n u e v e

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Lo que menos espera, es encontrarse en una casa que no es la suya y no sabe qué hacer.
Taehyung le ha explicado que pasarían a dejar primero al pelinegro a su hogar y luego le iría a dejar a él. Ya que le habían detenido de irse, sólo porque era tarde y podía pasarle algo en el camino. Borrando de su mente todas las ilusiones que se han generado al escuchar a Yoongi hablar.
En parte no quería que le fueran a dejar, hasta que recordó que no tenía ni un centavo para el transporte público. Y el hospital estaba bastante lejos de su barrio como para pedir otro taxi, cosa que le valdría un ojo de la cara.

Lo gracioso de haberse ido con ellos, es que Jimin pudo confirmar que el otro chico vivía bastante cerca de él y del almacén. Con la única diferencia de la estructura de sus hogares y que uno vivía totalmente solo y el otro con varias personas.

Yoongi es dueño de en uno de los grandes apartamentos del barrio, viéndose bastante caro y elegante. El rubio se sorprendió bastante cuando entraron -ya que Taehyung no le dejo quedarse en el auto- al ver todo de colores dorados y blanco.
Era un lugar bastante bonito y con demasiada seguridad a su parecer.

El castaño se había encargado de ir a dejar a su habitación al enfermo, mientras Jimin toma asiento en el gran sofá de terciopelo negro en la sala. Podría jurar que ese mueble era mucho más cómodo que su dura cama y siente mucha envidia de no poder vivir de esa manera tan elegante.
Cada vez está más convencido de que estaba en un pozo sin fondo. Cada vez más hundido y cada vez más lejos de salir. 
Por lo que se permite solo una vez, recostarse en aquel sofá tan cómodo y mientras tiene la oportunidad.

— Jimi- ...¿Tienes sueño? – Pregunta de repente una grave voz.

De un salto se levanta y se sienta como corresponde. Sus mejillas se tiñen de rojo al ver la sonrisa burlona de Taehyung y como este se acerca a él.

— ¡Eres tan tierno~! – Chilla para luego apretar las mejillas de Jimin con toda confianza.

Claramente no se esperaba que el alto le hiciera algo como eso y solo deja que este pellizque su piel hasta que se canse de decirle lo adorable que es.

— Ahora entiendo todo...– Susurra más para sí mismo, recostándose a un lado del rubio sobre el sofá.

— ¿Qué cosa...entiendes? – Le pregunta Jimin, sobando sus mejillas con ambas manos, luego de ser liberado de aquella tortura.

— El porqué Yoongi interactúa contigo. – Sonríe en grande, mientras mira el alto techo del apartamento.

Jimin confundido, simplemente ladea su rostro al no entender nada de lo que le está hablando Taehyung.

— Él...es alguien un poco especial. – Murmura el castaño luego de un pequeño silencio. – No se relaciona con todo el mundo de una vez. Es bastante introvertido, nunca habla de sus emociones, ni de cómo se siente. Incluso es bastante serio y pocas veces se le ve sonreír...– Rió por lo bajo, arreglándose el cabello. – Pero es una buena persona. Hace cosas que te dan a entender que realmente le importas, a pesar de que siempre pueda parecer que te ignora. Es la viva imagen de aquel dicho: "Los hechos valen más que mil palabras". El nunca nos dice nada  y simplemente se queda a nuestro alrededor en silencio. – Dice y esta vez mira fijamente a Jimin quien todavía no entiende nada y porque le esta contando todo eso. Cosa que Taehyung logra captar. – Pero a ti si te ha hablado.

— ¿A qué te refieres? – pregunta sumamente curioso de todo lo que estaba conociendo del pelinegro. Es como si se le estuviera pagando de alguna forma por haberle ayudado. Siendo que él con saber su simple nombre, ya era feliz.

Boy in Black | MYG & PJM. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora