El Resplandor de un Sueño (SasuSaku)

Solo era...cuestión de tiempo

14 de octubre:

Sakura:

Llevaba varias horas frente al computador en la tediosa tarea de buscar un trabajo mientras mi pequeña, ya de 3 meses, se encontraba recostada a mi lado en una alfombra interactiva para bebés con muchos juguetes colgantes, luces y sonidos...todo lo necesario para mantenerla tranquila mientras hacía mis diligencias.

- Hay muchas opciones ¿Cuál crees que sería la mejor? –mi bebé paro de golpear su entretenimiento colgante para tras observarme por un momento sonreir comenzando a agitarse descordinadamente en mi dirección – Es difícil concentrarme contigo aquí –murmure entre risas ¿Quién podría frente a tanta ternura?

Aparte la computadora sacándola de su lugar de juego para acostarla en la cama. Inclinandome sobre ella repartiendo besos por toda su carita causando que riera emocionada. Baje hasta sus piecitos e hice como si los mordisqueara lo cual causo una carcajada mucho más fuerte.

- Perdona que las interrumpa Sakura-chan pero... ¿Me ayudas con la comida?

Mi primo, quien finalmente había decidió hacerle a Boruto la piñata en casa ¿Por qué? Según él aquí tiene más libertades que en el preescolar. Asentí haciéndole unas cuantas cosquillas más a mi hija antes de cargarla y seguirlo hasta la planta baja.

Tras de acomodar a Sarada en el corral me dirigí hacia la cocina en un intento por bajar su nivel de estrés. A mi concepto todo estaba perfecto pero Naruto veía errores en cada rincón por lo que los preparativos se estaban retrasando mas de la cuenta... Gracias a dios el festejado estaba con Neji o a mi primo le terminaría dando un ataque de nervios. En medio de su...catástrofe el timbre sonó.

- Oh por dios.

- Tranquilízate han de ser tus padres, yo abro.

Dicho y hecho, se trataba de mis tíos.

- Hola cariño ¿Cómo has estado? Vaya, luces guapísima para tener una bebé de 3 meses –mi tía asfixiándome entre sus brazos.

- Gracias tía...bien no me quejo.

- Hola preciosa –su mano se paseo por mis cabellos desordenándolos un poco, me queje y él rió, no cambia.

- Que bueno que llegan...

- ¿Está en crisis? –supongo que este comportamiento es mas natural de lo que pensaba. Asentí, ambos rieron cruzando miradas.

- Eso es cada fiesta cariño.

Aquel par de salvadores terminaron los arreglos en menos de 15 minutos regañando a Naruto por su dañino perfeccionismo. El lugar quedo precioso decorado con dinosaurios y todo lo relacionado aunque mi primo seguía atento a cualquier...error, le felicite innumerable cantidad de veces intentando tranquilizarlo.

- ¡Papá! –por la puerta un muy feliz Boruto de 3 años el cual a mitad de carrera dio un brinco directo a los brazos de su padre.

- Hola pequeño ¿Cómo estás? ¿Te gusta como quedo todo?

- Waaaaaa siiii gdacias papá.

Se aferró a su cuello soltando risas... Eso era lo que necesitaba, no que nosotros le felicitáramos, la sonrisa y felicidad de su hijo era lo único capaz de calmar su ansiedad.

- Wao...el lugar quedo...increíble –Neji entrando junto con Tenten y los mellizos de 7 meses.

Poco después los primeros invitados hicieron acto de presencia y a eso de 1 hora ya estaban casi todos. Me sentía...una extranjera entre tanto desconocido, no era igual que estar en las fiestas de Feline ya que por mas que fuera teníamos algo en común y conocía a bastante pero aquí...no encajaba. Lo único que me mantenía tranquila era tener a Sarada en brazos quien mantenía sus ojitos muy abiertos examinando las nuevas cosas que el mundo le ponía en frente.