Viaje a París, buscando libertad.
Libertad que se esfumó cuando a ese rubio se le ocurrió hacer tal locura.
-¡Maldición, es por eso que vine a París! ¡En Japón corría riesgo mi libertad!-Ahora tú me la quitaste.-Arg... ¡Adrien baka!
—Jamás pensé que llegaría a hacer esto algún día.—Murmuré dando un largo suspiro.
—Shh.—Me calló Rose.—No hables, nos van a descubrir...
Normalmente diría que no me importa, pero está situación es diferente. Muy diferente.
—Wow, Rose, qué lindo.—Dijo una chica pelirroja con una sonrisa de oreja a oreja y sin dejar de mirarme.—No sabía que tenías un cachorro de lobo.
Gruñí hacia ella.
—Es un zorro blanco.—Dijo cargándome en sus brazos para que no me lanzará a la chica y la mordiera.—Y es una chica.
Y aquí estoy yo, convertida en un zorro blanco para que Rose tuviera una mascota a quien llevar a la escuela.
En cuanto entramos a la escuela todas las miradas se posaron en mi y en Rose, ella sólo ignoró las miradas y me llevó cargando al salón donde sacó un cepillo y peinó mi cola.
Seguí matando con la mirada a la pelirroja hasta que prácticamente salió huyendo del salón.
Eso es, huye mientras puedas.
Rose siguió peinando mi cola.
—Que linda te vez.—Dijo con sus manos en sus mejillas.
Paradee unos segundos y después lamí mi pata.
Ok, eso fue una buena actuación.
—Hola Rose.—Mi cola se erizó cuando escuché la voz de Adrien a mis espaldas.—Un zorro albino, que tierno.
¿Por qué rayos todo el mundo quiere cambiarme de sexo?
Gruñi dándole la espalda y refugiándome en los brazos de Rose. Ella no tardó en dar suaves caricias a mi cabeza.
—Es una chica.—Lo corrige.
—Oh, lo siento.—Se disculpó con una mano en su nuca.—¿Cuál es su nombre?
—Kisu...—Mi cola se erizó de nuevo y me alejé de ella.
Esta vez salté a los brazos de Adrien y restregué mi cabeza sobre su pecho.
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Esto es humillante.
—Es bastante amigable.—Pasó sus dedos desde mi cabeza hasta el inicio de mi cola.
Eso se sintió tan... No tan mal.
—Rose, ¿Cómo dijistes que se llamaba?
—Kiara, su nombre es Kiara.—Dijo tan rápido que Adrien comenzó a sospechar.
—¿Y Juleka y Kisuki?—Preguntó con una sonrisa.
Mierda, Rose, espero que no tirubees o él sospechará.
—Juleka llegara en unos minutos... Y Kisuki... E-ella dijo que no podría venir porque tiene un resfriado.—Mierda, titubeó.
Adrien observó a Rose por unos segundos, analizándola, después a mí y frunció el ceño. Esta sospechando.
¡Tengo que hacer algo ya!
Cómo pude, trepé hasta su cabeza y me agache para lamer su nariz, perdiendo el equilibrio por completo y cayendo frente a él.
—Te tengo.—Antes de que llegará a golpearme el me atrapó en sus brazos y yo suspiré aliviada.—No vuelvas a hacerlo pequeña, te puedes lastimar.
¿Pequeña? ¡¡¿Pequeña?!! ¡¡Somos de la maldita misma estatura!!
Gruñí y volví a los brazos de Rose.
—Disculpa... Tiene un carácter bastante... Fuerte.
—¡Un vulpix de Alola!—Gritó un chico con anteojos desde la puerta del salón.
Maldito.
Rose supo mis intenciones, pero aún así no logró retenerme y fui corriendo todo lo que mis pequeñas patas podían, mientras el chico de lentes salía corriendo y gritando que era un pokemón salvaje o algo así.
Al final no pude morderlo.
Suspiré de nuevo y di media vuelta dispuesta a volver con Rose cuando alguien me carga en sus brazos.
—¡Alya, mira!—No tarde mucho en darme cuenta quién era: Marinette.—¡Eres la cosa más linda que he visto!
Comencé a sudar frío cuando se acercó DEMASIADO a mí con una sonrisa un poco psicópata.
Por suerte Juleka me vió y se acercó a nosotras.
—Es de Rose, debió haberse perdido.—Dijo tomándome en brazos.
—Gracias.—Susurré, intentando que sólo ella me escuchará.
—Que extraño, me pareció haber escuchado la voz de Kisuki.—Dijo la ojiazul mirando a todos lados.
Tengo que tener la boca cerrada.
—Cuando llegué escuché que la exhibición de mascotas esta a punto de comenzar, tengo que encontrar a Rose.
Marinette asintió y se alejó, siguiendo a una chica que llevaba un gamnsters en una esfera de plástico.
Bien... Acabemos de una vez por todas esto...
**
Oh mierda.
—La mascota ganadora es Kiara.—Todo el público comenzó a aplaudir y felicitar a Rose, quién gritaba y saltaba alegre.— Ella ganará un lindo vestuario de la nueva línea de ropa para mascotas que saldrá el próximo mes. Cómo también participará en la sesión de fotos para el catálogo junto con el modelo principal de la compañía Agreste: Adrien Agreste.
