Narra Kisuki.
— Los croissant de la panadería de los papas de Marinette son realmente deliciosos.— Comento limpiando lo pedazos de pan de mis labios.
—Me alegra que te hayan gustado.— Respondió Adrien con una sonrisa apagada. Caminamos en silencio al parque y nos sentamos en una de las bancas.
No nos mirábamos, Adrien siempre tomaba de mi mano, no me soltaba, no quería dejarme...
—¿De verdad quieres hacerlo?— Preguntó con la mirada baja.
Tomé su rostro con mis manos y lo hice mirarme. Sonreí con ternura.
—Estoy completamente segura.
Inesperadamente corto la distancia que nos separaba y me abrazó.
— Si te conviertes en humano envejecerás mas rápido, tu vida será mas corta... Ya no tendrás poderes...
— Todo tiene su fin. Que mejor que disfrutarlo al lado de la personas que eliges.— Sonrío hacia él para tranquilizarlo.— Quiero estar a tu lado, Adrien. Y si eso implica que pierda mis poderes y me convierta en un humano, estoy dispuesta a hacer ese sacrificio.
Abrí mis ojos como platos cuando me besó inesperadamente, tarde un par de segundo para responderle.
Me separé cuando sentí que mis orejas y cola comenzarían a salir.
— N-no es un buen momento.—Balbuceo evitando mirarlo a la cara.
Maldito celo.
— P-perdon... Es que... No pude evitarlo.— Mi rostro se puso rojo cuando él tomó mi mano y la besó con delicadeza.— La chica que mas amo acaba de decirme algo realmente lindo y no pude evitar querer besarla.
— L-lo que sea.— Digo clavando mi vista en las personas del parque.— ¿Tu padre no se enterará que faltaste a tu clase de esgrima?
— Nathalie, la asistente de mi papá, me ayudó.— ¿Que te parece si damos una vuelta por todo Paris?
Oh, esa sonrisa me decía que tenía algo planeado.
**
El trocadero, el puente de los candado, incluso la torre Eiffel. Habíamos visitado todos los lugares de Paris, claro, él como Chat noir y yo como Rena Blanc.
Afortunadamente no ha habido ningún incidente en cuanto a akumatizados, por lo que el resto de la tarde nos dedicamos a pasear y estar juntos.
— ¿Cuando volverás?— Preguntó después de unos minutos de silencio entre nosotros.
Nos quedamos viendo el atardecer en un techo donde se podía ver la torre Eiffel.
— No lo sé.— Admito.— Primero que nada Tomoe debe revelar mi identidad a las deidades. Siempre me mantuve oculta entre las sombras por riesgo a que me atraparan... Supongo que ellos no aceptarán transformarme en humana así como así... Tal vez incluso me pongan a prueba.
— Si es así... Te esperaré el tiempo que sea necesario.— Dejó de mirar el horizonte para mirarme y sonreír.— No importa el tiempo que pase, yo te voy a esperar.
Maldición, ¿Por qué dice ese tipo de cosas ahora? Me hacen sonrojar y no querer irme nunca de su lado.
El tiempo que pase sin él será una tortura.
— B-baka.— Abrazo mis rodillas y escondo un poco mi cara para que no vea lo sonrojada que estoy.— Te voy a extrañar mucho... No tienes idea...
— Creo que si la tengo.— Suspiró abrazándome por los hombros.
Me acerque mas a él.
Abrí los ojos a mas no poder cuando sentí sus labios en una de mis orejas. Estas dieron un tirón, pero no me alejé.
— Lo siento, no pude resistirme.— Rió por lo bajó y besó mi cabello esta vez.
— No juegues con fuego Agreste, te puedes quemar.
—Si es por ti, correré ese riesgo.
**
Ya hora había llegado, tenía que decir adiós.
No, no adios, sino hasta pronto. Esto no era una despedida porque se que regresaré.
Un hombre anunció por altavoz que teníamos que bordar.
— Vuelve pronto, Kisuki.— Dijo Rose sin soltarme de su abrazo.— Te vamos a extrañar mucho.
—Y yo a ustedes, chicas.— Me deshice del abrazo y asentí hacía Juleka.
Miré detrás de ellas a Adrien. Caminé hacia él.
— Vuelve pronto.— Me abrazo por sorpresa, correspondí.— Y cuídate. Si algo te pasa no sabría que hacer...
— Hora de irnos.— Escuché la voz de Tomoe.
— Tomoe, déjalos despedirse,— Comentó Nanami molesta.— Nosotros nos adelantaremos.
— Pero...
— Pero nada, ¡Vamos!— Antes de que pudiera impedirlo, Tomoe fue prácticamente arrastrado al avión.
Gracias Nanami.
— No te pongas en riesgo. Normalmente tu eres el blanco de los akumatizados, ¿Esta bien?
— Nada malo me pasará, te lo aseguro. Puedes irte tranquila.— Besó mi frente.
Cuando me fuera, tendría que darle una buena explicación a Rose y a Juleka por su comportamiento conmigo.
— Una ultima cosa...— Lo tomé de la chaqueta y lo besé.— Ahora si, hasta pronto.
Corrí con mi maleta hacia la sala de abordaje sin mirar atrás. Si lo veía un segundo más no me iría.
Esta no es una despedida, es un hasta pronto, Adrien Agreste...
![](https://img.wattpad.com/cover/113619672-288-k248778.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un gato y un demonio.
FanfictionViaje a París, buscando libertad. Libertad que se esfumó cuando a ese rubio se le ocurrió hacer tal locura. -¡Maldición, es por eso que vine a París! ¡En Japón corría riesgo mi libertad!-Ahora tú me la quitaste.-Arg... ¡Adrien baka!