Juicio

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El titán bestia no podía entender lo que estaba pasando, había llegado para obtener resultados de una vez por todas pero no había esperado que un inmenso halcón metálico emergiera para ir a molestarlo ¿era una de esas bestias invocadas? Era lo más probable puesto que en su espalda el ave llevaba consigo a tres jóvenes.

Bien, lo mejor era entonces observar, analizar la situación y hacer un plan para vencer al monstruo volador. Pensó que todo sería más fácil cuando a lo lejos aparecieron el titán colosal y el titan acorazado, fue interesante ver también que surgía el titán de ataque, perfecto, si podían recuperar ese poder entonces su misión no habría sido en vano, podían recuperarlo y volver a casa.

O eso pensaba...

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Kenny caminaba por los pasillos de las celdas subterráneas en el cuartel de la legión de reconocimiento, había sido muy fácil meterse cuando todo parecía estar en caos debido a los titanes ahí afuera. ¿Que si le preocupaban los titanes? No realmente. Su misión solo consistía en deshacerse de los chicos de la otra dimensión, a los altos mandos de la Policía militar no les había hecho gracia que Erwin los hubiera recuperado. Además tenía cierta curiosidad sobre lo que habían hecho sus "queridos hijos" 

Era bastante inesperado encontrarlos en una celda pero suponía que era por el desastre ocurrido en la ciudad subterránea, quizás habían dejado de confiar en ellos, era una lástima pues se trataba de aliados poderosos.

Entró en la celda y encontró a los tres chicos idénticos acomodados en los pequeños catres del lugar, parecía que habían llevado más ahí con el fin de acomodarlos a todos, además de que había un cuarto catre con el otro chico que había dejado inconsciente a Yuri en el subterráneo.

Bueno, era hora de ponerse a trabajar, Kenny tomó su pistola y se acercó a Yuri apuntándole con el arma, tanto él como Yuto eran buenos muchachos, le habían caído bien durante el tiempo en el que estuvieron viviendo juntos, además de ser excelentes estudiantes, sin embargo negocios eran negocios y la policía militar pagaba demasiado bien, era una lástima.

Antes de que pudiera apretar el gatillo se vio obligado a retroceder para evitar un puñetazo que iba directo a su cara, el cuarto chico en la celda había despertado.

-No te atrevas a tocarlo- gruñó Kaito, estaba de muy mal humor, primero Yuri lo noqueaba y luego Yugo, no era su día y no estaba de humor para tratar con nada más pero estaría muerto antes de permitir que le hicieran daño a Yuri.

Kenny sonrió -Eres el chico del que está enamorado Yuri ¿verdad? El tal Kaito- dijo.

Kaito se mantuvo estoico, no iba a negar que escuchar que Yuri estaba enamorado de él lo alegraba pero no le daría ninguna ventaja sobre él a ese hombre. Había cuidado de Yuri mientras éste estuvo en la ciudad subterránea pero Kenny no era una buena persona, mucho menos un buen padre, era un criminal y ahora estaba ahí para ejecutar las órdenes de sus superiores, era como un sabueso, pero de esos traicioneros que si te descuidabas te mordían la mano con la que los alimentabas.  

-Parece que esto va a ser entretenido después de todo- dijo Kenny guardando su pistola y poniéndose en posición de ataque -Espero que estés listo para defenderlo hasta la muerte- 

-Lo haré- dijo Kaito también en posición de pelea, defendería a Yuri, vencería a este tipo y luego... luego iría  patear el trasero de Zarc por poseer el cuerpo de Yugo, lo iba a sacar de ahí a la fuerza.

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Eren en su forma de titán no dudó ni un instante en atacar al titán acorazado puesto que por su tamaño el titán colosal no era un oponente al alcance. Aún así era difícil enfrentarse a un oponente que era más ancho en musculatura y reforzado de tal manera que sus golpes terminaban en daños para su cuerpo en lugar de daños para el oponente.

Crossed DestiniesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora