Crossed Destinies

Lealtades

Eren abrió sus ojos y se encontró en su habitación en el complejo de la legión de reconocimiento ¿qué había sucedido? Ah, si, se quedó atrapado en medio de las explosiones provocadas por Reiji. Bueno no podía culpar al hombre por hacer su mejor esfuerzo contra el pulpo de metal sino a él mismo por haber sido tan imbécil como para dejarse atrapar.

-Eren- 

Eren levantó la vista para ver al capitán Levi entrando a a habitación llevando en sus manos una bandeja con comida.

-Es bueno ver que por fin despertaste- comentó el capitán acercándose y dejando la bandeja en la mesita de noche a un lado de la cama.

Eren se incorporó sentándose en la cama, le dolía todo el cuerpo, seguramente por la regeneración avanzada para curar sus heridas -¿cuánto tiempo he estado dormido?- preguntó.

-Más de 24 horas- contestó Levi, a decir verdad no esperaba que Eren despertara tan pronto, quizás el daño no había sido tan grave, aún así aún le daba rabia pensar en lo descuidado que había sido Akaba Reiji.

-He dormido mucho entonces- dijo Eren a sabiendas de lo preocupado que debió de haber estado su pareja.

Levi asintió -Solo ten cuidado la próxima vez- dijo y luego señalo la bandeja -Tienes que reponer energías-

Eren asintió tomando la bandeja y empezando a comer ¿qué podía decirle a su novio? Disculparse por ser tan incompetente a la hora de pelear con su titán parecía una buena idea. Desde que los chicos de la otra dimensión llegaron habían demostrado que él solo era bueno contra titanes y monstruos menores, la verdad sea dicha se sentía como un gordo fraude al ser llamado "la esperanza de la humanidad"

Estaba un poco perdido en sus autorecriminaciones internas hasta que sintió una mano posarse en su cabeza, tan pronto como levantó el rostro Levi se inclinó sobre él dándole un beso donde pudo sentir el amor y la preocupación que el capitán había tenido por él.

-No te atrevas a volver a salir herido de esa manera- dijo Levi cerca de sus labios en cuanto se apartó.

¿qué tan malo había sido el daño para haber puesto esa mirada de preocupación en los ojos de su pareja? Eren se estremeció un poco al pensarlo pero sonrió suavemente.

-Lo intentaré- contestó Eren porque si algo habían aprendido es que la muerte le llegaba a cualquiera y a veces de la manera más inesperada.

Levi asintió y se apartó acercándose al baúl donde guardaba su ropa, empezó entonces a sacar la ropa de Eren.

-¿Vamos a algún lado?- preguntó Eren un tanto dudoso de si podría manejar una peligrosa misión justo ahora.

Levi asintió -Tenemos que ir al infierno- contestó dejando la ropa de Eren en la esquina de la cama.

Eren se estremeció involuntariamente, solo había un lugar al que Levi le llamaba así y ese era la ciudad subterránea.

-¿cuál es nuestro objetivo?- preguntó Eren, debía de haber una muy buena razón como para que incluso Levi tuviera que ir al lugar al que había jurado no volver.

-Rescatar al pequeño suicida- contestó Levi haciendo una mueca de disgusto.

Eren solo parpadeó sorprendido ¿qué hacía Yuya en la ciudad subterránea? Desde que había empezado en su camino autodestructivo no había otra persona a la que el capitán Levi llamara de esa manera. 

-Hubo un derrumbe y cayó ahí por si eso es lo que quieres saber- dijo Levi cruzándose de brazos, no quería volver a ese sitio pero tampoco iba a dejar a un mocoso de 14 años abandonado ahí, si hubiera crecido ahí como él entonces sería otra historia pues a esas alturas había sabido defenderse pero en ese nido de delincuentes Yuya no sobreviviría mucho tiempo solo. Además Erwin lo había ordenado, le disgustaba que el hombre pensara que quería ser niñera de alguien más además de Eren.