarle su cuello y hombros, la chica se estremeció por el contacto de la lengua contra su piel.
¿Cómo era posible mantenerse cuerdo después de eso? Era simplemente imposible. Le acarició sus piernas de tal forma, que la castaña lo encontró muy sensual. Y suspiró satisfactoriamente.
Hiruma cada vez más excitado, le tomo una pierna, y con habilidad la acomodó, para que cada pierna de ella lo rodeara.
-n no, no hagas eso- le pidió mamori colorada
-¿por qué? si ya has estado así conmigo- replicó el rubio. Lo recordaba detalladamente, esa noche luego de aquella fiesta, cuando se besaron por primera vez, la mamá gallina con alcohol había actuado tan atrevida que sin poder impedirlo, tuvo una erección.
Sus bocas se volvieron a  unir y se  fundían con furor, las manos de ambos recorrían al otro, en el quarterback crecía una impaciencia por querer más de la chica, y rindiéndose antes sus deseos, la comenzó a tocar por debajo de la ropa. Comenzó a subir por su pequeña cintura hasta llegar al sujetador, el cual recorrió con pretensión.  Espero a que Mamori le recriminará su acción, pero aquello no sucedió.
Esa chica tonta tenía que dejar de ser tan permisiva con él, o iba a querer aprovecharse mucho más. Justo como en esos momentos, ya no podía seguir así, quería más, la quería tener toda para él.
Cubrió su pecho con su mano y lo masajeo, sintió como la castaña se agarraba a él estremeciéndose ligeramente y dejando salir suaves quejidos que lo instigaban a pensar indecencias.

Su caliente cuerpo le exigía estar más apegado a la piel de esa mujer. No le bastaba tocarla y recorrer sus piernas como lo estaba haciendo, y sin planear sus siguientes acciones, sujeto sus piernas y las posicionó alrededor de él.
La chica se dejó hacer mientras su mente estaba lejos, y sólo le importaba seguir besando al demonio.
-afírmate- le susurró al oído y la levantó
La ojiazul alcanzó por poco a mantener su equilibrio, cuando se vio en el aire, en brazos del rubio. Asombrada tuvo que apretarse contra él para no caerse, sus piernas lo envolvían y sus brazos rodeaban el cuello del capitán.  Y Hiruma la sujetaba de la espalda.
El chico camino unos pasos besándola hasta chocar con una silla. Gracias a eso se le ocurrió una brillante idea. Y sin delicadeza la deposito sobre la mesa.
- q qué estás haciendo?- preguntó avergonzada
-sirviéndome algo delicioso-respondió sonriendo de manera traviesa
Mamori enrojeció todavía más, y abrió la boca para replicar, sin embargo, hiruma quien no quería oír sus quejas (aunque estás sean lindas, a veces, para él) la detuvo besándola nuevamente y se concentró en despojarla de su ropa. Aunque le dificultaba un poco la jodida voz en su cabeza que le decía que solo el día anterior le había robado su virginidad…
-maldición!- se quejó con molestia ¿ cómo mierda no iba a poder callar a su propia mente?
-¿qué pasa?- inquirió con dulzura
El rubio la miró dudando. ¿Cómo podía ser tan dolorosamente hermosa?
-yo…yo no pretendía hacer esto tan pronto, pero, joder, yo ahora me estoy desquiciando con las ganas que tengo de llevarte a mi cama-
A la manager le latió con más prisa el corazón (que de por sí ya estaba latiendo como loco), y era por culpa de ese hombre que en momentos que se veía preocupado, no mucho, pero eran un atisbo. No era la primera vez que lo notaba así, sin embargo, la enternecía porque intuía que era preocupación por ella, por hacerle daño.
No sabía sí era riesgoso tener intimidad, cuando su primera vez había sido en menos de 24 horas…pero sí estaba completamente segura que el quarterback jamás le haría algo que pudiera causarle daño.
Con delicadeza le toco su rostro y lo beso
-no pasa nada…yo…yo también quiero estar contigo- le murmuró a baja voz por su timidez, sintió como Hiruma sonreía contra su boca
Era una mujer peligrosa, mortalmente peligrosa para su cordura
La besó apasionadamente y con desesperación le comenzó a desvestir, primero un grueso chaleco que llevaba. Paso sus largos dedos por su abdomen, levantando la polera que llevaba debajo, la chica se estremecía ante el contacto. La mano masculina subía de a poco tocando por todos lados, hasta por fin llegar a esos pechos suaves, los masajeo con impaciencia mientras su lengua disgustaba con minuciosidad la boca de la castaña. Su mano izquierda volvió a la cintura, pero pronto comenzó a bajar y apretar su carne con deseo.
Atacó su cuello, succionado desde la clavícula hasta la base del cráneo.
-ahh-gimió por debajo la mujer
-maldita manager eres tan adictiva, déjame tocarte más- le murmuró en su oído Youichi
-no aquí…es incómodo- le dijo entre suspiros
-como prefieras – contestó él. Sin esperar más, la tomo entre sus brazos y se la llevó al cuarto. La recostó sobre su cama y continuó con sus perversas acciones.
Quería volver hacérselo. Su entrepierna estaba completamente despierta.
Sus dedos ágilmente se deslizaron por su espalda para desabrochar su sostén y poder disfrutar mejor el tacto de ese redondo busto.
Su propia ropa comenzaba a estórbale y a sofocarlo, por ende, con rapidez se sacó un polerón que llevaba puesto. Si fuese por él se sacaría toda su ropa de inmediato, sin embargo, podía asustar a la castaña… por otro lado, él tampoco sabía si era buena idea tomarla tan pronto, pero se le estaba haciendo tan difícil parar. Solo quería seguir con aquello, desnudarla completamente y penetrarla mientras saboreaba su carne.
Tanta era su desesperación que sin pensar fue a tantear el inicio del pantalón para buscar el botón.
-hi hiruma-dijo con voz entrecortada la mujer
-mierda. Lo siento- exclamó el capitán soltando la prenda
-por qué te disculpas?- preguntó sin entender ella
“Por qué me disculpó? Se supone que soy el demonio de Sakyodai! No debería disculparme por nada! Y aun así, últimamente paso disculpándome con la jodida manager, pero…mierda me comporto tan malditamente irracional con ella que siento que puedo causar que se arranque de mí…sin embargo, siempre actúa tranquila y se mantiene a mi lado”
-por nada-
Ella lo miró a sus ojos esmeraldas escudriñándolo
-No te contengas…cuando me tocas así…yo…yo me siento feliz- Se sentía embriagada, claro que no de alcohol sino de algo más poderoso, de un gran amor. Sus manos recorrieron su torso y se acercó a él para besarlo
Ella estaba de acuerdo! Y no sólo eso! Era feliz! Cómo no podía volverse loco con ella cuando le decía cosas como esas?
La recostó sobre su cama y sin esperar la besó con violencia, sus manos masajeaba sus pechos, y pronto peleo para quitarle el pantalón
Lentamente llevo su mano a la intimidad de la chica y rozó suavemente su clítoris. Mamori se retorció ante su toque. Estaba tan húmeda que los dedos del rubio fácilmente se resbalaban en su intimidad
Su lengua bailaba con la de ella y la saliva de ambos se entremezclaban, mientras que su índice daba vueltas en el pequeño montículo para luego entrar suavemente en la cavidad, volver a salir, y repetir la acción
-ngh- gimió ella
-joder, haces que pierda la cabeza maldita Anezaki- se quejó él, deseando ignorar como salía líquido pre seminal de la punta de su pene.
Para desviar su atención a sus propias sensaciones, fue besando el cuerpo femenino en zonas sensibles, hasta que al final llegó a ese lugar prohibido, al cual paso su lengua suavemente
-ahh- exclamó la castaña. “Es tan vergonzoso cuando hace eso”
El capitán, en cambio, se deleitaba con el sabor de su manager. Le calentaba considerablemente cuando veía a la chica excitarse por sus atenciones, que para darle más placer le succionó con fuerza y metió dos dedos. Tenía que comenzar a dilatarla o podría dolerle…
Estuvo un par de minutos realizando esa acción, y cada segundo que pasaba era una verdadera tortura para él hasta que su necesidad le ganó. Fue a su cajón y tomó un preservativo y con rapidez se lo colocó, para después posicionarse entre sus piernas y alinear la punta con la entrada de la chica y de a poco se enterró en su caliente intimidad
Gruñó por lo bajo. Realmente se sentía increíble el cómo esas paredes lo apretaban
-Te duele?- preguntó
-No mucho-  manifestó la chica, sentía más incomodidad
El rubio salió un poco de ella para luego empujar delicadamente. Observó cómo la ojiazul hacía una leve mueca por lo que se quedó quieto unos segundos
-Ah, mierda… necesito moverme contra ti o siento que explotaré- reconoció
Ella quien tenía sus ojos cerrados, los abrió ligeramente para ver cómo el quarterback tenía el ceño fruncido, la boca levemente abierta y sudando. Y una palabra se le vino a la mente…Sexy
-puedes hacerlo-
Al terminar esa frase sintió como el chico salía y volvía a penetrarla con mayor fuerza
Se le escapo un gemido
-eso, no te reprimas Anezaki, quiero oír tu voz-
-ahh…n no digas eso- respondió apenas pues hiruma comenzaba a embestir con creciente velocidad
-Claro que lo digo, no sabes lo mucho que me excita tu erótica voz- gruñó mientras la volvía a embestir
Sus ojos verdes seguían el movimiento de los pechos de mamori cuando se lo metía. Con fogosidad se inclinó para jugar con sus pezones
-ahh ngh- se escuchaba los gemidos de la mujer
Luego de unos minutos de enterrarse contra ella una y otra vez, sintió como no aguantaría mucho más, por lo que con entusiasmo aumento su ritmo y fuerza en sus caderas para poder llegar más profundo en Anezaki. También creía que a la manager le gustaba los movimientos, porque gemía bastante alto, y su pecho se elevaba con rapidez por la agitación.
Sin resistir más dio su última estocada y eyaculó. Mamori debajo de él también sintió como explotaba.
Hiruma salió suavemente de la chica y se dejó caer en la cama. Siempre quedaba agotado cuando lo hacía con la mama gallina. Miró de reojo a la ojiazul que intentaba controlar su respiración y evitaba la mirada de él.
Él se levantó con flojera para ir al baño, pero antes, fue la tomo del rostro y la beso
-hoy permitiré que te bañes, si quieres, realmente no es necesario, pero debes dormir  si o si, a mi lado maldita manager-
Y la dejo ahí

No olviden sus estrellitas y comentarios...yo siempre las leo 😄, y gracias a @ladykami044 quien se sumó hace poco y ha sido bien entusiasta
Y obviamente les agradezco a las q comenzaron hace mucho tiempo y aún siguen apoyándome y leyendo aunq me demore un milenio en subir un capítulo nuevo ♥️♥️♥️♥️

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