Capitulo 58

3.8K 324 13
                                    


Una vez que terminamos de desayunar dejo a Verónica en la sala jugando con sus juguetes, mientras que yo me pongo hacer la limpieza.

Cuando el reloj marca las doce con trece minutos mi celular vibra con un mensaje de Richard.

"Harry pasara por casa a la una de la tarde. Diviértanse."

Doy un gran suspiro con tan solo pensar que saldré con él. Sé que no es una cita y nada de eso. Pero volver a estar con él es algo muy raro.

Alisto a Verónica primero y luego me cambio yo. Cuando llega Harry a casa, nosotras ya nos encontramos listas.

Fuera de casa se encuentra un taxi esperándonos. Subimos los tres en la parte de atrás y Harry me dice que el taxi estará para nosotros todo el día. Lo ha contratado para que sea nuestro taxista por hoy, así que no tenemos que preocuparnos por la movilidad.

- tengo un carro, solo debiste pedirme – digo mirando con Verónica por la ventana.

- no quería que te preocuparas

- por manejar un carro no me voy a preocupar – digo mirándolo.

- quiero pasarla bien el día de hoy Tiana. Me iré mañana.

Lo miro un momento en silencio al igual que el a mí. Solo será un día y luego esto se acabara.

- está bien – digo asintiendo con la cabeza.

Llegamos a una dulcería. Los tres bajamos del carro y Vero de inmediato coge de la mano a Harry, rechazando la mía. Veo como los dos entran dentro de la tienda, para luego entrar yo. Los dos cogen unos baldecitos y una palita para coger los dulces.

Vero corre por todos lados abriendo y cerrando los contenedores de dulces. Primero mete uno a su boca para probarlos y luego llena su balde. Harry tiene dos baldes llenos de chocolates escogidos por Verónica.

- todo lo que ha cogido son chocolates – dice Harry mirando los contenidos de los baldes.

Veo a Verónica como mete otro dulce a su boca para luego cerrar el contenedor, al parecer no le ha gustado ya que no echa nada a su balde.

- el caramelo es muy duro y tienes que chupar mucho, en cambio el chocolate se derrite en tu boca con facilidad y sin contar que tiene mejor sabor que el caramelo.

- ¿Por qué eso me suena que es un gusto aprendido? – dice Harry.

Lo miro y puedo ver una pequeña sonrisa en su cara. Niego con la cabeza y no puedo evitar sonreír también.

- ¿lo dice el chico de la mantequilla?

Harry me mira y puedo ver como su sonrisa crece más de la que ya la tenía.

- todos tenemos lo nuestro. Yo la mantequilla, Verónica los caramelos y tú los huevos.

Me rio y él también lo hace. Mientras que Verónica sigue en su búsqueda de dulces nosotros vamos detrás de ella vigilándola a que no se pierda o se lastime.

Luego de su recorrido en toda la tienda, tenemos tres baldes de chocolate, una paleta y una canasta de galletas. Harry paga por todo y luego nos vamos a una juguetería. Al entrar Vero jala de la mano a Harry hasta las muñecas donde agarra una Barbie con su vestido de princesa.

- ¿te gusta? – Le pregunta y ella asiente con su cabecita – está bien, entonces nos la llevaremos.

Vero sigue mirando los juguetes con mucha atención mientras que nos pasa algunos para verlos también.

Agencia De EspososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora