El Resplandor de un Sueño (SasuSaku)

In...correcto

22 de agosto:

Sakura:

El sonido de la puerta me despierta. Mas vale que no...al asimilar que estaba consciente mi cerebro comenzó con su protesta por mi abuso con la bebida la noche anterior. Reusándome a levantarme decidí darme la vuelta, mala idea...sentí un terrible mareo aun sin abrir los ojos, era como si estuviera recostado sobre un barco en alta mar.

- Sakura –un par de manos movieron mi hombro.

- Mmmm.

- Sakura venga...levántate son las 3 de la tarde...

Abrí los ojos lo más rápido que me fue posible, sí esta vez recordé desactivar la alarma.

- ¿Ino?

- Sí, vamos levántate muero de hambre...

Justo ahí mi estómago también despertó uniéndose a la protesta de mi cerebro.

- Vale...

A duras penas haciendo uso de toda mi voluntad me senté en la cama esperando a que todo mi cuerpo entendiera lo que quería hacer.

- Vaya tu resaca no es para nada amable contigo –rio.

Arrugue la boca...por eso no me gustaba mucho tomar...mi cuerpo me echaba un buen regaño mientras que el de Ino se quejaba pero no la doblegaba lo suficiente como para impedirle levantarse por su cuenta.

Me erguí dándome algunas palmaditas en los cachetes buscando acelerar el proceso. Suspire saliendo de la cama para buscar lo primero que aparezca en mi closet e ir a comer, no podía salir en pijama...desgraciadamente.

- Sakura... –ya tenía mi pantalón algo holgado solo me faltaba colocarme la camisa azul claro.

- ¿Qué?

- ¿Qué...es eso...? –le mire extrañada, sus ojos abiertos mirando fijamente mi cuello.

- ¿El qué?

- Esa cosa en tu cuello...

Toque pero no pude sentir nada diferente, al menos su superficie no había cambiado...del todo. Camine hasta el espejo para revisar y casi se me va el alma por la boca cuando mis ojos divisaron una marca rojiza casi purpura en el lado izquierdo de mi cuello.

- Pero qué...

- No sé tú pero...para mí eso es...

- Ni lo digas –no le deje terminar...pensar en la palabra de por si me daba...grima.

- Vaya...realmente perdiste el control anoche.... ¿No te duele...? –mi rostro hizo competencia con la marca recién encontrada.

- ¡Ino!

- Vale vale...no creo pero.... ¿Sabes quién fue? –indague entre mis vagos recuerdos pero era poco lo que aparecía con algo de claridad.

- No... –torcio el gesto.

- Estarás en graves problemas si alguien lo ve... –lo sabía perfectamente, me pase la mano ansiosamente por el cabello pensando que hacer.

- Ya se.

Recordé un regalo de mi madre hace mucho tiempo, quién diría que esa pañoleta blanca me sería útil algún día...si mi madre supiera para que la estoy usando. Abrí el closet y fui hasta la parte de abajo, removí algunas cajas hasta encontrar esa de color amarillo, un regalo de cumpleaños, la abrí sacando el largo pedazo de tela para luego sacudirlo y ponérmelo fijándome que cubriera bien el...chupete.