El Resplandor de un Sueño (SasuSaku)

Un castillo...una voz

9 de abril:

Sakura:

Estática bajo el marco de la puerta... Su mirada estaba consumida por un profundo odio... Escupía cada palabra con rabia... ¿Era esto lo que deseaba en un principio? ¿Qué me odiara así? Quizás pero nunca imagine que lastimaría tanto... Me estaba devolviendo mi veneno y dolía de una manera insoportable.

Había planeado confesarle toda la verdad pero cada vez que intentaba arreglar para encontrarme con él terminaba acobardándome al final y ahora su creativa mente hizo una historia retorcida e incorrecta... ¿Cómo aclararía todo este asunto...? Mi hija balbuceo estirándose para alcanzar el peluche que sobresalía de la pañalera...Sarada...

-Sakura, cariño ¿estás bien? ¿Qué fue todo eso?

-Señora Hana... Un padre... ¿Puede odiar a su hija...?

Ella no tenía la culpa de nada...fui yo la que tomo una mala decisión, si le digo la verdad no me importa que me siga despreciando...me lo merezco pero nuestra hija no...

-No cielo...ningún padre en su sano juicio es capaz de sentir tal cosa...la sangre es mas espesa que el agua cariño...

-Gracias...

Daba esperanzas escucharlo...tal vez ahora este fuera de sí pero seguro más adelante cuando se calme...podre decírselo.

18 de abril:

Mis planes para destapar todas mis mentiras se fueron por la borda el día siguiente al incidente, quería esperar 2 días o 3, sin embargo la mañana del 11 Ino me escribió para avisarme que Sasuke estaba de vuelta en Feline... En la tierra era mas sencillo encontrarme con él, en la nave solo con decir "no quiero verle" bastaba para imponer barreras irrompibles, incluso si lo engañaba me vería antes que yo y echaría marcha atras...

-Mai...maiii –sostenida a la baranda de su cuna Saradallamándome insistentemente.

-Lo siento pequeña...las cosas se complicaron mucho pero prometo que traeré a papá ¿de acuerdo? –la alce fuera dando un par de vueltas haciéndola reír.

-Mai...gao –su extraña manera de referirse al peluche en su cuna, era increíble como no podía vivir sin eso...hacía mas berrinche por el animal que por sus chupones.

-Ten estrellita...

Apapucho al gato de felpa con una enorme sonrisa en el rostro. Kurama entro de la nada al cuarto moviendo la cola dando vueltas contento.

-Uma...uma –aun sosteniendo el juguete se estiro hacia el canino...se podría decir que saco mi amor por los animales.

-¿Quieres jugar con Kurama? –se estiro con más insistencia a la vez que repetía su nombre con pucheros. – Está bien –reí agachándome para sentarme en el suelo con ella entre las piernas.

Kurama se acercó hasta quedar a escasos centímetros de ella moviendo la cola cual aspa de ventilador, mi hija palmeaba el suelo con ambas manos antes de lograr apoyarse y gatear en busca de su amigo. El perro corría lejos y luego volvía echando la parte delantera al suelo con el trasero en alto a modo de juego, Sarada se carcajeaba cada vez que el animal salía disparado en cualquier dirección.

-Tía Saku... –mi sobrino apareció por la puerta sosteniendo una caja de juegos.

-¿Qué sucede Boruto? –agito la caja frente a él, sonreí – Ven –dije palmeando el suelo junto a mí.

Eran raras las veces que Narutp se separa de Hinata, quien estaba en coma, por lo que en repetidas ocasiones alguno de nosotros se ofrecía para llevar al niño donde su padre pero no era mucho lo que permanecía allí... En algún punto mi primo pedía que nos lo lleváramos, no deseaba que le viera llorar y era comprensible pero aparentemente ignoraba el daño que le estaba haciendo al dejarlo tanto tiempo solo. El pequeño se despertaba por las noches pidiendo entre lágrimas a su papá, partía el alma... Era entendible el dolor y la desesperación de mi primo, las consecuencias dichas por el doctor en cuando al estado de la chica eran serias, incluso la muerte estaba entre ellas cosa que le tenía entre este mundo y el espiritual. Neji llego a un límite hace unos días...