31. Lágrimas

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Narra Adrien.

¡Marinette es Ladybug! No podía ser mas ciego. 

No pude evitar reírme cuando ella lo dijo, tantas veces que había escuchado a Alya decir que Marinette y yo nos parecíamos a Ladybug y Chatnoir, ella era bastante observadora, y yo, un tonto que no supo darse cuenta de las cosas.

Soy un completo ciego je, je.

Mientras saltaba de un edificio a otro, mis nervios iban en aumento conforme me acercaba a su casa.

No podía llegar simplemente y decirle que sabía su identidad y revelar la mía, ¿Qué le diría entonces?

De repente, el rostro de Kisuki llegó a mi mente. 

¿Por qué no me miraba a la cara? En ningún momento lo hizo el poco tiempo que hablamos.

Fruncí el ceño al aterrizar en el balcón de my lady.

¿Kisuki esta bien? ¿Se habrá lastimado y no me dijo nada para que no me preocupara? ¿Aun está débil por la pelar contra Markov?

  — Chat, ¿Qué haces aquí?—   Estaba tan inmerso en mis pensamientos que cuando Marinette dijo el nombre de mi alter ego me sobresalte.

Los nervios regresaron a mi y sentía una rara sensación en el estomago.

 — H-hola Marinette, ¿Qué haces por aquí?

— Yo vivo aquí.— Dijo con una sonrisa en su rostro.

 Me sonrojé al darme cuenta de lo que había dicho.

Que tonto soy.

  — ¿Estas bien? No actúas como tú.— Bromeó, me sonrojé un poco mas de ser posible.— ¿Y tú inseparable compañera? — Preguntó, refiriéndose a Kisuki.

  —  Me... Comentó algo sobre que se iría a descansar por hoy.— No estoy muy seguro, pero conociendo a Kisuki, supongo que es verdad.— ¿M-marinette...?

  —¿Qué pasa, gatito?

— ¿Qué pasaría si te dijera que tengo sentimientos por ti?— Tanteé un poco la situación.

Eso es Adrien, tenemos que ir despacio.

Se mantuvo unos minutos callada, muy sorprendida y esa molestia en el estómago se hizo mas fuerte.

¿Por qué de repente comenzó a dolerme el pecho?

  — ... Ja, ja, ja, ja, ja.— Desconcertado, observé como ella reía, llevando sus manos a su estomago.— Lo siento, Chat, pero estoy enamorada de alguien que conozco, un civil o como quieras quieras llamarlo.

  — Mi lady, me rompe el corazón escuchar eso.— Sonreí falsamente y llevé mis manos a mi pecho. 

Ella pensó que estaba jugando.

  — Creí que Rena y tú se gustaban.— Me sobresalte nuevamente a escucharla.— Ella siempre esta a tu lado, incluso cuando no esta Ladybug.

  — Eso es porque ella es mi...— Rayos, casi hablo que más.— Es algo complicado, tenemos un acuerdo donde nos protegemos el uno al otro, somos buenos amigos. 

  — ¡La tarea! — Gritó de repente entrando a su habitación.

Reaccioné a tiempo cuando Marinette tropezó y la cargué antes de que llegara a lastimarse.

  — ¿Estas bien, boogabo?— Pregunté preocupado.

Al alzar la vista me lleve la sorpresa de ver una gran cantidad de fotografías mías pegadas en la pared de su habitación y también como el fondo de pantalla de su computadora.

Un gato y un demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora