No... Esto. Esto no puede estar pasando.
—Eso no puede ser posible...—No puede, no tiene que serlo.—¿Ya hablaste con Marinette...?
—Si... Aclaramos todo... Me habló sobre sus sentimientos hacía mí.
Esto está mal.
— No debo de escuchar esto... Solo les incumbe a ti y...
— La rechacé.—Me interrumpió.—Ella en realidad... No importa. Ahora tienes que volver a tu departamento.
— Necesito volver a Japón... Yo no debo... Yo...
Yo tengo que desechar estos sentimientos hacia ti...
—Si en este instante te dijera: "Tu también me gustas", ¿Huirías de nuevo?—Mordí mi labio, al mismo tiempo que cerraba los ojos con fuerza.
—Lo haría. No solo por mí, sino por tu bien también.—Despacio, el deshizo el abrazo. Me dejé caer de rodillas, con mi mirada oculta por mi cabello.—Tu eres un humano. Los humanos son débiles por naturaleza, mueren con facilidad. Su esperanza de vida es mucho menor a la de un youkai... Simplemente... Terminaría mal para ambos.
Todo se redujo a un profundo silencio después de mis palabras. Supongo que al fin lo había entendido. Se había dado cuenta que esto fue un error.
Que esto simplemente no puede ser.
—Siempre hay una manera.—Lo escuché murmurar.
Una risita se escapó de mis labios, al mismo tiempo que me ponía de pie lentamente.
—No creo que la haya para nosotros.—Dije con una falsa sonrisa en mi rostro, está vez, viéndolo a los ojos.
Por favor.
—Estoy seguro que la hay.
En situaciones como está... Envidio a los humanos de tener la capacidad de llorar.
**
Solté un largo suspiro al mismo tiempo que terminaba de cambiarme.
Tal y como me lo había dicho. Había regresado a mi departamento, me había dado una ducha, había comido algo, y tal como él dijo, me dió mi espacio.
—Una manera...—Susurré hundida en mi pensamiento.
Sacudí mi cabeza volviendo a la realidad.
No, no hay ninguna.
Simplemente no.
"Ven"
Parpadee un par de veces y miré a todos lados.
"Kisuki, ven, ahora."
Sin darme cuenta, me encontraba saltando de un edificio a otro.
Alguien me estaba llamando. No podía evitar hacer lo que esa voz en mi cabeza decía.
—Las palabras de poder...—Susurré al detenerme frente a él.
Él me había llamado.
—Aquí estás.—Dijo con una sonrisa que me provocó escalofríos.
Mi cuerpo entero se paralizó.
En un parpadeo me encontraba frente a él, atrapando el yoyo que usa Marinette como arma.
—¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿No lo vez?! ¡Hawk Moth lo akumatizó!—Dijo ayudándome a levantarme.
Me había jalado al momento de recuperar su yoyo.
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Un gato y un demonio.
FanfictionViaje a París, buscando libertad. Libertad que se esfumó cuando a ese rubio se le ocurrió hacer tal locura. -¡Maldición, es por eso que vine a París! ¡En Japón corría riesgo mi libertad!-Ahora tú me la quitaste.-Arg... ¡Adrien baka!