Al día siguiente Anezaki despertaba por una luz que le llegaba en el rostro, lentamente pudo abrir sus ojos y vio como la cortina de esa habitación estaba un poco abierta, observo alrededor intentando recordar el por qué no estaba en su propia habitación. De a poco empezó a recordar y quiso esconderse…no creía poder superar el horror que le provocaban la estupidez que había realizado. Además un fuerte dolor de cabeza la aquejaba.
Tomó su bolso y se fue al baño. Al salir se fue a la cocina. Eran las 8 y algo, Hiruma probablemente no tardaría en despertar…
El rubio despertó con el olor a comida “¿qué carajos…acaso deje abierta la ventana? Pero los vecinos nunca se despiertan tan temprano y tampoco he sentido que cocinen algo que huela tan malditamente delicioso” Se dio algunas vueltas en la cama, pero se levantó cuando sonaba su estómago.
Salió de su cuarto y el aroma se intensificó. Había alguien en su cocina! Y de repente se acuerda de la maldita manager y los problemas que le trajo el día anterior. Se asomó a la cocina y la vio allí con un delantal azul un poco viejo y que le quedaba un poco grande…dónde lo había encontrado ella? Ni p*** idea, estaba cocinando, es decir, la culpable del jodido buen aroma era ella.
Mamori se daba la vuelta para buscar los pocillos para echarla sopa se dio cuenta que no estaba sola, dio un pequeño salto.
-Hiruma! No te escuche-
-kekeke si me di cuenta- de alguna forma siempre le divertía asustar a la chica- parece que tomaste bastante en serio en sacar lo que necesites… qué mierda estás haciendo? – Youichi caminaba hacía lo que estaba preparando la chica sin poderse resistirse.
-ehh pues claro, necesitas de vez en cuando un desayuno tradicional japonés, probablemente tomas casi puro café-
El rubio no le contesto pero la miro de reojo, daba miedo de cuanto le conocía esa mujer.
-Aún andas en pijama ¿por qué no te cambias y yo termino el desayuno?- ella le regalaba su típica sonrisa, no usada tanto para el demonio
-espero que no me envenenes maldita mujer kekeke- El capitán bromeaba mientras se iba, hizo lo que le sugirió la chica y lo hizo con rapidez, nunca antes había querido tanto tomar desayuno como en ese momento.
Por fin se sentó y los dos comenzaron a comer.
Hiruma tomaba su sopa de miso e intentaba que no se notara demasiado que si le había gustado, pero era un poco difícil contener sus ganas de comer con más avidez ni que fuera el maldito gordo.
Mamori miraba de vez en cuando al quarterback, no sabía si la comida le había sido de agrado, era difícil saber; él probablemente no le diría nunca un cumplido… Pero no creía que él se comiera algo que le desagrade. Al verlo por ese lado se relajó.
-maldita manager después de esto saldré a buscar pistas sobre el malnacido que esta jodido por las rosas negras- le dice tomando ahora el arroz “como mierda puede cocinar tan rico la come pastelillos?”
-de verdad?- Ella lo miraba, él se veía bastante guapo con esa polera verde oscuro que llevaba, le combinaban con sus ojos jade.
-claro. Si no lo hago andarás distraída y serás menos eficiente. Es mejor arreglar esta jodida situación ahora-
Mamori ahora cambio su mirada hacia la ventana. Intentaba que no le doliera mucho sus palabras.
-yo me quedare aquí?- pregunto con la mirada aún puesta hacia afuera, cuando se da cuenta que cae del cielo algo pequeño y blanco
-sí. No creo que el imbécil sepa donde estas, pero no hay que arriesgarse- Youichi se había dado cuenta del ligero cambio de expresión de la chica, pero se confundió porque duro muy poco para descifrarlo.
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La sombra detrás de mi
FanfictionMamori esta siendo acechada.¿ podrá solucionarlo sola? ¿qué hará hiruma?. Un hirumamo de eyeshield 21🏈 para ustedes ^^ Con escenas románticas, graciosas y suspenso Lean y comenten que les parece :)