Por siempre tú

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Yuya abrió la puerta de la celda y miró alrededor en busca de su pareja, sintió como su corazón se rompía cuando lo vio encogido sobre sí mismo en la esquina más alejada de la puerta, sobre su cama, oculto entre las sombras, tan lúgubre y perdido.

-¿Por qué has venido? Sabes el daño que puedo hacerte- la voz de Yuto se escuchó antes de que cerrara la puerta de la celda detrás de él.

-Porque me preocupo por ti, sabes cuánto te amo- dijo Yuya acercándose despacio, sin embargo sus pasos no titubeaban, había algo de cautela, pero era más porque no quería alterar a su pareja, sabía que a estas alturas Yuto ya estaba lo suficientemente alterado por sí mismo.

-Yo también te amo- fue la ahogada respuesta de Yuto -Y por eso no debes estar aquí, no quiero lastimarte-

-Sé muy bien eso- dijo Yuya -Pero también sabes que si Zarc de verdad quiere hacerme daño a través de ti una celda no va a detenerlo-

Yuya se detuvo frente a Yuto, aún en las penumbras era capaz de distinguirlo, su mirada denotaba una gran angustia.

-Por favor, dime qué es lo que te sucede- dijo Yuya llevando su mano a la mejilla de su pareja acariciando la suave piel -Lo que más deseo es ayudarte-

Yuto apretó sus puños un momento como si luchara contra sí mismo entre si decirle o no lo que estaba pasando, cuando dejó de hacerlo lo escuchó suspirar, se había rendido al parecer.

-Mis emociones se apagan- dijo Yuto al final.

Yuya lo miró sin poder comprenderlo -No lo entiendo- declaró después de un momento.

-Imagina un interruptor para las emociones dentro de ti- empezó a explicar Yuto -La mayor parte del tiempo uno no controla sus emociones, el interruptor siempre está encendido... esas dos ocasiones que te ataqué fue como si el interruptor se apagara, sentí que la temperatura en la habitación descendió y solo quedó una emoción... la ira-

Yuya permaneció un momento callado intentando asimilar lo dicho por su novio -¿Es en esos momentos cuando me atacaste? ¿Sentiste ira por mí Yuto?- le dolía preguntar aquello pero tenía que asegurarse.

Yuto negó -Por supuesto que no- declaró -sin embargo es como si una orden hubiera sido programada dentro de mí, la orden de hacerte daño-

Eso era lo que Yuya esperaba, su novio nunca intentaría hacerle daño por su propia voluntad -Entonces Zarc apaga tus emociones para que no puedas sentir nada más que ira, eso le da la total libertad para manipularte- dijo.

Yuto asintió -También es para que el amor que siento por ti no pueda impedir que te quite la vida- 

Un pesado silencio se instauró entre ellos, Zarc de verdad que era un demonio.

Yuya suspiró mientras acariciaba el la cabeza de su pareja intentando darle algo de consuelo dado que parecía reacio a abandonar su postura protectora.

-Siento que estoy volviéndome loco Yuya- dijo Yuto con voz afectada mientras llevaba sus manos a sus sienes sujetando su cabello -Si pierdo el control voy a hacerte daño y eso me destruiría- se estaba volviendo loco al pensar en ello una y otra vez, estaba cayendo dentro de un círculo vicioso de depresión y angustia.

¿Porqué todo tenía que ser tan complicado? Solo quería volver a su casa y ser feliz con Yuya a su lado ¿Porqué Zarc se empeñaba en quererlo destruir todo? Parecía que sus vestigios estaban condenados por el simple hecho de existir.

Crossed DestiniesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora