El Resplandor de un Sueño (SasuSaku)

El resplandor de la duda

27 de mayo (7 meses y 3 semanas):

Sasuke:

Luego que finalmente cesaran las extrañas y desesperantes pesadillas pude dormir como Dios manda lo cual me ayudaba a concentrarme en el trabajo.

Un poco tarde me dirigí al comedor a desayunar, allí en la mesa de siempre estaban los chicos pero esta vez no le prestaban mucha atención a sus comidas, un cubo era la razón de la radiante emoción...un cubo con fotografías.

-Buenos días.

-Oh Sasuke, buenos días, ven mira –Ino palmeo el asiento junto a ella, obedecí. En las fotografías se podían ver un par de bebés, asumí serían los mellizos de Tenten y Neji.

-Son los hijos de Neji y Tenten –me informo poniéndome al tanto confirmando mi conjetura.

-Ella es Shiori y él Satoshi, son adorables ¿o no?

La niña vestida de osito mientras el niño tenía un suéter de dinosaurio, ambos con bastante cabello y ojos perlados.

-Sí, lo son –sonreí, independientemente hay cosas que no pueden negarse.

Eran varias por lo que comimos muy poco en lo que veíamos las imágenes. Recordé la ecografía que vi en la oficina de Menma hace un par de meses, seguramente era Shiori pero...no sé, algo me decía que no eran la misma bebé ¿Por qué?

-Espera... –la mano de Hinata voló hacia la de Ino quien era la que cambiaba las fotos. Lucía confundida, perdida.

-¿Qué?

-La anterior...pon la anterior, por favor.

Hizo caso volviendo la imagen, los 2 pequeños recostados boca abajo en una cama con las cabecitas levantadas sonriéndole a quien tomaba la foto en ese momento ¿Qué tenía de especial? Mire a peliazul quien tenía sus ojos fijos en algún punto específico, trate de seguir su mirada regresando a la foto. En el fondo una puerta, alguien asomado por el marco...un niño ¿Quién era?

-Es tarde ya.

La fotografía se desvaneció frente a nosotros por la mano de Menma. Mire el reloj, tenía razón, era hora de ir a trabajar. Nos fuimos parando casi todos a excepción de Hinata quien estaba inmóvil en su sitio...completamente ida.

-¿Hinata? –Ino se acercó zarandeándola un poco.

-¿Quién...era...? –en su expresión se reflejaba un extraño sufrimiento mezclado con incertidumbre y desesperación.

Menma, quien últimamente desbordaba amargue por cada poro, se puso tenso...rígido cual estatua incluso puedo decir que pálido.

-¿Quién?

-El niño...

-¿Satoshi? –negó.

-El de atrás...

-No vi ningún niño atrás...

-Estaba allí...le vi –realmente de no ser por seguir su mirada yo tampoco me habría percatado de su presencia, sin embargo ella le noto al instante.

-Hinata...es hora de empezar el trabajo...

-¿Tú si sabes?

Por un segundo en los ojos de Menma se vislumbro un debate similar al que veía en los de Ino hacía algunas semanas. Lucía...como si supiera pero no era capaz de revelar nada, algo más fuerte que él se lo impedía.

-No...

-¿Qué sucede Hina? –inquirió Ino ya preocupada por su comportamiento.

-Nada es solo que...su rostro...se me hizo muy...familiar –presionando su sien, cerró los ojos apoyando la cabeza entre las manos y los codos sobre la mesa, bufó ¿Migraña?