Capítulo 7

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“una rosa negra? Dudo que sea parte de la decoración, a la maldita manager le gustan los colores asquerosamente claros y alegres… cómo mierda llego hasta aquí?”   El capitán se acercó y tomo la rosa

-sabes de dónde vino? – le pregunto el rubio

La chica sólo miraba preocupada el objeto entre las manos del chico

-eh! Me escuchas maldita manager?- se acercó a ella y le chispeo los dedos

-no sé cómo llego hasta ahí- se fue a un lado de su habitación y del closet saco su mochila y la abrió y sacó la otra rosa negra que había recibido

-¿qué mierda? ¿Por qué tienes otra? ¿Te gustan?- el capitán fue a su lado de nuevo. A él  no le gustaban las flores, rosas, sean de los colores que sean pero no creía que ella las tuviera porque quería.

-no me gustan. Hoy recibí ésta, estaba en mi casillero junto a este sobre- Mamori le entrega los desagradables regalos.

Hiruma lo examinó

-no sabes quién te los envió no?-

-pues no, y…- la chica se callo

-y qué? Qué ibas a decir?-

-pues… nada, sólo son estupideces mías- la chica se alejó de él y fue en busca de su pijama

-yo veré si son estupideces, escúpelo- Hiruma la siguió con la mirada

-yo…yo me he sentido observada en estos últimos días, cómo que alguien me vigilará, pero tal vez sólo lo esté imaginando.

El rubio la observaba en silencio, hasta que por fin habló.

-no creo que lo estés imaginando, no creo que estés tan jodidamente loca. Puede que también estas mierdas se relacionen con eso.

Youichi recogió las rosas junto al sobre.

-no creo que sea buena idea que te quedes sola aquí. Quién mierda sea, pudo entrar en tu casa mientras no estabas, puede entrar cuando tú estés aquí también-

Mamori se había puesto blanca.

-cierto. Debo ir a quedarme dónde una amiga? No puedo ir dónde Sena, se fue a Estados Unidos por unos días…vuelve mañana- la chica comienza a pensar, intentando encontrar una solución para aquello

-no le dirás a tus padres, no?- el rubio le pregunta aunque ya se espera la respuesta

-claro que no. No puedo arruinarles su viaje. Puedo manejar esto sola- dice resulta la castaña

-…por hoy te quedaras en mi casa- avisa Youichi con indiferencia y se va de la habitación.

La chica se queda en donde estaba sin poder creerse en las palabras del capitán “¿Qué dijo? ¿Qué me iré a dormir a su casa???! Imposible! Hiruma me tiene que estar tomando el pelo!”

El rubio abajo ve las tazas servidas, con el contenido frío por el rato que había pasado. Las toma y vacía ambas en el fregadero y las lava. Y en su casa podrá tomarse un café caliente.

-maldita manager! Espero que estés haciendo un p***  bolso para irnos! No tengo todo el tiempo del mundo!- le grita al segundo piso con aparente impaciencia.

“¿Qué mierda estoy haciendo? ¿No se suponía que tenía que evadirla? En cambio de eso la estoy llevando a mi casa! No tiene sentido! Joder! por qué tenía que pasar una mierda cómo está! Y pensando en eso ¿Quién hijo de p*** será el que este acosando a la maldita manager? Lo despellejaré vivo al jodido por causarme tantos problemas!”

La sombra detrás de mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora