Narra Kisuki.
—¿De verdad vas a hacerlo?
—No debes de preocuparte tanto, Adrien.—Ruedo los ojos por décima vez.—Confía en mí.
—Tienes ventaja sobre ella, esto puede terminar en un nuevo akuma.—Siguió insistiendo.
Bufé y salté del edificio, aterrizando frente a la escuela. Segundos después Adrien estaba detrás de mí, transformado claro, y mirando con los brazos cruzados y el ceño levemente fruncido.
—No pensé que vendría gente.—Dije observando la multitud.
—Estabas en televisión nacional.—Alix, se acercó patinando.—Es un poco obvio que quisieran venir a ver nuestra pequeña competencia, Rena Blanc.
Oh, tiene razón.
Podía ver a casi todos mis compañeros de clase aquí, vinieron a ver y apoyar a Alix, supongo. Marinette había venido en su forma civil, y ella, al igual que muchos, se quedaban mirando a Adrien en su alter ego por más tiempo de lo normal.
—¡Esto irá directo al Ladyblog!—Escuché que dijo Alya al ver como Alix y yo nos poníamos en posición para comenzar la carrera.
—Oh, espera.—Digo incorporándome un poco. Con mi mano derecha creé una bola de fuego azul y la lancé a los patines de Alix. Estos ahora lucían parecidos a los míos con las llantas en llamas.—Mis patines son creados por mi poder, por lo que son más rápidos de lo normal. Puse mis llamas en tus patines, ahora patinarás a la misma velocidad que la mía... La cuestión que decidirá al ganador será su habilidad.
—De lujo.—Murmuro fascinada al ver sus patines.
Todas las personas comenzaron a tomar fotos con sus celulares.
—Da una vuelta, acostumbrate a ellos.
Alix asintió entusiasta antes de comenzar a patinar a toda velocidad. Muchos de los humanos que estaban aquí por la carrera se quedaron con la boca abierta, y Adrien negaba una y otra vez con una sonrisa en su rostro.
**
—En sus marcas... Listas... ¡Fuera!—Alix y yo salimos a toda velocidad al escuchar la señal.
La trayectoria de había extendido debido a nuestra velocidad, ahora, Alix y yo tenemos que cruzar el Trocadéro, llegar a la torre Eiffel y regresar a la línea de salida en la escuela.
Fácil.
—Eres hábil, Alix.—La elogíe.
Íbamos a la par.
—Lo mismo digo de tí.—Respondió mirándome.
Quedaban pocos segundos para que pasáramos el Trocadéro, teníamos que ser cuidadosas con las escaleras y disminuir un poco nuestra velocidad para no tropezar y lastimarnos.
—¡Kitsune-Sama!
¡Mierda!
Alix y yo nos detuvimos frente al agujero que se formó entre la calle y la entrada a nuestra primera parada.
Un youkai, de nuevo.
—¿Qué es eso?—Preguntó Alix al verlo.
—Un lobo.—Tomó su mano y patino con ella, alejándonos antes de que ese youkai nos ataque.—Me quiere a mi.—Sonrío de lado mostrando uno de mis colmillos.—Tenía que aparecer justo ahora... Alix, patina lo más rápido que puedas, terminaremos esta carrera antes de que ese lobo regrese.
—Ese es un gran desafío.—Sonríe igual que yo.—Me gustan los desafíos.
—A la cuenta de tres.—La suelto y patinamos lento, a la par.
—Uno...
—Dos...
—... ¡Tres!
**
—Es rápido.—Murmuro Alix viendo detrás de nosotras.
Ese youkai nos estaba persiguiendo, era muy veloz, algo común en los lobos.
Ya veo porque lo mandaron a él esta vez.
—Ya me cansó este tipo.—Gruño molesta.—Alix, cuando te diga, detente. Mis llamas son lo suficientemente fuertes como para destrozar de un golpe a ese lobo apestoso. Por lo que tenemos que atacarlo juntas, ¿De acuerdo?
Ella asintió decidida.
Seguimos patinando, dejando al youkai atrás.
Aquí esta bien, respira.
—Uno...
—Dos...
Cruzamos miradas y asentimos.
—¡Tres!—Gritamos ambas al detenernos de repente y darnos media vuelta. Lanzando una patada a la par, directo a la cabeza del lobo.
Observando cómo salía volando a varios metros de distancia hasta acabar inconsciente en el suelo.
Nos acercamos a él lentamente.
—Eso... Fue... ¡Asombroso!—Reí ante la cara de felicidad de Alix, parecía una niña pequeña.
Creé más llamas, envolviendo el cuerpo del youkai.
—Llévenlo lejos.—Ordené a mis llamas.—Bien, Alix, ¿En qué nos quedamos?
**
—¿Y bien?—Pregunté con la respiración agitada.
—¿Quien llegó primero a la meta?—Preguntó Alix apoyando sus manos en sus rodillas.
—Déjenme ver...—Adrien, al igual que todos, comenzaron a revisar sus celulares.—Vaya...
—¿Qué?—Dijimos al unisono.
—Es un empate.—Declaró Adrien sonriendo apenado.
Empate, ¿Eh? Alix es una excelente patinadora.
—Fue divertido.
—Lo mismo digo.
—En especial la parte en donde le pateamos la cara a ese lobo gigante.—Sonrió Alix alzando su pulgar.
—¿Lobo gigante?—Preguntó Adrien, mirándome con el ceño fruncido.
Me encogí de hombros en un gesto despreocupado.
Ya no está aquí, así que todo está bien.
—Esa fue la mejor parte.—Digo, patinando lejos de ella, seguida por Adrien. Me despedí con un gesto de mano.—Como agradeciendo al ayudarme, las llamas en tus patines durarán hasta la medianoche, disfruta los patines.
—¡Lo haré!
—¡Alix, ven acá! ¡Necesito más fotos para el Ladyblog!
Una vez que estuvimos en mi departamento me dejé caer en el sofá, agotada.
—¿Qué fue lo que pasó?
—Otro youkai cazándome, trabajo en equipo, Alix y yo dejándolo inconsciente de un golpe combinado... Debiste estás ahí, fue épico.—Dije haciendo movimientos exagerados con mis manos, sin dejar de sonreír.
—Estas muy feliz a pesar de que sigue apareciendo esas cosas.—Se apoyó en una pared cercana y me miró de brazos cruzados.
—Hace tiempo que no me divertía patinando así, eso es todo.—Me levanto hasta quedar sentada y lo miro con una sonrisa.—Pediré una pizza para comer, ¿Te quedas?
Él parpadeó unos segundos confundido, después de unos segundos asintió, bajando la mirada y con un tono rojizo en sus mejillas.
Llevé mis manos a mí estómago.
¿Qué es esta sensación? Bah, no importa.
—A Plagg debería gustarle, después de todo la pizza tiene queso.
Gracias por su apoyo, me estoy esforzando para continuar con más rapidez, ya que tengo planeado algunas cosas para esta historia.
Chau.
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Un gato y un demonio.
FanfictionViaje a París, buscando libertad. Libertad que se esfumó cuando a ese rubio se le ocurrió hacer tal locura. -¡Maldición, es por eso que vine a París! ¡En Japón corría riesgo mi libertad!-Ahora tú me la quitaste.-Arg... ¡Adrien baka!