Golpeo con mi taco el duro suelo que provoca un pequeño sonido. Miro a todos lados en busca de su presencia pero él nada que aparece. Ya hace veinte minutos que me encuentro sentada en una mesa fuera de la cafetería.
Miro mi celular por octava vez revisando la hora cuando alguien me coge del hombro. Esta vestido con una ropa casual, una camiseta color blanco, unos pantalones jeans negros y unas zapatillas blancas.
- lo siento por la demora – dice sentándose frente a mí.
- dijimos que a las tres y son tres y media – digo enseñándole la hora de mi celular.
- está bien lo siento. Como recompensa yo invito el café – dice con una gran sonrisa.
- ya tome una y ya la pague – digo de inmediato antes de que diga algo – es mejor que nos vallamos, a si podemos buscar con más tiempo y tranquilidad.
- como usted quiera señorita – dice parándose y extendiéndome la mano.
Sonrió ante su gesto y niego con la cabeza aceptando su mano y poniéndome de pie.
Caminamos por todos lados entrando y saliendo de las tiendas y sin poder encontrar el regalo perfecto.
- es una pequeña niña, cualquier cosa que le des le gustara – dice cogiendo una muñeca.
- quiero darle algo grandioso. Ella es mi peña niña. Se merece lo mejor.
- entonces sigamos buscando – dice tomándome de la mano.
Entramos a otra tienda de niños y nos dirigimos a la sección de niñas.
- a mis hermanas siempre les gustaron todo lo que sea con barbies – dice cogiendo una caja grande donde esta una muñeca barbie con un montón de ropa y zapatos.
- es una niña de dos años – digo negando con la cabeza – apenas sabe hablar algunas palabras entendibles.
Camino mirando a todos lados sin convencerme con nada de lo que veo. Mientras que él se aparece a mi lado con un oso marrón.
- cuando cumplí los cinco años, mis hermanos mayores me regalaron un oso el cual llame Albert – dice acariciando al oso de su mano – era de color crema, tenía un traje muy lindo. No me gustaba que nadie lo coja, era mi mejor amigo. Además era mui envidioso ya que era el más pequeño y tenia de todo, hasta que llegaron las gemelas.
Me rio ante el gesto que pone.
- las gemelas son diez años menor que tu – digo dándole un pequeño golpe.
- pero ellas me quitaron mi puesto de reí en casa
- aun así las quieres
- son mis hermanas. Que se puede hacer.
- entonces resumiendo tu historia ¿me dices que le regale un oso? – digo mientras tomo el oso de sus manos.
- no, solo digo que le regales algo que creas que será muy especial para ella, como para mi lo fue el oso. Fue algo que me gusto demasiado y lo hice mi mejor amigo.
- el problema es de que ella solo tiene dos años y no sé qué puede ser tan especial para una pequeña de esa edad.
- has funcionar esa cabecita Tiana. Tú la conoces mejor que yo.
Al final me rindo y nos vamos sin comprar nada.
Me voy a mi departamento y él al suyo. Me doy una gran ducha y luego me pongo la piyama para sentarme en mi sofá y mirar una película.
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Agencia De Esposos
Teen FictionTenemos momentos felices y tristes en nuestras vidas. Tenemos momentos de aventuras como momentos aburridos en nuestros días. Tenemos momentos rutinarios al igual que momentos únicos el cual tratamos de disfrutarlo a lo máximo. Tenemos momentos el c...