Crossed Destinies

Grietas

Había neblina por todos lados, no podía ver nada más allá de un par de metros, estaba muy oscuro, sin embargo podía ver a su alrededor ¿cómo era eso posible? Escuchó un rugido algo lejano y pudo reconocerlo de inmediato.

-Dark Rebellion ¿dónde estás?- dijo Yuto buscando a su alrededor por el dragón.

De nuevo escuchó el rugido, esta vez más cercano, esperó unos momentos y pronto pudo ver al enorme dragón que que posó en el suelo frente a él.

-Dark Rebellion- dijo Yuto sonriendo un poco, era por mucho su monstruo de duelo preferido, había estado con él siempre e incluso ahora que estaba en otra dimensión sin la tecnología de materia sólida el dragón acudió en su ayuda cuando más lo necesitó.

Se acercó a la criatura y extendió su mano, lentamente el dragón se echó sobre su vientre y bajó la cabeza permitiendo a Yuto acariciarlo.

-Muchas gracias por tu ayuda hasta ahora- dijo Yuto sonriendo, de no ser por Dark Rebellion pudo haberle sucedido algo horrible a Yuya.

El dragón gimió y negó suavemente, Yuto no pudo evitar reír un poco al ver que Dark Rebelión parecía culpable al negar sus palabras.

-Hey tranquilo- dijo Yuto acariciando con ambas manos la cabeza de Dark Rebellion -Tranquilo, no te culpo de nada- porque no fue culpa del dragón que la energía de sus homólogos dimensionales y la suya se agotara de esa manera haciéndolo caer de esa escandalosa altura.

Sabía, dado que Dark Rebellion estaba ahí que de hecho ellos estaban en su mente por lo que estaba inconsciente después de haber caído de más de 30 metros de altura, de hecho estaba gratamente sorprendido de seguir con vida, pero no podía saber el daño que su cuerpo había sufrido por lo tanto no podía saber cuándo podría despertar.

Yuto terminó por sentarse mientras Dark Rebellion se apresuró a echarse enroscando su gran cuerpo alrededor de él, Yuto sonrió recostándose en el gran dragon, a pesar de ser una criatura de sangre fría su presencia era cálida y reconfortante, sabía que podía confiar su vida a su dragón insignia.

-Gracias por siempre estar conmigo Dark Rebellion- dijo Yuto cerrando sus ojos, era un lugar muy reconfortante, a pesar de eso quería volver pronto con Yuya, tenía que protegerlo de Erwin, ahora que sabían con seguridad que Yuya también podía invocar a su propio dragón estaba en peligro de ser usado como un arma al igual que habían intentado hacerlo con él.

Antes de caer inconsciente había visto que Yuya estaba a salvo, cansado seguramente, pero estaba a salvo y quería que eso se mantuviera así. Con un suspiro Yuto abrió los ojos mirando al espacio nebuloso a su alrededor, se había dado cuenta desde hacía tiempo de su fijación hacía Yuya. Había llegado a la dimensión STANDAR con toda la intención de vengarse de Akaba Reiji y su padre, en el camino se topó con esas personas que solo veían los duelos como un entretenimiento, ellos no tenían idea de cómo esos duelos podían ser utilizados para la guerra y la destrucción de una dimensión entera.

Él mismo sabía cuánto daño podía hacerse con un duelo desde antes incluso de que su dimensión fuera destruida ya que siempre fue diferente al resto de los duelistas, en la dimensión EXCEED podía hacer daño real a pesar de que los monstruos de duelo fueran hologramas y también tenía más fuerza física que las personas de su edad o estatura. Eso solo se hizo más evidente cuando llegó a la dimensión STANDAR y derribó a los duelistas que querían atacar a la amiga de Yuya. Él no lo sabía en ese momento pero desde ahí su lazo con Yuya había empezado.

Claro que comenzó por el hecho de que ellos eran iguales, misma estructura física y rasgos faciales pero diferente color de cabello, ojos y piel. Tardó un poco de tiempo pero cuando por fin pudieron enfrentarse cara a cara la situación estaba fuera de control. Con Yugo apareciendo en escena y su duelo uno contra el otro, solo fue capaz de reaccionar cuando Yuya con desesperación clamó por él, y por instinto lo salvó, apartó a Yuya del ataque y luego fue absorbido dentro de su cuerpo.