1. Hola Paris.

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—¡Arde, Arde! JAJAJAJAJA.—Rei como villana de cuento, observando cómo las cajas vacías de la mudanza se volvían cenizas.

Hasta que por accidente se encendió la alarma contra incendios y terminé empapada.

—Mierda, eso no lo ví venir.—Creo una bola de fuego en mi mano y la paso con cuidado por lo muebles para secarlos.—La próxima vez mejores los quemo en la azotea.

Después de secar los muebles fui a mi habitación y tomé una ducha. No tenía mucho que hacer, ya había desempacando y comenzaría clases mañana, así que mejor opté por ponerme un kimono blanco que me llegaba 5 dedos arriba de mi rodilla y me pase el resto del día viendo la televisión y comiendo palomitas quemadas.

Nota mental: Utilizar el microondas para hacer las palomitas y no mi mano, las palomitas sabrán mejor así.

Cuando me di cuenta, ya era las 2 de la mañana, así que apague el televisor y me fuí a dormir.

**

¡Mierda, mierda, mierda! ¡Me quedé dormida!

Ahora mismo corría por los edificios para llegar más pronto.

¡Tengo dos minutos!

Me transformo y salgo de entre los arbustos, chocando con una chica.

—Lo siento, no te ví.

—No te preocupes, yo no te ví. Estaba demasiado apurada intentando llegar en mi primer día.—Sonrío apenada hacia la chica.

Su aspecto era muy tierno, llevaba puesto un vestido rosa que combinaba con sus cabellos rubios, cortos y sus ojos azules.

Kami, qué linda.

—Oh, ¿Eres nueva alumna? Puedo ayudarte si gustas.

—Me encantaría, arigato.—Hago una reverencia.

—¿Eres extranjera?

—Je, ¿Tanto se nota?—Ella asiente tiernamente.—Bueno, mi nombre es Ikero Kisuki, soy de Japón.

—Mi nombre es Rose Lavillant, un gusto.

Con ayuda de Rose logré llegar a la dirección de la escuela, ella se despidió en cuanto llegamos ya que llegaría tarde a clases... Me sentí un poco mal por ella, ya que llegaría tarde a sus clases por ayudarme.

—Oh, tú debes ser Kisuki, ¿O me equivoco?

—Eh... No, vine por mí horario de clases.—Esperé unos minutos a que verificaran mis papeles, que se habían enviado días antes. Suspiré cuando dijeron que no había problema con ellos y que me asignaron a un aula de inmediato.

—Esta será tu aula.—Dijo señalando la puerta frente a nosotros.—Solo entra y entrega a la profesora la hoja que te di, ella te asignará a un asiento y podrás comenzar con sus clases, suerte.

Toqué a la puerta, escuchando un "pasé" entré y fuí directo hacia la profesora, sin mirar a la clase.

—Disculpe, me dijeron que tenía que mostrarle esto.—Dije mostrándole la hoja donde me asignan a esta grupo.

—Alumnos, tenemos una nueva estudiante, ella viene de Tokyo, Japón. Preséntate cariño.

—Konn... Hola, mi nombre es Ikero Kisuki y seré su compañera de clases, espero y seamos amigos.—Sonreí al ver a Rose en uno de los asientos más alejados.

—Bien Kisuki, por hoy, puedes sentarte aun lado de la señorita Burgeois.—Dijo señalando a otra chica rubia, demasiado concentrada en su celular.

Pude ver como la tierna cara de Rose se deformaba.

Podía oler desde aquí el exceso de perfume que llevaba esa chica.

Oh, mi pobre nariz.

Un gato y un demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora